Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez se sumerge en el histórico caso que conmocionó al mundo, abrió el camino a la fascinación actual de la audiencia por los crímenes reales y, a su vez, plantea al público lo siguiente: ¿Quiénes son los verdaderos monstruos?. Trás el éxito de Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, Ryan Murphy e Ian Brennan regresan con la serie antológica sobre crímenes reales, narrando el caso de los hermanos que en la vida real fueron condenados en 1996 por los asesinatos de sus padres, José y Mary Louise «Kitty» Menendez. Estrenada en Netflix el 19 de septiembre de 2024.
Crítica de 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez
Título original: Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story
Reparto:
Nicholas Alexander Chavez (Lyle Menendez)
Cooper Koch (Erik Menendez)
Javier Bardem (Jose Menendez)
Chloë Sevigny (Kitty Menendez)
Dallas Roberts (Dr. Jerome Oziel)
Ari Graynor (Leslie Abramson)
Nathan Lane (Dominick Dunne)
Leslie Grossman (Judalon Smyth)
Jason Butler Harner (Det. Les Zoeller)
Jeff Perry (Peter Hoffman)
Marlene Forte (Marta Cano)
Enrique Murciano (Carlos Baralt)
Drew Powell (Det. Tom Linehan)
Tanner Stine (Perry Berman)
Charlie Hall (Craig Cignarelli)
Año: 2024
Duración: 55 min.
País: Estados Unidos
Director: Ryan Murphy (Creador), Ian Brennan (Creador), Carl Franklin, Paris Barclay, Michael Uppendahl, Max Winkler, Ian Brennan
Guion: Ryan Murphy, Ian Brennan, David McMillan
Fotografía: Jason McCormick
Música: Julia Newman, Thomas Newman
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez'
Sinopsis
En agosto de 1989, los hermanos Lyle y Erik Menéndez, asesinaron a tiros a sus padres, José y Mary Louise 'Kitty' Menéndez. Mientras que la acusación alegó que buscaban heredar la fortuna familiar, los hermanos afirmaron -y siguen afirmándolo hoy en día, mientras cumplen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional- que sus actos se debieron al miedo que sentían tras toda una vida de abusos físicos, emocionales y sexuales a manos de sus padres. (Netflix)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Exploración de la oscura historia de los hermanos Menéndez
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez, la nueva miniserie de Ryan Murphy, aborda uno de los casos más mediáticos de la década de los 90: el brutal asesinato de José y Mary Louise "Kitty" Menéndez a manos de sus hijos, Lyle y Erik. Este hecho conmocionó a la opinión pública y dividió a la sociedad entre quienes veían a los hermanos como asesinos en busca de fortuna, y quienes creían que fueron víctimas de abusos durante toda su vida, hasta el punto de sentirse acorralados.
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez tiene la difícil tarea de equilibrar estas dos narrativas. Presenta a los hermanos Menéndez no solo como criminales fríos, sino también como jóvenes dañados por un hogar disfuncional, donde el abuso y el control formaban parte de su cotidianidad. El dilema moral es evidente: ¿fueron Lyle y Erik víctimas o verdugos? Sin duda, la producción intenta ofrecer una visión matizada del caso, pero a menudo se siente atrapada entre la necesidad de ser sensacionalista y la de profundizar en las complejidades psicológicas de los personajes.
Producción y ambientación destacables
La ambientación de finales de los 80 y principios de los 90 está bien lograda. Los detalles visuales, desde los atuendos hasta los escenarios, contribuyen a crear una atmósfera que captura la época en que ocurrió el crimen. En términos técnicos, Ryan Murphy demuestra una vez más su capacidad para dirigir producciones estilizadas con una estética visual cuidada.
A nivel técnico, Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez cumple con lo esperado. La cinematografía es competente, pero no destaca de manera significativa en comparación con otros trabajos de Ryan Murphy. La banda sonora, aunque atmosférica, se vuelve repetitiva y no logra elevar las emociones de las escenas más dramáticas.
Las actuaciones también son uno de los puntos más fuertes de la serie. Los actores que interpretan a Lyle y Erik Menéndez logran transmitir la complejidad emocional de sus personajes, pasando de momentos de frialdad calculada a episodios de vulnerabilidad. El espectador puede sentir empatía por su dolor, aunque nunca está del todo claro si sus acciones fueron justificadas.
Narrativa inconsistente, sensacionalismo y un guion predecible
Uno de los principales problemas de Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez es su tono inconsistente. A lo largo de sus nueve episodios, "Monstruos" oscila entre la intriga judicial, el drama familiar y el thriller psicológico, pero nunca parece encontrar un equilibrio claro. En algunos momentos, se adentra en las alegaciones de abuso sexual y emocional de manera seria y reflexiva; en otros, la trama se siente explotadora, más interesada en el morbo del crimen que en ofrecer una representación auténtica de los hechos.
Este enfoque sensacionalista puede resultar problemático, especialmente en una historia que involucra temas tan delicados como el abuso infantil. Aunque la serie intenta mostrar los efectos de los abusos en los hermanos, a veces parece que utiliza estos elementos solo para añadir dramatismo, en lugar de hacer un análisis profundo y respetuoso de las consecuencias del trauma.
El guion de la serie sigue la fórmula de muchos dramas judiciales, lo que resulta en una estructura predecible y, en ocasiones, lenta. Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez podría haber reducido algunos episodios para mantener el ritmo ágil, pero en lugar de eso, se toma su tiempo para explorar detalles que, aunque interesantes, no siempre aportan a la narrativa central.
Los flashbacks que muestran el abuso sufrido por los hermanos son efectivos en algunos momentos, pero su repetición se siente forzada y, en última instancia, diluye el impacto emocional que podrían haber tenido.
Conclusión de Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez es una serie que promete más de lo que finalmente entrega. Si bien ofrece una representación visualmente atractiva del caso, se ve lastrada por una narrativa que, aunque intenta ser empática, cae con demasiada frecuencia en el sensacionalismo. Las actuaciones logran sostener la serie hasta cierto punto, pero el guion inconsistente y el desarrollo lento evitan que esta producción se convierta en una obra destacada.
Para aquellos interesados en el caso de los Menéndez, la serie puede ofrecer una visión intrigante de los hechos, pero no esperen un análisis profundo ni una exploración emocionalmente resonante del trauma y la justicia.
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