Niki, primera película como directora de la actriz francesa Céline Sallette, coproducción de Francia y Bélgica realizada y presentada en el Festival de Cannes en el año 2024. Biopic que trata la parte más desconocida y dramática de la pintora y escultora Niki Saint Phalle. Estreno en salas de cines españolas el 22 de agosto de 2025.
Crítica de 'Niki'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Niki
Título original: Niki
Reparto:
Charlotte Le Bon (Niki de Saint Phalle)
John Robinson (Harry Mathews)
Damien Bonnard (Jean Tinguely)
Judith Chemla (Eva Aeppli)
Jesse Guttridge (Jean Pierre)
Quentin Dolmaire (Pierre Restany)
Virgile Bramley (El caballero)
Marie Zabukovec (Jackie)
Eric Pucheu (François Dufrêne)
Grégoire Monsaingeon (André de Saint-Phalle)
Léo Dussollier (Martial Raysse)
Xavier De Guillebon (René Drouin)
Año: 2024
Duración: 98 min.
País: Francia
Director: Céline Sallette
Guion: Céline Sallette. Biografía sobre: Niki de Saint Phalle
Fotografía: Víctor Seguin
Música: Para One
Género: Drama. Biopic
Distribuidor: VerCine
Tráiler de 'Niki'
Sinopsis
La película nos cuenta la vida de Catherine Marie-Agnès Fal de Saint Phalle, rebautizada como Niki por su madre a la edad de cuatro años, decidió dedicarse de lleno al arte en 1953. Uniéndose al grupo de Nuevos Realistas -que incluía al artista suizo Jean Tinguely, con quien se casaría por una segunda vez en 1971-, Niki de Saint Phalle realizó sus primeras pinturas-Performance de Tirs en 1961, comenzó a crear sus famosas esculturas feministas Nanas en papel encolado y resina en 1964, antes de trabajar a partir de los años 1970 en proyectos de instalaciones monumentales como el Jardín del Tarot en Italia o la Fuente Stravinsky en París… (VerCine)
Dónde se puede ver la película en streaming
La figura de Niki Saint Phalle
Niki de Saint Phalle es el nombre artístico de la célebre pintora y escultora, nacida en las afueras de París en 1930, de padres banqueros norteamericanos que se trasladaron tras el famoso crack de la bolsa de 1929, regresando la familia a Estados Unidos en 1933. El guion de Céline Sallette y Samuel Doux está centrado desde la infancia de Niki hasta sus comienzos artísticos como pintora tras su breve etapa de modelo y actriz.
Niki está dividida en tres etapas, sus años viviendo en el país norteamericano, sus primeros años en Francia y el comienzo de su carrera artística como pintora. Ahonda en su vida personal muy condicionada por la relación conflictiva que sufrió con un padre mujeriego y problemático, que va a determinar su personalidad frágil e insegura. Al igual que en muchos artistas Niki llegó a la pintura como desahogo vital aferrándose como tabla de salvación de su inestable vida emocional lastrada desde la infancia.
Estructura fragmentada y tratado visual
Niki sigue fielmente la vida de la artista vanguardista que no solo se hizo famosa por sus esculturas grotescas, sino también por sus turbulentas y astutas relaciones personales y profesionales que marcaron su carrera. La película también se adentra en la psique de Saint Phalle, expone sus traumas y muestra la mente inquieta que fue la fuerza motriz detrás de sus creaciones artísticas, a menudo controvertidas y feministas.
La estructura narrativa de la película es deliberadamente fragmentaria, ya que hace referencia al estilo confuso y a menudo collage que caracteriza la obra de Saint Phalle. Se trata de otra elección atrevida de Céline Sallette, ya que, por un lado, este enfoque se ha elegido deliberadamente como homenaje a la forma en que la artista veía el mundo, pero, por otro lado, a menudo provoca confusión y una falta de coherencia emocional. Los fragmentos están llenos de imágenes surrealistas, sueños y miedos a través de numerosos flashbacks confusos y llamativos que resultan hipnóticos y perturbadores a la vez.
Con una explosión de colores y formas, Niki es un tratado visual. Un plus, sobre todo si se tiene en cuenta que las obras de Saint Phalle son también una festiva amalgama de elementos coloridos. La fotografía de Víctor Seguin (Blue Jean, A tiempo completo, Gagarine) también intenta igualar la estética peculiar de la obra de Saint Phalle con movimientos de cámara fluidos y encuadres poco convencionales. El resultado es estéticamente bello, pero a veces demasiado forzado y abrumador. Las imágenes, a menudo demasiado pulidas, parecen a veces obras de arte independientes más que partes de una película coherente.
El Arte como arma terapéutica
La parte más interesante de Niki es el paralelismo que se establece entre las incidencias de su vida mental y su transposición en su obra artística, como la catarsis terapéutica espontánea que muchos artistas desarrollan de manera impulsiva y dramática. Por otra parte una limitación del largometraje es que el biopic se queda corto, al quedarse a mitad de su trayectoria pictórica, abordando solo sus comienzos expresivos experimentales. Se echa muy en falta la prolífica obra por la que se le conoce principalmente en sus exposiciones y museos de todo el mundo, sus esculturas coloristas volumétricas de mujeres curvas conocidas como las Nanas.
Niki se centra en la década en la que la protagonista madura como artista y encuentra su vocación. El arte se convierte literalmente en un arma con la que combate y expulsa sus traumas. Estos tienen su origen en los abusos sexuales que sufrió de menor por parte de su padre durante años. En flashbacks y, en parte, en una pantalla dividida, se transmiten estas experiencias tan dolorosas como amargas.
El sufrimiento vivido se convierte en su impulso artístico. Cuando se encuentra en un hospital psiquiátrico, literalmente ansiosa por encontrar una salida creativa, comienza a hacer collages con cartón viejo y materiales naturales. Lo que le importa sobre todo es la expresión rápida de sus sentimientos inmediatos. Cuando más tarde recurre realmente a las armas para sus llamadas Pinturas-disparo, es la forma más directa de pasar de la emoción al arte.
Conclusión de 'Niki'
Niki está centrada en la parte más dramática de la tormentosa biografía de la pintora y escultora feminista. Recorre su vida desde sus primeros años hasta su segundo matrimonio con el también artista Jean Tinguely, pero deja huecos tanto en su biografía personal como en su etapa feminista más característica como escultora de las Nanas, por las que es conocida principalmente por mucha gente.
Céline Salette aborda la vida y obra de la artista Niki de Saint Phalle de una manera poco habitual: no se centra en la obra, sino en la psique de la protagonista, para quien el arte sirve sobre todo como forma de superar las experiencias de abuso.
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