En la Trilogía del Apocalipsis Adolescente, compuesta por Totally Fucked up, The Doom Generation y Nowhere (1997), la que nos ocupa, Gregg Araki se aventuró a retratar el mundo quimérico y embriagado de la juventud de los 90. Con un modus operandi tan genuino como volátil, el director estadounidense logró impregnar su particular huella navegando por los excesos culturales de los alucinógenos, el punk wave y el sexo hedonista, entre otros muchos delirios pop.

El 1 de agosto de 2025 la versión restaurada en 4K de Nowhere (1997) se estrena en Filmin. Este estreno forma parte de la XV edición del Atlàntida Mallorca Film Fest, que se celebra del 25 de julio al 3 de agosto en Palma de Mallorca y del 25 de julio al 25 de agosto en Filmin. Esta versión restaurada incluye escenas previamente censuradas por la MPAA para obtener la clasificación R, convirtiéndose en la primera vez que se presenta el corte original sin censura del director desde su estreno mundial en Sundance en 1997.



Nowhere película

Crítica de 'Nowhere'

Ficha Técnica

Título: Nowhere
Título original: Nowhere

Reparto:
James Duval (Dark)
Rachel True (Mel)
Nathan Bexton (Montgomery)
Chiara Mastroianni (Kriss)
Jordan Ladd (Alyssa)
Rose McGowan (Val-Chick)
Debi Mazar (Kozy)
Kathleen Robertson (Lucifer)
Scott Caan (Ducky)
Christina Applegate (Dingbat)
Shannen Doherty (Val-Chick)
Denise Richards (Jana)
Ryan Phillippe (Shad)

Año: 1997
Duración: 82 min.
País: Estados Unidos
Director: Gregg Araki
Guion: Gregg Araki
Fotografía: Arturo Smith
Música: Varios
Género: Comedia. Drama
Distribuidor:

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Nowhere'

Sinopsis

A través de los ojos de Dark, el protagonista, nos lanzamos a este viaje alucinante que nos muestra todos los caminos que se nos abren cuando comenzamos a buscar nuestro lugar en la sociedad. (Filmin)

Dónde se puede ver la película en streaming



Psicodelia y apocalipsis

Gregg Araki optó por Los Ángeles para desatar su ya icónica carga nihilista e impetuosa queer. El destino no fue elegido al azar, pues hablamos de una ciudad que abrazó impulsivamente la problemática contradicción entre la industria del entretenimiento y la desigualdad social. La considerada cima de la diversidad y la cultura también fue un nido de violencia y almas deshumanizadas y sin rumbo.

Nowhere (1997) es, entonces, una representación caótica y honesta, muy honesta, de todos esos extremos superficiales que tanto calaron en la hipérbole juvenil de la época. La estética lo dice absolutamente todo: Una identidad trash de colores intensísimos y neones, escenarios satirizados que nos remiten a visiones psicodélicas muy cercanas a la caricatura y un gusto muy específico por la moda grunge excéntrica.

Nowhere (1997) película

Una visión rebelde y machacona

Sobre el papel, las influencias románticas y agresivas de Gregg Araki parecen fluir con la suficiente libertad creativa como para no dejar cabos sueltos en la justificación de sus intenciones, desenfadadas y seguramente caprichosas.

A una película como Nowhere (1997) no se le pueden negar ciertos factores diferenciales que contextualizan de manera casi inmediata una experiencia de culto divertida, rebosante de personalidad y formalmente apreciable.

No obstante, en las entrañas de ese albedrío resuena una provocación demasiado impulsiva, insistente y desordenada. Muy fiel a sus principios pero igualmente plasta en su desequilibrada ejecución.

Nowhere película

La edad del pavo

Si decidimos entenderla como una alegoría de la realidad del joven queer y la angustia existencial adolescente, puede encajar como una pieza certera y de un virtuosismo incluso radiante. De aquellas que son capaces de definir toda una estética y estructura sociológicas y reunir a una inmensa comunidad que base una estimable porción de su personalidad en ella, en cada uno de sus delirios.

Pero la verdad es que Gregg Araki actúa como si no estuviera seguro de si tomarse su película demasiado en serio o no. La declara abiertamente surrealista y chillona, pero es consciente de que tiene algo que decir, y lucha porque su mensaje sea lo más nítido posible.

Por otro lado, sus personajes son jóvenes vulnerables, cínicos, complejos, introspectivos, irreverentes y marginales que anhelan hallar significados a través del amor y la sensibilidad.

Son representados con una curiosidad humana inclinada a explorarlos desde muy cerca, a diseccionar sus conductas y entender sus desenfrenos, pero luego son abandonados a su suerte en una narrativa deslavazada, la cual rechaza la coherencia en su totalidad y prescinde de otorgarles una definición consecuente con las temáticas que pretende abordar.

James Duval

La voz cantante

Al final, en esta imperfecta pero hipnótica obra, dependerá del espectador sumarse al indiscutible disfrute hedonista que supone Nowhere (1997) o huir despavorido de ese prácticamente ininteligible lienzo que es su guion.

En mi caso, veo muchas luces, especialmente en las decisiones de color y montaje y en su gusto musical. También percibo muchas sombras, que cubren todo lo relacionado con la relevancia discursiva y el rumbo de la no-trama. Creo que, al fin y al cabo, es una película intratable y puñetera, y puede que fuera eso lo que siempre quiso Gregg Araki. Y no se le puede señalar por ello.

James Duval

Conclusión de 'Nowhere (1997)'

Nowhere (1997) encapsula con soberbia puntería los vaivenes de la estética noventera que engloba todo aquel pop-punk queer que trató de hacerse un hueco en las violentas, caóticas y diversas calles de Los Ángeles. Es un mito de culto problemático, pero sobradamente auténtico. O estás con ella, o contra ella. O como yo, contra ella y con ella.

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