Mariliendre, ficción original de Atresplayer dirigida por Javier Ferreiro y producida por los Javis (Javier Ambrossi y Javier Calvo). Hizo historia al convertirse en la primera serie que clausuró el Festival de Málaga, participando además en la Sección Oficial fuera de concurso. Se puede ver desde el 27 de abril de 2025 en Atresplayer.



Mariliendre serie

Crítica de 'Mariliendre'

Ficha Técnica

Título: Mariliendre
Título original: Mariliendre

Reparto:
Blanca Martínez (Meri Román)
Martin Urrutia (Jere)
Carlos González (Saúl)
Mariano Peña (Manolo)
Nina (Inés)
Omar Ayuso (Luis)
Mariona Terés (Paula)
Álvaro Jurado (Santi)
Jazz Vilá (Santana)

Año: 2025
Duración: 40 min.
País: España
Director: Javier Ferreiro
Guion: Javier Ferreiro, Carmen Aumedes, Paloma Rando
Fotografía: Lali Rubio, Andreu Adam Rubiralta
Música: Pablo Lluch, Vic Mirallas
Género: Comedia. Musical
Distribuidor: Atresplayer

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Mariliendre'

Sinopsis

Meri Román era una reina de la noche gay de Madrid, pero de eso han pasado ya más de 10 años. Ahora, a sus 35, es una diva destronada que vive atormentada por su pasado y aburrida en su mediocre presente. Tras la muerte de su padre, Meri reconecta con su séquito de amigos gays, rememorando su pasado y los temazos musicales que marcaron aquella época, mientras intenta definir su caótica vida y su identidad. (Atresplayer)

Dónde se puede ver la serie en streaming



Entre discotecas y duelos pendientes

Mariliendre sigue a Meri, una exreina de la noche madrileña que, tras la muerte de su padre, vuelve a Chueca como quien regresa a un baile al que ya no está invitada. La trama teje dos tiempos, el pasado, donde Meri brillaba bajo luces de neón rodeada de amigos excéntricos, y el presente, donde esos mismos amigos, ahora adultos cansados, intentan rearmar su vida entre facturas y sueños marchitos.

Es un viaje de risas que esconden lágrimas, donde cada episodio es un número musical que sirve de excusa para hablar de pérdida, identidad y la necesidad de seguir bailando aunque la pista esté vacía. Hay subtramas que flaquean, pero el corazón de la historia late fuerte, ¿Cómo reinventarse cuando el mundo que te definió ya no existe?.

Martin Urrutia

Un karaoke visual

Javier Ferreiro y su equipo dirigen como si organizaran la fiesta más caótica y emotiva de Madrid. Los flashbacks son un bombardeo de colores fucsia y coreografías que homenajean el voguing de los 2000, mientras el presente se filma con tonos apagados, como si Chueca hubiera perdido su brillo.

La cámara se mueve entre planos cerrados de Meri maquillándose y tomas amplias de discotecas donde hasta las paredes parecen sudar Europop. Los números musicales, aunque a veces previsibles, son puro espectáculo. La cámara gira alrededor de los personajes como si fuera una invitada más, borracha de nostalgia, eso sí, hay momentos en que la dirección peca de ambiciosa, transiciones entre tiempos que confunden, coreografías que duran más de lo necesario, pero incluso en sus excesos, Mariliendre tiene un encanto que te hace perdonarle los tropiezos.

Martin Urrutia

Jóvenes de fiesta

Blanca Martínez (Respira) es Meri, una fuerza de la naturaleza con tacones desgastados y corazón. Transmite la arrogancia de quien fue reina y la vulnerabilidad de quien sabe que su trono era de cartón. Omar Ayuso (Yo, adicto), como Luis, roba escenas con su energía de showman, es el amigo que siempre tiene un chiste preparado, pero cuya mirada delata miedos no dichos. Yenesi, en cambio, se queda en la superficie. Martín Urrutia, como el confidente silencioso, aporta hondura en sus escenas, aunque su personaje merecería más desarrollo.

Mariliendre serie

Luces, cámara... acción retro

La fotografía de Mariliendre es un personaje más, los neones rojos de las discotecas contrastan con la luz grisácea de un Madrid que ya no recuerda a Meri. Los vestuarios son una delicia, desde trajes de vinilo hasta camisetas, cada detalle grita "años 2000".

La música, aunque apegada a los éxitos de la época, se reinventa con arreglos que mezclan electrónica y coplas. Las coreografías, inspiradas en el ballroom, son un homenaje a la cultura queer, aunque a veces se notan los límites del presupuesto, coreógrafos con más entusiasmo que recursos. El sonido, por su parte, es un acierto, los diálogos se mezclan con el rumor de la fiesta, como si el espectador estuviera en medio de la pista.

Mariliendre serie

Conclusión de 'Mariliendre'

Mariliendre a veces tropieza con sus propias ambiciones, tramas secundarias flojas, canciones que se repiten como una playlist gastada, pero en su esencia, es una carta de amor a una generación que encontró familia en las discotecas y libertad en el anonimato de la noche. La serie brilla por su corazón y su estética, aunque le sobre peso muerto en el guion.

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