Olivia Wilde vuelve como directora tras su debut con Súper empollonas (2019) para adentrarnos en Victoria, la tradicionalmente idílica comunidad en la que residen los personajes de No te preocupes querida (Don't worry darling). La película se estrena en España el 23 de septiembre de 2022 y cuenta con un reparto entre quienes destaca la propia Olivia Wilde, Florence Pugh, Harry Styles, KiKi Layne, Chris Pine, Gemma Chan y Nick Kroll.
Crítica de 'No te preocupes querida'
Resumen
Ficha Técnica
Título: No te preocupes querida
Título original: Don't Worry Darling
Reparto:
Florence Pugh (Alice Chambers)
Harry Styles (Jack Chambers)
Olivia Wilde (Bunny)
Gemma Chan (Shelley)
Chris Pine (Frank)
KiKi Layne (Margaret)
Nick Kroll (Dean)
Douglas Smith (Bill)
Kate Berlant (Peg)
Asif Ali (Peter)
Dita Von Teese (Dita Von Teese)
Timothy Simons (Dr. Collins)
Sydney Chandler (Violet)
Año: 2022
Duración: 122 min.
País: Estados Unidos
Director: Olivia Wilde
Guion: Katie Silberman, Carey Van Dyke, Shane Van Dyke
Fotografía: Matthew Libatique
Música: John Powell
Género: Thriller. Intriga
Distribuidor: Warner Bros Pictures España
Tráiler de 'No te preocupes querida'
Sinopsis
Alice (Pugh) y Jack (Styles) tienen la suerte de vivir en la comunidad idealizada de Victoria, la ciudad experimental de la compañía que alberga a los hombres que trabajan para el proyecto de alto secreto Victoria y también a sus familias. La vida es perfecta y la compañía satisface todas las necesidades de los residentes. Pero empiezan a aparecer grietas en su idílica vida, sacando a la luz destellos de algo mucho más siniestro que acecha debajo de la atractiva fachada. Y es entonces cuando Alice no puede evitar preguntarse qué están haciendo exactamente en Victoria y por qué. ¿Qué precio tendrá que pagar Alice para sacar a la luz lo que está pasando en este paraíso? (Warner Bros Pictures España)
Dónde se puede ver la película en streaming
Victoria, un lugar de ensueño
No te preocupes querida hace alusión a su título. Ni una sola mujer parece preocupada en el virilmente ideal vecindario de Victoria. Con una ambientación en los años 50 de lo más estadounidense, cada familia parece seguir unas mismas normas invisibles que homogenizan a cada persona. La colectividad frente al individuo.
Los personajes no muestran inquietudes ni ambiciones más allá de seguir lo estipulado bajo una apariencia de felicidad extrema que encubre una prohibida incertidumbre. Porque lo más valorado en Victoria es la discreción, y no hay manera más fácil de ser discreto que no sabiendo nada.
Es en el momento en que la duda se instala en el pensamiento de Alice (Florence Pugh) cuando se comienza a resquebrajar el mundo perfecto en el que conviven los protagonistas. Si para saber la verdad hay que abrir los ojos, aquí tendrá que ser capaz de cerrarlos lo más fuerte posible. Y una vez conozca la verdad, podrá ser libre.
Asimismo, pese a la fragilidad de Victoria como fantasía de perfección, sí se presenta una belleza distintiva en la manera en que se muestra el vecindario y la rutina. Las impecables tomas milimetradas, la gama de colores, la iluminación y la simetría son ejes fundamentales de la técnica y la estética de No te preocupes querida, de las que sí que no debes preocuparte en ningún momento.
Caballo de troya
Las dinámicas de poder son uno de los soldados dentro del caballo de troya que es esta película. "There is beauty in control. There is grace in symmetry. We move as one." Este mantra se repite en innumerables ocasiones a lo largo del filme tanto verbal como visualmente.
No solo se presenta a la mujer en un rol sumiso y falto de aspiraciones más allá de la norma establecida en el que la esposa está al servicio de su marido, sino que los propios hombres también están bajo el deslumbrante yugo de Frank (Chris Pine), quien dirige todo el cotarro. Los personajes intentan vivir una vida que consideran propia mientras contribuyen a una especie de esquema piramidal en el que consiste esta fantasía jerarquizada encabezada por un retorcido narcisista disfrazado de Dios.
Por otra parte, el claro mensaje feminista de la película es otro de los puntos fuertes. La manera en que el personaje protagonista está construido deja ver que incluso estando Alice dentro de este rígido sistema social, no encaja tan a la perfección como debería.
De manera más alegórica se puede ver en las escenas de sexo. Es ella quien recibe el placer y su marido quien se arrodilla para complacerla. Pero también es visible en el rechazo a la maternidad mientras el resto de sus amigas tienen hijos. O en la sutil mención visual a Sylvia Plath en sus recuerdos (quien curiosamente, además de adscrita al feminismo, también recibió un tratamiento de electrochoque —aunque por diferentes motivos—).
No es baladí la banalización de un tema tan importante como la igualdad de género, y es cierto que No te preocupes querida abarca más de lo que aprieta. Sin embargo, la inclusión de esta preocupación social resulta acorde para con la trama y trae, a su manera, una ampliación del mensaje feminista que ya intentaba Wilde que calara en el espectador con Súper empollonas.
A su vez y también fundamental, se muestra una preocupación por el uso de las nuevas tecnologías como amplificador de discursos reaccionarios.
Esto se transmite dejando ver que gran parte de las mujeres de Victoria no son más que un producto de la masculinidad frágil e insatisfecha de unos hombres incapaces de mirar más allá de su propio ombligo. Para sentirse los dueños de su vida necesitan controlar e invalidar la vida de sus parejas. Hay belleza en el control, ¿no?
Interpretaciones (casi) victoriosas
Es imposible hablar de No te preocupes querida sin alabar la interpretación de Florence Pugh, quien consigue transmitir todas y cada una de las emociones que siente su personaje con una facilidad que incluso asusta.
En contraposición, Harry Styles muestra a un Jack descafeinado y totalmente plano, sin luces ni sombras. Además, compartiendo escena con Pugh no hace más que empequeñecerse por momentos. Si bien esta poco acertada decisión no consigue afectar a la película en general, se echa en falta un poco de dinamismo y experiencia a la hora de interpretar. Al menos, gran parte de esta inexpresividad proviene de los pocos matices que tiene el personaje, por lo que es posible que el doblaje consiga mejorar un poco este aspecto.
Por su parte, las amigas (Olivia Wilde y Dita Von Teese) se presentan como dos personajes de lo más creíbles, destacando la amable frivolidad del personaje de Wilde. También Sydney Chandler clava a la nueva vecina, quien llega en el momento justo en que todo se desata. Y KiKi Layne consigue, pese a sus escasas apariciones, sembrar la duda no solo en Alice sino en el espectador.
A su vez, Chris Pine encarna a su personaje a la perfección, creando un juego del gato y el ratón con Florence Pugh del que se sabe vencedor desde incluso antes de comenzarlo.
Conclusión de 'No te preocupes querida'
No te preocupes querida es una película de suspense con tintes de un terror psicológico que consigue ponernos en tensión y entretenernos los 122 minutos de duración que tiene.
Destacando la increíble interpretación de Florence Pugh, quien parece atravesar la pantalla, así como los aspectos técnicos y estéticos que son perfectos, se consigue obviar las flaquezas de esta obra que pone en evidencia una preocupación real por el devenir de la figura femenina en la sociedad.
Reportaje de No te preocupes querida en Días de Cine TVE
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