Omi nobu es un documental del director de Cabo Verde Carlos Yuri Ceuninck, con un guion coescrito por él y César Schofield Cardoso. Realizado en 2023, está hablado en criollo caboverdiano producido por Korikaxoru Films. Fue premiado como Mejor Documental en el festival Fespaco de Burkina Faso en 2023. Estrenado en España en la Sección Hipermetropía del 21 FCAT, Festival de Cine Africano de Tarifa.
Crítica de 'Omi Nobu'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Omi Nobu
Título original: Omi Nobu
Reparto:
Año: 2023
Duración: 64 min.
País: Cabo Verde
Director: Carlos Yuri Ceuninck
Guion: Carlos Yuri Ceuninck, César Schofield Cardoso
Fotografía: Nenass Almeida
Música: Henrique Silva
Género: Documental
Distribuidor:
Tráiler de 'Omi Nobu'
Sinopsis
En los años 80, en Cabo Verde, en la isla de São Nicolau, en la pequeña aldea de Ribeira Funda, los habitantes decidieron abandonar el lugar, asustados por una serie de trágicos sucesos que tuvieron lugar en la isla, atribuyendo esos dramas a las fuerzas del mal que habitan en los alrededores. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
El último habitante de Ribeira Funda
Quirino Rodrigues es el último habitante que se quedó solitario en la pequeña aldea de Ribeira Funda, perteneciente a la isla cabo verdiana de Saó Nicolau. Los demás huyeron a Estancia de Bros asustados por hechos trágicos que atribuyeron fueron causados por las fuerzas del mal que estaban cercanas al pueblo. Quirino vive solo en una casa de piedras junto al mar, habiendo sido pescador en jornada de mañanas, ahora ya muy mayor pasa el tiempo recordando su pasado y mirando el mar. El guion de Omi nobu hace un seguimiento continuo del viejo pescador a lo largo de sus monótonos días, ocupándose de su autocuidado y distraído con las noticias que escucha en la radio. Hay una reflexión sobre el paso del tiempo, lo efímero de la vida y su desenlace final con la muerte.
La cámara de Arilson Almeida presenta unas bellísimas imágenes de las montañas verdes, la costa agreste y los lejanos caminos rurales, con espectaculares vistas panorámicas del paisaje característico de éstas islas atlánticas. A través del retrato cinematográfico vemos los pormenores de su aseo diario y su alimentación escasa en las precarias condiciones de vida, Sin embargo parece conformado con su vida, sin más propósito que ver pasar los días lentamente con una gran calma y apenas más sonidos que el de su entorno natural.
El sonido de la Naturaleza y el silencio del hombre
Omi nobu presenta una gran sencillez narrativa adoptando la actitud de testigo silencioso del pasar de los días en estos parajes lejanos que parecen estar fuera del tiempo. El montaje de Antoine Donnet va alternando las imágenes de los bellísimos paisajes naturales de las montañas y el mar fiero que se bate contra las rocas al llegar a tierra. Contrasta este retrato audiovisual vivo de la Naturaleza con la quietud y el silencio del único habitante de la localidad, callado, solitario y meditabundo. Dentro de este contexto, el sonido ambiental grabado por David Medina tiene bastante importancia, siendo la banda sonora principal con el ruido de las olas y del viento azotando a veces con fuerza. El silencio permanente de Quirino impone e impresiona, permaneciendo callado todo el día con la mirada absorta habitualmente en lo que hace, ocasionalmente mira al mar cercano que tantas veces navegó para pescar.
Omi nobu es un documental de una austeridad extrema en su forma de narrar, poniéndose totalmente al servicio de mostrar las minuciosas conductas del solitario, que siendo dueño de todo el tiempo no tiene prisa ninguna. Este tempo lento consigue contagiar al espectador, que se recrea observando cada detalle de su comportamiento, y admira la belleza de los paisajes terrestres y marinos a lo largo de las distintas horas del día y la noche.
La vida en Estancia de Bros
Pero el paso del tiempo también va dejando huellas en la naturaleza y las personas al pasar cada jornada, por lo que Quirino siente cada vez que sus piernas van más lentas y se mueven con mayor dificultad. También nota que su cabeza no funciona ágil y tiene más olvidos desde hace un tiempo. Por todo ello, una mañana se encamina a abandonar su ahora más que nunca casa solitaria, para ir a reunirse con sus antiguos convecinos en Estancia de Bros.
Ahora la acción cambia en el nuevo entorno habitado, donde Omi nobu se convierte en un documento etnográfico reflejando las costumbres de los paisanos de Saó Nicolau. El espectador agradece esta transformación donde se ensancha la vida y amplía el sonido con la música de Henrique Silva, que recoge la tradicional del lugar interpretada por una pequeña banda de lugareños. Con la llegada de Quirino Omi nobu enseña los sencillos juegos de los niños con las canicas, paseos por los caminos y la presencia de ganado con animales de la zona. Contrastada con la vida está la muerte que no perdona a nada ni a nadie, también la mayor sequía cuando el agua es vida. Se reflexiona también con la necesidad de transmisión de conocimientos y tradiciones, de generación en generación en el ciclo de la vida.
Conclusión de 'Omi nobu'
Omi nobu es un documental cavoverdiano del guionista y director Carlos Yuri Ceuninck, que sigue la vida del último habitante de la aldea de Ribeira Funda en la isla de Saó Nicolau, donde sus habitantes abandonaron la localidad por unos sucesos trágicos ocurridos, que atribuyeron a fuerzas malignas cercanas. Quirino Rodrigues antiguo viejo pescador vive solo en una casa de piedra junto al mar, sin prisa y resignado al inexorable paso del tiempo. Se hace una reflexión sobre la vida, la memoria, el discurrir de los días y la muerte.
Un día Quirino decide trasladarse andando hasta la localidad de Estancia de Bros, donde siguen viviendo sus antiguos convecinos, sirviendo de contraste a la anterior soledad extrema mostrada.
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