Poncio Pilatos (1962) se trata de un Péplum histórico dirigido en Italia por Gian Paolo Callegari e Irving Rapper. A diferencia de otras producciones italianas de la década de los años sesenta en las que tanto el rigor histórico como el diseño de producción se dejan de lado, en este caso nos encontramos con una obra gran calidad artística, que cuenta además con la talla de actores como Jean Marais, Basil Rahtbone o Jeanne Crain.
Crítica de 'Poncio Pilatos'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Poncio Pilatos
Título original: Ponzio Pilato (Ponce Pilate)
Reparto:
Jean Marais (Poncio Pilato)
Jeanne Crain (Claudia Procula)
Basil Rathbone (Caifás)
Leticia Roman (Sarah)
Massimo Serato (Nicodemus)
Riccardo Garrone (Galba)
Livio Lorenzon (Barrabás)
Gianni Garko (Jonathan)
John Drew Barrymore (Judas)
Roger Tréville (Aaron El Mesin)
Carlo Giustini (Decio)
Dante DiPaolo (Simone)
Paul Muller (Mehlik)
Alfredo Varelli (Giuseppe d'Arimatea)
Manuela Ballard (Esther)
Año: 1962
Duración: 100 min.
País: Italia
Director: Gian Paolo Callegari, Irving Rapper
Guion: Oreste Biancoli, Gian Paolo Callegari, Gino De Santis, Guy Elmes, Ivo Perilli, Guglielmo Santangelo
Fotografía: Massimo Dallamano
Música: Angelo Francesco Lavagnino
Género: Drama
Distribuidor:
Tráiler de 'Poncio Pilatos'
Sinopsis
Cuando Poncio Pilato es nombrado gobernador de Judea, los zelotes (nacionalistas judíos), dirigidos por Barrabás, protagonizan una revuelta política que devasta la región. Al mismo tiempo, una gran multitud acude a oír las palabras de Jesús. Barrabás acaba siendo capturado por los romanos. Poco después, Jesús llega a Jerusalén, es apresado y llevado a juicio.
Dónde se puede ver la película en streaming
Reivindicando a Pilatos
Poncio Pilatos es interpretado en la película por Jean Marais, quien dicho sea de paso, realiza una grandísima interpretación. A diferencia de películas inmediatamente precedentes en el tiempo como Rey de Reyes (1961) donde se cimentaba (al igual que en las películas cristianas de Cecil B de Mille) el odio al Imperio Romano como una entidad violenta y amoral (totalmente contraria a la moral cristiana), en esta película, seguramente por tratarse de una producción italiana y francesa, nos encontramos con un perfil mucho más interesante y rico en matices. Desde luego, Poncio Pilatos es mucho más compleja que tantas y tantas películas cristianas realizadas en los Estados Unidos.
Empezando por supuesto desde el protagonista de la película, Poncio Pilatos. Una figura que prácticamente siempre se ha minusvalorado y tratado de una forma marginal en cuanto a su complejidad. Aquí en cambio, nos encontramos con un dignatario civil (gobernador de la región), que tiene que moverse entre el deber de tratar a sus ciudadanos de la manera correcta, y a la vez lidiar con las propias cuestiones religiosas. Una secuencia que simboliza esto a la perfección es la creación del acueducto, pensado por Pilatos como una herramienta que servirá para traer fecundidad a la tierra, pero que en cambio es mal vista por el sanedrín judío.
Y no solo Poncio, sino otros como Judas tienen también cierta exploración psicológica que demuestra que el guion no es el típico panfleto misionario. Interpretado por John Drew Barrymore, el personaje se presenta a la vez como uno de los primeros seguidores de Jesús y posteriormente como uno de los más arrepentidos después de su traición.
De más a menos
Sin embargo, por puras contradicciones de la época, la complejidad de Pilatos se va desvaneciendo a medida que entra en juego la de Jesús. Poncio Pilatos aquí sí sigue la tradición del cine religioso (no hay ningún primer plano del hijo de Dios, al cuál no se le ve nunca de frente, sino de espaldas). El guion es incapaz de sustentar un diálogo acorde entre los dos personajes, y ello se nota también en el montaje. En el momento del mítico juicio, la película demuestra serias dudas que quedan reflejadas en las transiciones, que primero nos presentan a Pilatos, luego a Jesús, y así alternativamente, de una manera confusa y ortopédica que dejan la grandeza de la primera parte del metraje un tanto enturbiada.
Correcta factura
Poncio Pilatos tiene una factura correcta, si la tomamos en comparación con la gran mayoría de péplums de medio pelo que se rodaban en Italia en aquellos momentos (y los que faltaban por rodarse). Sí es cierto que el cartón piedra queda quizá demasiado expuesto en la última secuencia de la película, cuando se desmorona media ciudad debido a la cólera de Dios. De todas maneras, la gran cantidad de extras es lo suficientemente apabullante como para dejarnos embelesados. Otra cosa sería el rigor histórico en cuanto a detalles arquitectónicos y otros elementos de vestuario, pero eso lo dejamos para otro momento.
Conclusión de 'Poncio Pilatos'
Poncio Pilatos es más que un péplum al uso. Se trata de una película que intenta presentar en un cine muy arquetípico una serie de complejidades psicológicas poco vistas anteriormente. Seguramente por ser italiana, es capaz de romper con muchos complejos que hasta entonces se venían imprimiendo de fábrica en este tipo de cine cultivado en los Estados Unidos.
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