El pasado 28 de abril de 2023 se estrenó en salas de cine españolas Plan 75 de la mano de ADSO Films. La película, dirigida por Chie Hayakawa, narra el día a día de una anciana y de otros personajes en una Japón distópica donde el gobierno dicta un plan para que las personas de mayor edad se sometan a una eutanasia voluntaria. Plan 75 fue la elegida para representar a Japón en los Óscars de este año. Participó en el Festival de Cannes, en la sección Un Certain Regard donde recibió la Cámara de Oro a Mejor Ópera Prima (Mención especial).
Crítica de 'Plan 75'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Plan 75
Título original: Plan 75
Reparto:
Chieko Baisho (Michi Kakutani)
Hayato Isomura (Hiromu Okabe)
Stefanie Arianne (Maria)
Yumi Kawai (Yôko Narimiya)
Taka Takao (Tío Yukio Okabe)
Hisako Ôkata (Ineko)
Kazuyoshi Kushida (Fujimaru)
Yûsaku Mori
Yôko Yano (Los compañeros de trabajo de Michi)
Mari Nakayama (Los compañeros de trabajo de Michi)
Motomi Makiguchi
Koshirô Asami
Hiroaki Kawatsure
Año: 2022
Duración: 105 min.
País: Japón
Director: Chie Hayakawa
Guion: Chie Hayakawa
Fotografía: Hideho Urata
Música: Rémi Boubal
Género: Drama
Distribuidor: Adso Films
Tráiler de 'Plan 75'
Sinopsis
En Japón, en un futuro cercano, el envejecimiento de la población se acelera. El gobierno estima que, a partir de cierta edad, los mayores se convierten en una carga inútil para la sociedad e implementa el “Plan 75”. Dicho programa propone a los ancianos un acompañamiento logístico y financiero para poner fin a su vida. Una anciana cuyos medios de subsistencia se están desvaneciendo, un pragmático vendedor del Plan 75 y un joven trabajador filipino se enfrentan a la toma de decisión entre la vida y la muerte. (Adso Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una ficción distópica cargada de desesperanza
Plan 75, de la directora Chie Hayakawa parte de una idea sorprendentemente simple al mismo tiempo que ingeniosa. ¿Que pasaria si en un futuro cercano, sociedades como la japonesa crearan una política estatal para deshacerse de su población más mayor como una ayuda para resolver gran parte de sus problemas sociales y económicos?. A partir de esta premisa, Plan 75 funciona de manera inteligente para crear una ficción distópica. Para ello, Chie Hayakawa se centrará de manera intensa, en la observación diaria de tres personajes involucrados de maneras muy diferentes con el proceso estatal establecido para gestionar tal política. Esta perspicaz elección le permite desentrañar el funcionamiento de un sistema que busca imponerse a través de la racionalidad burocrática y económica sobre la existencia humana.
Chie Hayakawa es una directora muy sutil, que elabora escenas donde rebosa la naturalidad y se presta una especial atención al detalle de una manera tan exquisita que se sienten siempre realistas y nunca arbitrarias. Las escenas de espera, o de personajes en medio de una tarea banal, son tan comunes, si no más, que las escenas con diálogo, y ninguna interacción es especialmente trascendental o conflictiva, excepto en el subtexto. Esto puede ser una sabia elección para una película que trata tan directamente con la muerte, ya que un tono demasiado agitado podría haber hecho insoportable la experiencia visual.
El mundo aquí, ya sea en los bancos del parque donde los ancianos pobres se reúnen para tomar sopa en el frío o los detalles burocráticos que hacen que registrarse en el Plan 75 sea una pesadilla, se entretejen astutamente en la historia para crear una atmósfera de desesperanza y aislamiento.
Fotografía cálida y contemplativa
La fotografía suave y cálida de Hideho Urata coincide con la sensibilidad de la historia. Esta sátira social es sensible y, sin embargo, extremadamente inquietante y no parece tan futurista o irreal como parece. A pesar de la desolación del tema, Plan 75 es una película a menudo hermosa de ver. Las elegantes composiciones en capas del director de fotografía reciben un brillo adicional gracias a una postproducción superior, que arroja muchas escenas en negros apropiadamente fúnebres.
La fotografía escénica captura momentos contemplativos que sutilmente inculcan la noción de que vale la pena vivir la vida para todos. Plan 75 contiene un estilo visual muy particular, que se convierte en parte de su sustancia, especialmente durante el final poético. También confía mucho en la paciencia de los espectadores porque el ritmo se mueve muy lento con algunas escenas excesivamente largas. Esa es una espada de doble filo porque algunas escenas se quedan demasiado tiempo y comienzan a sentirse letárgicos. Incluso la última escena, que es una imagen bastante inquietante, continúa durante demasiado tiempo mientras se expresa una y otra vez.
Chie Hayakawa parece enamorada de un zoom rodante de movimiento lento. Es una técnica que obliga a la audiencia a acercarse casi imperceptiblemente al personaje en la pantalla. El elenco se complementa a la perfección y ofrece interpretaciones conmovedoras, sobre todo la veterana Chieko Baisho, que llega al corazón de la audiencia. Nadie sobreactúa, por lo que las interpretaciones también logran agregar autenticidad a la película.
'Plan 75' nace de un cortometraje
Plan 75 es una versión más larga de un cortometraje de 17 minutos que Chie Hayakawa realizó en 2018 como parte de una película de antología titulada Ten Years Japan. El cortometraje fue frío y directo, una proyección aterradora basada en indicaciones de hacia dónde se dirigía la sociedad envejecida de Japón. El corto fue más efectivo porque simplemente planteó "¿Qué pasaría si?"
El largometraje de Chie Hayakawa le da un giro realista a los escenarios distópicos de las películas de ciencia ficción de la década de 1970 como “Cuando el destino nos alcance” y “La fuga de Logan”, y es aún más escalofriante por ello. Cuando la directora planteó por primera vez el tema en su cortometraje dentro de esa antología especulativa de 2018, hizo que los otros segmentos del proyecto parecieran benignos y suaves en comparación.
Reportaje de Plan 75 en Días de Cine TVE
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