Promesas en París (título original Les promesses, 2021) es el segundo largometraje del cineasta Thomas Kruithof (Testigo, 2016). La película tuvo su estreno oficial en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Venencia y también pudo verse en el Festival de Cine de Málaga. Está protagonizada por Isabelle Huppert, nominada al Óscar y ganadora del César a Mejor Actriz Principal por Elle (2017), y Reda Kateb, ganador del César a Mejor Actor de Reparto por Hipócrates (2014). Asimismo, se proyectará dentro de la primera edición del evento “Francia está en pantalla” y llega a las salas de cine el próximo 24 de junio de 2022.
Crítica de 'Promesas en París'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Promesas en París
Título original: Les Promesses
Reparto:
Isabelle Huppert (Clémence Collombet)
Reda Kateb (Yazid Jabbi)
Naidra Ayadi (Naidra)
Jean-Paul Bordes (Michel Kupka)
Mustapha Abourachid (Thierry)
Soufiane Guerrab (Frédéric Esposito)
Hervé Pierre (Pierre Messac)
Laurent Poitrenaux (Jérôme Narvaux)
Walid Afkir (Kamel)
Vincent Garanger (Chaumette)
Christian Benedetti (Bertrand)
Anne Loiret (Catherine Messac)
Mama Prassinos (Karine Kupka)
Año: 2021
Duración: 98 min.
País: Francia
Director: Thomas Kruithof
Guion: Jean-Baptiste Delafon, Thomas Kruithof
Fotografía: Alex Lamarque
Música: Grégoire Auger
Género: Drama. Thriller
Distribuidor: Filmax
Tráiler de 'Promesas en París'
Sinopsis
El director Thomas Kruithof se asoma a los entresijos de la política a través de los dilemas de una alcaldesa comprometida con sus ciudadanos cuando recibe el gran impulso de su carrera: la llamada para convertirse en Ministra. (Filmax)
Dónde se puede ver la película en streaming
Thomas Kruithof intenta abordar algunos temas de actualidad: la ambición, la necesidad de aparentar, la integridad en la política, la transparencia en las instituciones públicas, la ausencia de moralidad y el deseo de alcanzar el poder a cualquier precio. Se atreve también a reflejar la manera en la que todo ello afecta a la sociedad, así como la marginalización que sufren determinados sectores, la precariedad y la gran división que existe entre clases.
El director nos presenta este thriller político con tintes de compromiso social, como vemos en otros cineastas como Costa-Gavras (Desaparecido, 1982) o Alan J. Pakula (Todos los hombres del presidente, 1976), entre otros. Durante estos últimos años, se ha convertido en tendencia este tipo de películas con denuncia social. Se utilizan discursos reivindicativos que hacen que el espectador critique y confíe, cada vez menos, en la transparencia de los políticos y de las instituciones.
Buenas interpretaciones, pero pocas conclusiones
Se presentan graves problemas estructurales que hay dentro del gobierno y de la política francesa. Sin embargo, el guion, coescrito por el propio director y Jean-Baptiste Delafon (Baron Noir, 2016), resulta demasiado confuso y denso. Hay demasiado diálogo y el ritmo acelerado del mismo hace que el espectador pueda llegar a perder el interés por lo que ocurre en pantalla. Ya que, aunque se abordan muchos temas, Thomas Kruithof no consigue profundizar en ninguno de ellos y no queda claro el objetivo del director.
Y, ocurre lo mismo en el caso de los personajes. El largometraje cuenta con dos buenas interpretaciones de sus actores protagonistas e, incluso, resulta interesante el contraste de moralidad entre ambos. Sin embargo, nada de esto llega a explorarse en la película. Destaca, sobre todo, Isabelle Huppert, estrella del cine francés que, en esta ocasión, vemos menos contenida en el papel de una mujer con una mentalidad muy fuerte que hará lo que sea necesario para alcanzar sus objetivos y defender sus ideas. Siente que tiene que tomar la decisión más importante de su carrera profesional y que el futuro de la política francesa depende de ella.
Conclusión de 'Promesas en París'
En conclusión, Promesas en París es un thriller con grandes dosis de denuncia social. Nos narra lo que ocurre cuando la ambición y el deseo de poder consume a las personas. Asimismo, los problemas sociales y las situaciones que se tratan resultan interesantes, no son exclusivas de Francia y se pueden aplicar al resto de países. Pero, le falta profundidad y el guion puede llegar a resultar confuso para el espectador. Las interpretaciones de Isabelle Huppert y Reda Kateb son, sin duda, lo mejor de la cinta y restan protagonismo al resto de elementos.
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