Erwan Le Duc irrumpió en la industria cinematográfica por la puerta grande con Perdrix, su ópera prima. Para comenzar, fue presentada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, siendo nominada a la Cámara de Oro. También obtuvo una nominación a mejor ópera prima en los Premios Lumiére. Además, estuvo en la carrera de la categoría de los premios Hollywood Reporter, en el Festival de Cine de Cologne. Llega a España a través de la 3ª edición de OHLALÀ! Festival de cine francófono de Barcelona, desde el 1 al 8 de octubre de 2020, también en Filmin.



Perdrix

Crítica de 'Perdrix'

Ficha Técnica

Título: Perdrix
Título original: Perdrix

Reparto:
Swann Arlaud (Pierre Perdrix)
Maud Wyler (Juliette Webb)
Fanny Ardant (Thérèse Perdrix)
Nicolas Maury (Julien Perdrix)
Patience Munchenbach (Marion Perdrix)

Año: 2019
Duración: 102 min
País: Francia
Dirección: Erwan Le Duc
Guion: Erwan Le Duc
Música: Julie Roué
Fotografía: Alexis Kavyrchine
Género: Comedia
Distribución: Filmin

Filmaffinity

IMDb

Tráiler de 'Perdrix'

Sinopsis de 'Perdrix'

Pierre Perdrix ha estado disfrutando de una vida agradable aunque inquieta desde que la enigmática Juliette Webb irrumpió en su vida. Una extraña que aterrizó en su mundo familiar como un meteorito. (FILMIN).

Donde se puede ver la película



Perdrix
Foto de Filmin

Una pareja singular

El debut cinematográfico de Erwan Le Duc llega como una vorágine de peculiaridad y singularidad. Por lo cual, Perdrix es una carta de presentación que tiene las ideas claras y es realizar una comedia fuera de lo normal. De esta forma, se presentan unos personajes rocambolescos, que se encumbran en una secuencia de relaciones extravagantes y cuanto menos curiosas. Gracias al torbellino que se forma con la llegada de Juliette Webb, se ponen sobre la mesa ciertos temas de mayor complejidad como la resignación, la libertad y, como no, el romanticismo. También sería importante destacar una buena ejecución de la vis cómica, dado que, aunque toca los límites de lo irrisorio, siempre sabe mantenerse en una coherencia narrativa estupenda. Por ello, se ven algunas secuencias hilarantes, como la reconstrucción de una guerra histórica entre franceses y alemanes.

Sin embargo, lo que comienza como un relato innovador, acaba cayendo en una resolución algo más pastelosa. Con lo cual, todo ese influjo personal, culmina de una manera que no es tan original como el desarrollo que ha ido construyéndose a lo largo de todo el largometraje. No obstante, no sucede lo mismo con la evolución del resto de personajes, en concreto, los miembros de la familia Perdrix. Para ser más exactos, la resolución de la matriarca, Thérèse, deja esa reflexión poética de la superación, la liberación y de lo que significa para aquellos que se encuentran a su alrededor. Lo mismo sucede con Julien y Marion, que, además, en su caso, es más sencillo, pero encaja sin problemas en la concepción del film. En resumen, el guion tiene un potencial notable, que no termina por brillar por caer en algún punto más cercano a la comedia romántica clásica.

Erwan Le Duc
Foto de Filmin

La familia extraña

Ninguno de los actores que participa en Perdrix pasa desapercibido, por lo que puede estar satisfecho por la buena elección del pintoresco reparto. Para comenzar, Swann Arlaud utiliza su físico característico, para ir engañando al espectador con las primeras impresiones y fascinar por esa metamorfosis que se produce en pantalla. Además, tiene una energía muy vivaz, que sabe templarla para dar el efecto que se busca en su personaje. Lo mismo sucede con Maud Wyler, la cual da vida a Juliette Webb. Por un lado, tiene esa actitud lenguaraz y extraña, que sabe conjugarla con una personalidad llamativa y entender la necesidad de una buena ejecución de la expresividad facial para un trabajo tan visual. Además, los dos terminan por crear una sinergia entre ambos, que derrochan química por todos lados, dando una pareja actoral estupenda.

Después, Fanny Ardant es una profesional de la industria cinematográfica. Prueba de ello, es ese halo de divinismo, que, en este film, viene como anillo al dedo. Sin necesidad de aparecer durante un lapso prologando en el film, consigue obtener un efecto hipnótico, siendo uno de los personajes que transmite ese pesar. Por esta razón, Ardant se proclama como una de las actrices que más emociona durante la cinta. Luego, Nicolas Maury realiza un gran trabajo. La razón no es otra que obtiene esa animadversión, que se conjuga bien con las intenciones que hay detrás de esta actuación. Para terminar, Patience Munchenbach tiene duende ante la pantalla, con una sencillez excelente y una diversidad de registro que son una muestra de su buen hacer. Lo mismo ocurre con Alexandre Steiger, que, además, da ese equilibrio energético entre tanta excentricidad.

Perdrix
Foto de Filmin

Vivos, revueltos y extraños

Al tratarse de una película que hace esa alegoría a la locura, al disparate y a la incongruencia más coherente, la imagen que se busca es una fábula visual que esté en constante movimiento. Por este motivo, Perdrix en ningún momento ofrece unas tonalidades oscuras, sino que hay un contraste muy luminoso en torno a los colores escogidos. Gracias a ello, da una sensación de energía y vivacidad que lo transporta fácilmente hacia el espectador. Igualmente, la dirección de fotografía capta esos parajes casi de cuento, con una utilización de los exteriores exquisita. Mientras que aprovecha esos bosques frondosos, con una magia a su alrededor, luego también saca partido a los edificios tan característicos, dando una sensación de animación. Aun así, no hay que perder de vista aquellos encuadres que son una preciosidad.

Prueba de este buen hacer con lo visual son la delicadeza y belleza de escenas como la secuencia del lago, en el final de la película, o más rocambolescos como la que se produce en el baile. En todo caso, ambas encajan sin problemas. Por otra parte, la banda sonora es uno de los aspectos más relevantes de la película. De ahí que la mayor parte de escenas tengan una composición cautivadora, que sabe controlar los tiempos y dibuja un hilo relajado, disfrutable y, sin duda, envolvente. No podría haber una mejor forma de subrayar la experiencia cinematográfica. Por consiguiente, todos estos elementos se combinan en un montaje lleno de dinamismo y una agilidad muy apropiada para el tipo de film que se requiere. En consecuencia, es una cinta que deja un buen rollo dentro, desmarcándose en varios puntos de otras producciones de una índole parecida.

Perdrix
Foto de Filmin

Conclusión

Perdrix es una película distinta, con un aspecto más caricaturesco y extravagante. De esta forma, aborda el amor, la familia, la resignación y la búsqueda de la experiencia vital, con esos toques de irreverencia e histrionismo estupendo. Aun así, en su resolución, cae un tanto en el romanticismo cómico clásico. Por otro lado, el reparto es estupendo, llevando perfectamente en sus trabajos actorales esa locura coherente y con personalidad. Después, la construcción de la imagen se equilibra con la fábula visual y la hilarante acción. Junto con ello, una composición sonora exquisita, que encumbra la película en su experiencia ante el espectador. La locura del amor que se mantiene  en una viveza impetuosa, reflejo de romper con la resignación del existir banal.

Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM

CINEMAGAVIA
7'8/10
78 %
Artículo anteriorJosep triunfa en su estreno en cines de Francia y pone rumbo a la Seminci 2020
Artículo siguiente"El sentido del cacao": Recuperando el sentido del gusto
Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
perdrix-critica-peliculaUna película distinta, con un aspecto más caricaturesco y extravagante. Aborda el amor, la familia, la resignación y la búsqueda de la experiencia vital, con esos toques de irreverencia e histrionismo estupendo. En su resolución, cae un tanto en el romanticismo cómico clásico. El reparto es estupendo, llevando perfectamente en sus trabajos actorales esa locura coherente y con personalidad. La construcción de la imagen se equilibra con la fábula visual y la hilarante acción. Una composición sonora exquisita. La locura del amor que se mantiene en una viveza impetuosa, reflejo de romper con la resignación del existir banal.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí