Pubertat es una serie de seis episodios, creada, dirigida e interpretada por Leticia Dolera con la colaboración de Almudena Monzú como coguionista de tres capítulos y David Gallart como coargumentalista en dos episodios. Ambientada en pleno verano, alrededor de la noche de San Juan, y en el contexto cultural de la tradición castellera catalana, Pubertat es un drama familiar que explora el peso del tabú y la herencia psicológica transmitidos de generación en generación. Estreno el 24 de septiembre de 2025 en HBO Max.
Crítica de 'Pubertat'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Pubertat
Título original: Pubertat
Reparto:
Leticia Dolera (Júlia)
Xavi Sáez (Martí)
Carla Quílez (Lucía)
Vicky Peña (Carmeta)
Betsy Túrnez (Estel)
Biel Durán (Kevin)
David Vert (Lluís)
Anna Alarcón (Mariona)
Luis Marco (Martí Senior)
Alexandra Russo (Ruth)
Año: 2025
Duración:
País: España
Director: Leticia Dolera (Creadora), Leticia Dolera
Guion: Leticia Dolera, Almudena Monzú
Fotografía: Marc Gómez del Moral
Música: Rafaël Leloup, Alfred Tapscott
Género: Drama. Familia
Distribuidor: HBO Max
Tráiler de 'Pubertat'
Sinopsis
La armonía de una comunidad se quiebra cuando una denuncia de agresión sexual estalla en redes sociales, señalando a tres adolescentes como responsables. Esto divide a las familias, que se ven forzadas a enfrentarse no solo a la verdad, sino a sus propios límites y responsabilidades. La tensión crece y una pregunta divide a todos: ¿Puede un niño ser un agresor sexual, o todo es fruto de la confusión propia de la edad? (HBO Max)
El estallido de un secreto
La trama mezcla el coming of age con el drama familiar y social, mostrando que los comportamientos y los silencios de los adultos terminan moldeando a los más jóvenes. La denuncia funciona como catalizador para sacar a la luz tensiones soterradas en torno a la sexualidad, la violencia y la transmisión intergeneracional de los traumas.
Sin embargo, pese a la potencia de su premisa, Pubertat no siempre logra mantener un equilibrio narrativo, a ratos se siente demasiado esquemática y moralizante, lo que resta fuerza a los momentos más crudos y realistas.
Una mirada necesaria
Leticia Dolera, que ya ha explorado la vida contemporánea desde una óptica feminista en otros trabajos, apuesta aquí por un tono sobrio y directo. Su dirección busca reflejar tanto la intimidad de los adolescentes como las tensiones latentes entre los adultos, sin caer en el morbo ni en el exceso de dramatización. Se percibe una intención clara de generar debate más que de ofrecer respuestas definitivas.
No obstante, el reto de manejar un tema tan sensible en un formato seriado exige un pulso narrativo que a veces flaquea. Hay capítulos de Pubertat que se sienten repetitivos en su insistencia en el mismo conflicto, mientras que otros plantean cuestiones que no terminan de resolverse.
Dolera brilla cuando deja respirar a los personajes en escenas de silencio o de miradas que dicen más que los diálogos; en cambio, pierde fuerza cuando recurre a explicaciones demasiado directas que parecen subrayar lo obvio para el espectador.
Un reparto en la cuerda floja
Las interpretaciones juveniles son uno de los pilares de Pubertat. Los tres adolescentes señalados, así como la víctima, transmiten la vulnerabilidad de su edad y el desconcierto de verse atrapados en un conflicto que los sobrepasa. Sus actuaciones no siempre son parejas, algo habitual en un elenco joven, pero logran transmitir la crudeza de sentirse expuestos en redes sociales y en su propia comunidad.
Entre los adultos, destacan especialmente los padres y madres que oscilan entre la defensa a ultranza de sus hijos y la duda corrosiva que los carcome. Aquí la serie acierta al mostrar cómo las inseguridades, prejuicios y silencios de los adultos influyen directamente en el modo en que los adolescentes gestionan sus emociones y relaciones.
Un entorno que pesa
La estética de Pubertat combina escenarios cotidianos con un tratamiento visual sobrio y realista. La fotografía apuesta por la naturalidad, con tonos apagados que reflejan la incomodidad de la situación, mientras que el montaje es ágil pero sin efectismos.
La decisión de mantener un estilo casi documental en algunas escenas funciona como recordatorio de que la historia refleja problemáticas muy presentes en la realidad actual. Sin embargo, esa misma sobriedad hace que en ocasiones el resultado sea más plano de lo deseable, especialmente en una serie que busca atrapar al espectador durante seis episodios.
Conclusión de 'Pubertat'
Pubertat es una serie que se atreve a poner sobre la mesa temas que pocas ficciones televisivas abordan con franqueza, la sexualidad adolescente, la violencia, los silencios de los adultos y la forma en que los traumas se heredan de generación en generación. Su mayor virtud está en abrir debates necesarios y en evitar el sensacionalismo.
Sin embargo, sus limitaciones narrativas impiden que alcance todo su potencial. Aun así, como retrato social y como espejo incómodo de una problemática que atraviesa a las familias y a las comunidades, la serie cumple su propósito.
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