Nunca volverá a nevar (Never Gonna Snow Again) es una película de la directora polaca Malgorzata Szumowska (1973) realizada en 2020 y candidata por su país a los Oscar. Su primera película fue Happy Man (2000). Después rodó Strangers (2004), Elles (2011), Amarás al prójimo (2013), Cuerpo (2015), Mug (2018) y The Other Lamb (2019). Estreno en salas de cine españolas el 28 de mayo de 2021. Ésta coproducción polaca y alemana de Lava Films y Match Factory Productions adopta un género híbrido entre comedia y drama.
Un inmigrante ucraniano vive solo en un modesto piso y trabaja como masajista en una acomodada urbanización privada de Varsovia. Casa por casa va dando masajes y aliviando los problemas emocionales de sus clientes. Así vamos conociendo a los moradores con sus frustraciones y deseos. Las habilidosas manos y su mirada magnética y observadora radiografían hombres y mujeres insatisfechos. Presentada en el D’A Festival Barcelona de 2021 a través de la plataforma Filmin.
Crítica de 'Nunca volverá a nevar'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Nunca volverá a nevar
Título original: Never Gonna Snow Again / Sniegu juz nigdy nie bedzie
Reparto:
Alec Utgoff (Zenia)
Agata Kulesza (Ewa)
Maja Ostaszewska (Maria)
Weronika Rosati (Wika / Madre of Zenia)
Katarzyna Figura (Dueño de bulldogs)
Jaroslaw Milner (Inversor)
Andrzej Chyra (Soldado)
Krzysztof Czeczot (Esposo de Maria)
Lukasz Simlat (Esposo of Wika)
Año: 2020
Duración: 115 min
País: Polonia
Director: Malgorzata Szumowska, Michal Englert
Guion: Michal Englert, Malgorzata Szumowska
Fotografía: Michal Englert
Música:
Género: Comedia. Drama
Distribuidor: Noucinemart
Tráiler de 'Nunca volverá a nevar'
Sinopsis
Un inmigrante ucraniano, atractivo y misterioso, se gana la vida dando masajes a domicilio en un barrio residencial acomodado de las afueras de Varsovia. En sus manos, sin embargo, se oculta un don único, un poder curativo que penetra en las almas solitarias de sus clientas y que lo convierte en objeto de deseo. Małgorzata Szumowska y Michał Englert firman una sátira provocativa con toques de delirio surrealista. (Noucinemart)
Dónde se puede ver la película en streaming
Él ve un punto, ella ve círculos
En la penumbra de la noche cerrada vemos avanzar entre los árboles a un hombre llevando una camilla de masaje. Luego atraviesa un paso elevado para dirigirse a una misteriosa entrevista. Al mismo tiempo comienza la banda sonora de Nunca volverá a nevar (Never Gonna Snow Again) con la Suite para Orquesta de Variedades. Tema compuesto por Dmitri Shostakóvich y que es mítico en Eyes Wide Shut, película póstuma de Stanley Kubrick.
Zhenia (Alec Utgoff) es un inmigrante ilegal nacido en la localidad ucraniana de Chernóbil. Hombre joven solitario y silencioso da masajes con sus habilidosas manos a los vecinos de una urbanización de economía alta en las afueras de Varsovia. Entramos con él en esos grandes chalets conociendo así sus frustraciones y anhelos.
El guion está escrito por la directora polaca Malgorzata Szumowska con Michal Englert, habitual director de fotografía de sus películas y también codirector de Nunca volverá a nevar (Never Gonna Snow Again). Texto e imagen envuelven la película en una atmósfera de apacible misterio por desvelar.
Zhenia comienza su trabajo en la Casa 7 al día siguiente de una fiesta familiar en la caótica casa de una joven pareja con niños pequeños. Las tomas cenitales dejan a la atractiva madre de familia relajada sobre la camilla tras el masaje hipnótico. Mientras tanto el masajista deambula por la gran mansión inspeccionando las habitaciones. Zhenia sigue desplegando sus sanadoras manos en la Casa 33 aliviando los graves problemas de salud de un hombre partidario de las curas naturales. Termina su jornada laboral en la Casa 21 donde atiende a una mujer madura insatisfecha de pelo corto rubio. El masajista siempre complaciente con sus clientes atiende sus explicaciones artísticas sobre arte dándole la razón.
Zhenia regresa por la noche a su triste piso donde añora Ucrania y a su madre muerta tras el accidente radioactivo de Chernóbil.
Al día siguiente de nuevo cargado con su camilla plegable va en metro hasta la urbanización en las afueras de la ciudad. Tras pasar el control de seguridad privada observa a un extraño y conflictivo vecino exmilitar de las fuerzas de la ONU. La fábula hipnótica de Nunca volverá a nevar (Never Gonna Snow Again) sigue desgranando los caracteres ambivalentes de sus personajes con sus insatisfacciones y deseos.
Durante el recorrido por las mansiones la película introduce confusas secuencias entre las ensoñaciones, recuerdos y fantasías personales. No quedan claras prestándose a interpretaciones diversas por los espectadores. Esto hace necesaria una atención especialmente detallada en planos y secuencias. La habitual sugerente fotografía de Michal Englert se recrea estéticamente en las escenas de fantasía esparcidas entre las secuencias.
Mientras tanto dos misteriosos hombres de negro buscan a Zhenia en su barrio de pisos baratos preguntando por su paradero a la vecindad. Ésta búsqueda añade más misterio al personaje hermético del ucraniano. Al mismo tiempo alerta al masajista para evadirse del control y rastreo. El guión dosifica lentamente la trama en un juego de insinuaciones y ocultamientos.
Los vecinos insatisfechos de la urbanización privada recurren al masajista Zhenia para calmar sus sensaciones vitales de vacío. Resultan a veces caricaturescos los personajes de éstas grandes mansiones.
Quizás la más patética sea la madura Gucci (Katarzyna Figura) de la Casa 11, mujer que vive sola totalmente entregada a sus tres perros bulldog. La apatía vital de uno de sus perros hace que reclame con urgencia los servicios de masaje para calmar su ansiedad. La secuencia resulta irónica y especialmente reveladora.
Nunca volverá a nevar (Never Gonna Snow Again) continúa mientras su viaje de fábula fantasiosa de crítica social y ecológica.
Anhelos afectivos y deseos sexuales insatisfechos
La riqueza de los moradores de la urbanización privada no logra sin embargo ocultar sus vidas huecas insatisfechas emocionalmente. También los niños que acuden a recibir enseñanza y educación en el elitista colegio francés carecen de la espontaneidad característica de su edad.
Un joven estudiante de Química hijo de una mujer frustrada sexualmente trapichea con anfetaminas y psicotrópicos para los vecinos adultos de la urbanización.
Los poderes hipnóticos de las manos del masajista más su influencia carismática consiguen la entrega personal y física de sus clientes.
La trama tiene un tono intrigante y elusivo con ritmo parsimonioso de las secuencias aumentando el aire misterioso del personaje de Zhenia. Su amplia dedicación a la vecindad hace que se encelen entre ellos en su red de telaraña emocional.
Nunca volverá a nevar (Never Gonna Snow Again) es una película controvertida entre los críticos con alabanzas y desprecios. Fue seleccionada por los festivales de Bergen, Polish Film, Goteborg, Camerimage y Minsk Festival). Recibió el Premio Especial del Festival de Venecia. En España se proyectó en los festivales de Sevilla y el reciente D’A de Barcelona de 2021.
Son destacables sus aspectos estéticos y visuales por sus evocaciones metafóricas y oníricas. La banda sonora reúne temas de música clásica bien elegidos añadiendo intriga y misterio.
Especialmente significativa la secuencia donde el enigmático Zhenia mira en un “peep show” los insinuantes movimientos de un femenino bailarín. También la del brindis entre el masajista y la deseosa mujer madura que vive con su familia perruna.
La película va terminando con la fiesta de final de curso del colegio francés. Zhenia vuelve a tener protagonismo en su papel de mago Houdini contando como ayudante con la atractiva madre de un alumno. Otras secuencias cierran la a sutil alegoría futurista dejando un final abierto a la interpretación.
Conclusión de 'Nunca volverá a nevar'
Nunca volverá a nevar (Never Gonna Snow Again) es una película ambigua de interpretaciones en las secuencias intercaladas entre las visitas de Zhenia a sus clientes. Acertado enfoque psicológico tanto del masajista inmigrante ucraniano y de los vecinos de la urbanización privada. Resultan aminorados sus planos estéticamente bellos y sugerentes por su confusión argumental.
Interpretaciones correctas donde destaca el actor polaco Alec Utgoff en su personaje del impasible masajista Zhenia.
Película controvertida en su valoración por los críticos y desigual para los espectadores. Sus mayores atractivos son el retrato psicológico de la comunidad acomodada. Con sus anhelos, deseos y frustraciones. Destacable la riqueza visual y sonora de algunas secuencias.
Su ritmo cadencioso puede no gustar a seguidores del cine de acción.
Reportaje de Nunca volverá a nevar en Días de Cine TVE
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM