Parenostre dirigida por Manuel Huerga narra la historia del dirigente catalanista Jordi Pujol desde sus inicios políticos hasta su hundimiento debido a los casos de corrupción vinculados con la financiación irregular de Convergencia y el fraude fiscal en Andorra. Estrenada el 16 de abril de 2025 en salas de cine españolas.
Crítica de 'Parenostre'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Parenostre
Título original: Parenostre
Reparto:
Josep Maria Pou
Carme Sansa
Pere Arquillué (Jordi Pujol Ferrusola)
Eduardo Lloveras
Xavier Ricart
David Selvas
Lluís Soler
Silvia Abril (Victoria Álvarez)
Alberto San Juan
Antonio Dechent (José Manuel Villarejo)
Gema Sala
Albert Pérez
Carlos Reyes
Año: 2025
Duración: 96 min.
País: España
Director: Manuel Huerga
Guion: Toni Soler
Fotografía: Mario Montero
Música: Aida Ten
Género: Drama. Biográfico
Distribuidor: Filmax
Tráiler de 'Parenostre'
Sinopsis de 'Parenostre'
El legado político de Jordi Pujol quedó en entredicho tras la confesión sobre su delito fiscal. Una larga trayectoria como activista, como Presidente de la Generalitat y como patriarca de una familia que concentró poder e influencia durante décadas. “Parenostre” es una historia de pecados y penitencias, de padres e hijos, de poder y abuso de poder, a la sombra de una de las figuras más importantes de la historia contemporánea de Catalunya. (Filmax)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una delicia necesaria
La película sobre el dirigente catalán, el molt honorable president es una delicia que se degusta de manera lenta y placentera. Su director combina magistralmente el thriller político con ligeras gotas de humor que hacen un fresco de la realidad política catalana y española de los último setenta años. Parenostre por infrecuente se convierte en una parada obligatoria de la filmografía inherente, aquella que nos permite conocer nuestra idiosincrasia como país. Como se menciona en Parenostre, ya no cabe más bajo la alfombra, y el cine como séptimo arte es perfecto para que la belleza y la basura salgan a luz y el espectador conozca, reflexione y juzgue.
No es un género común en la cartelera las películas de temática política, pero de ninguna época. Nos da igual si hablamos de nuestra historia más reciente o hechos de nuestro pasado. Es un género donde el cineasta quizás por incómodo no quiere mojarse. Sin embargo, Manuel Huerga se maneja con soltura tomando la distancia justa con el personaje.
Otras películas en el pasado han tratado hechos políticos recientes B (2015, David Illundain) o El reino (2018, Rodrigo Sorogoyen) pero son una efímera satisfacción en el desierto.
País
La película de Sorogoyen guarda una conexión con la cinta catalana, la presencia superlativa de Josep María Pou. El actor catalán se transforme en el español del año 1984 a pesar de la gran diferencia de estatura entre ambos. El president se muestra por momentos vulnerable, y en otros frío, la película refleja con precisión las distintas etapas del líder. Para ello el director se apoya en distintos recursos narrativos como pueden ser saltos temporales o visiones. Todos los recursos utilizados solo hacen que sumar sin desentonar a la historia de Pujol y su familia.
El actor catalán que interpretó en el teatro al capitán Ahab vuelvo a encarnar a otro hombre obsesionado en este caso en la construcción de su "país". Si para el capitán del Pequod la obsesión era la ballena blanca, para Pujol es su Cataluña. Durante Parenostre vemos como Cataluña lo ha sido todo para él, su matrimonio, el partido, sus hijos, todos estaban a expensas de Cataluña. Su proyecto político sufre el mismo destino que el barco ballenero de Melville.
Para contar una figura política es necesario desarrollar sus principales herramientas. La política tiene algo de farsa y de elección, los pilares sobre los que Pujol basa su estrategia. La representación teatral y la puesta en escena fueron claves en su figura, como también lo fue esa capacidad de poder elegir donde poner el dinero y donde no, a quién nombrar y a quién no durante más de dos décadas. Pero para que las ideas puedan ganar la guerra hace falta munición y eso es la banca y la prensa. Durante Parenostre el rol de Banca Catalana o la Vanguardia dentro del auge de la figura de Pujol quedan bien reflejados incluso hubiese sido interesante profundizar más en esos ámbitos del Pujol muñidor de conspiraciones.
Familia
Para saber como se ha construido un líder hace falta volver a los orígenes, sus traumas y sueños y ahí el guion desarrolla un arco del personaje del president desde la más tierna juventud a las aspiraciones de grandeza. Este recorrido no solo se logra con el personaje de Pujol, también con el personaje de Marta Ferrusola (Carme Sansa), la madre superiora. En el caso de los hijos los perfiles también están bien dibujados, incidiendo en sus características más evidentes, pero el peso que tienen ambos progenitores en cierta medida les acaba opacando.
Ves las comidas familiares y las relaciones entre hermanos, padres, sus cuitas y desavenencias y ves a una familia corriente. Hasta que Parenostre va subiendo hacia arriba, peldaño a peldaño, primero el peldaño del dinero, después el del poder, más tarde el de la envidia. La familia se va transformando a medida que más hunden sus pies en sus propias corruptelas. Uno de los desencadenantes es el despecho de la expareja de Jordi Pujol Jr. que relata todo el dinero robado, evadido a la agencia tributaria y que es llevado hasta Andorra. Una ambición de dinero que se quiere esconder entre afán político pero que como le recuerdan en la película a Pujol, los límites ya son indistinguibles.
Carme Sansa tiene un reto complejo hacer de contrapeso a un figura política como Jordi Pujol y lo logra con maestría. El personaje de la matriarca se muestra vehemente dentro y fuera de casa pero también protectora con los suyos. El personaje de Ferrusola ve más allá de lo que ven sus hijos y su marido. Sabe que él es el "elegido" pero él sabe que sin ella no sería nada.
Religión
Tiene el nacionalismo algo de religión con sus dogmas y sus liturgias. La religión está muy presente la película, de manera más sutil y de manera más radical. La fe y los valores cristianos son ejes sobre los que Pujol cimenta su familia pero también su proyecto político, una derecha catalanista conservadora que busca sustraer al Estado central aunque el mantra final haya sido el contrario.
Ante una momento de zozobra el líder busca consuelo en su fe pero también en un amigo, monseñor Ballarín. Amigo del presidente, en su confesión, ¿que es sino una charla entre amigos?, el director consigue uno de los momentos más interesantes de la película, con ambos actores intercambiando verdad y emoción a partes iguales.
Trascendencia
¿Se deja de ser presidente alguna vez?. Comentaba el ex ministro Máximo Huerta que los presidentes se suelen preguntar recientemente como les recordarán los libros de historia. La ambición y el ego son comunes en las altas esferas donde cuanto más arriba menos oxigeno hay para todos. Las preocupaciones de como la sociedad catalana valorará su obra atormentan a Pujol, ve como el castillo de naipes construido con ritmo de martillo pilón durante veintitrés años se va desmoronando a medidas que los casos judiciales le acorralan. Ya nadie quiere salir en la foto, ya nadie quiere los consejos del líder de la patria. Todos los que comieron de su mano ahora se hacen los olvidadizos.
Todo el mundo sabía, todo el mundo callaba en uno de los ejercicios de hipocresía más grande que se recuerdan en nuestro país. Hasta que el fuego era tan grande como para arrasarlos a todo.
Hay un libro, el hijo del chofer de Jordi Amat donde la etapa pujolista queda reflejada con más abruptos inicios y sus abusos para llegar al poder. Sirva como complemento de esta fantástica película de un político que acabó destruido por el país imaginario que el mismo construyó.
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