Polvo serán, el último largometraje de Carlos Marques–Marcet, fue galardonada con la Espiga de Plata (ex aequo) en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci 2024). Además, obtuvo una mención especial para sus intérpretes principales: Ángela Molina y Alfredo Castro. Esta gran historia de amor sobre la decisión de morir y sus consecuencias se estrenó el 15 de noviembre de 2024.
Crítica de 'Polvo serán'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Polvo serán
Título original: Polvo serán
Reparto:
Ángela Molina (Claudia)
Alfredo Castro (Flavio)
Mònica Almirall (Violeta)
Patrícia Bargalló (Lea)
Alván Prado (Manuel)
Manuela Biedermann (Inger)
Emma Corbacho (Gabriella)
Oriol Genís
Valeria Scheilen (Funeraria Suiza)
Lissy Pernthaler (Doctor)
Mont Plans
Año: 2024
Duración: 106 min.
País: España
Director: Carlos Marques-Marcet
Guion: Carlos Marques-Marcet, Clara Roquet, Coral Cruz
Fotografía: Gabriel Sandru
Música: Maria Arnal
Género: Drama romántico
Distribuidor: Elástica Films
Tráiler de 'Polvo serán'
Sinopsis
Tras ser diagnosticada con una enfermedad terminal, Claudia decide emprender su último viaje a Suiza. Flavio, que no se ha apartado de su lado desde hace más de cuarenta años, decide acompañarla en este viaje sin retorno. (Elástica Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Decisión y legado
Polvo serán, dirigida por Carlos Marques-Marcet, es una obra profundamente emotiva que explora las complejidades del amor y la autonomía frente al final de la vida. Claudia, una mujer diagnosticada con una enfermedad terminal, decide emprender su último viaje hacia Suiza para acceder al suicidio asistido, una elección que refleja su deseo de mantener el control sobre su destino. Acompañada por su esposo Flavio, con quien ha compartido más de cuatro décadas, y su hija Violeta, la película navega por un mar de emociones en el que cada personaje debe enfrentar sus propios miedos, dudas y anhelos.
Una poética de la despedida
Carlos Marques-Marcet demuestra una vez más su habilidad para capturar la intimidad de las relaciones humanas. La dirección está marcada por un enfoque introspectivo y visualmente poético, donde cada escena está diseñada para transmitir tanto la dureza de la realidad como la belleza que puede encontrarse en los momentos más oscuros.
El uso del silencio y los planos largos permite al espectador sumergirse en la vulnerabilidad de los personajes, creando una conexión emocional inmediata. Asimismo, la inclusión de números musicales como reflejo de las emociones internas de Claudia y su familia es una decisión artística audaz que añade una capa de profundidad a la narrativa. Sin embargo, en ciertos momentos, el lirismo de Polvo serán puede sentirse un tanto excesivo, distrayendo de la crudeza del conflicto central.
La fragilidad y la fuerza del amor
Ángela Molina entrega una interpretación desgarradora como Claudia, una mujer que enfrenta su mortalidad con una mezcla de serenidad y determinación. Su actuación está impregnada de matices que reflejan tanto la aceptación de su destino como el dolor de dejar atrás a los que ama. Molina brilla especialmente en las escenas musicales, donde su voz y su presencia en pantalla transmiten una vulnerabilidad profundamente conmovedora.
Alfredo Castro, como Flavio, aporta un contrapunto emocional fascinante. Su personaje, aunque aparentemente fuerte, lucha con el temor de perder a la persona que ha sido su compañera durante toda su vida. La química entre Castro y Molina es palpable, construyendo un retrato auténtico de una relación forjada por décadas de amor y sacrificio.
Música y paisajes como personajes
La cinematografía de Polvo serán es uno de sus mayores logros, con planos que combinan la majestuosidad de los paisajes suizos con la intimidad de los espacios cerrados. Los contrastes visuales refuerzan la narrativa, mostrando cómo los personajes buscan consuelo en un mundo que parece al mismo tiempo vasto y opresivo.
La música desempeña un papel crucial en Polvo serán, funcionando como un espejo de las emociones de los personajes. Las canciones, interpretadas por los propios actores, no solo sirven como transición entre las escenas, sino que también aportan un elemento de introspección que profundiza en la conexión emocional del espectador con la historia.
No obstante, la edición presenta algunos problemas de ritmo, especialmente en los momentos en los que la narrativa se detiene demasiado en los aspectos poéticos, ralentizando el avance de la trama. Aunque estos momentos son visualmente impresionantes, pueden llegar a sentirse algo redundantes.
Conclusión de 'Polvo serán'
Polvo serán es una película que aborda temas complejos con una sensibilidad que conmueve y provoca reflexión. Carlos Marques-Marcet ha creado un relato profundamente humano que, aunque no exento de imperfecciones, logra capturar la esencia del amor, la pérdida y el derecho a decidir.
Con actuaciones destacadas de Ángela Molina y Alfredo Castro, así como una cinematografía y banda sonora que enriquecen la experiencia, la película es un recordatorio de la importancia de vivir plenamente y de respetar las decisiones de quienes amamos.
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