Reagan se presenta en sociedad como la nueva adaptación de la vida del conocido actor y expresidente de los Estados Unidos de América, y no cabe duda de que esta llega a las pantallas de todo el mundo en un punto clave dentro de la historia del país. A las puertas de unas elecciones realmente reñidas, resulta interesante observar como se lanza al mercado una cinta orientada a exaltar la vida y las decisiones de un presidente que parece tener mucho en común con la filosofía política y moral de cierto candidato y expresidente. ¿Se trata de una simple casualidad, o cuenta la película con un carácter propagandístico?

Protagonizada por Dennis Quaid (a quien recientemente hemos podido ver en La Sustancia) y dirigida por Sean McNamara (conocido por estar tras las cámaras de Soul Surfer y Mientras haya esperanza, donde repite actor principal), Reagan ya se encuentra disponible en las salas de cine de nuestro país desde el 25 de octubre de 2024, motivo por el que hoy vengo a contaros qué me ha parecido y si deberíais o no darle una oportunidad.



Reagan película

Crítica de 'Reagan'

Ficha Técnica

Título: Reagan
Título original: Reagan

Reparto:
Dennis Quaid (Ronald Reagan)
Penelope Ann Miller (Nancy Reagan)
Jon Voight (Viktor Petrovich)
Mena Suvari (Jane Wyman)
Xander Berkeley (George Shultz)
Lesley-Anne Down (Margaret Thatcher)
Amanda Righetti (Nelle Reagan)
C. Thomas Howell (Caspar Weinberger)
Justin Chatwin (Jack Reagan)
Robert Davi (Leonid Brezhnev)
Trevor Donovan (John Barletta)
Kevin Dillon (Jack Warner)
Jennifer O'Neill (Older Nelle Reagan)

Año: 2024
Duración: 135 min.
País: Estados Unidos
Director: Sean McNamara
Guion: Howard Klausner, Jonas McCord. Biografía sobre: Ronald Reagan
Fotografía: Christian Sebaldt
Música: John Coda
Género: Drama. Biográfico
Distribuidor: OlieteFilms

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Reagan'

Sinopsis

Desde sus polvorientas raíces pueblerinas hasta el brillo de Hollywood, pasando por el dominio de la escena mundial, Reagan es un viaje cinematográfico de superación. Contado a través de la voz de Viktor Petrovich, un antiguo agente del KGB que siguió el ascenso de Reagan, Reagan capta el espíritu indomable del sueño americano. (Oliete Films)

Dónde se puede ver la película en streaming



La presidencia durante la guerra fría

Hacer un biopic de una figura histórica tan controvertida como Ronald Reagan no es tarea fácil, si bien puede dar juego a realizar una cinta repleta de buenos conflictos morales y grandes secuencias dramáticas. El exgobernador es considerado por muchos estadounidenses como uno de los presidentes más polémicos del país, cuyo mandato estuvo salpicado tanto por buenas decisiones (como el acercamiento de posturas con la Unión Soviética o el aumento del PIB) como por malas decisiones (como la falta de apoyo a la crisis del Sida, la reducción de programas de bienestar público o la financiación de grupos paramilitares extranjeros), siendo una figura adorada por los grupos conservadores y rechazada por los grupos liberales.

Una película que abordara estos contrastes y que presentara un cierto componente crítico habría sido acertada, y tristemente este no es el caso de Reagan. La cinta de Sean McNamara presenta un discurso pro-Reagan, en el que únicamente se exaltan sus buenas acciones como si de un “mesías conservador” se tratara.

Todos los elementos que dan forma a la cinta buscan elevar la figura de Ronald Reagan, presentado como un ser carente de defectos que siempre tuvo las mejores decisiones sin dudar en ningún momento. En su infancia observamos un niño prodigio que desde una temprana edad tiene grandes aspiraciones e ideas, mientras que en su etapa como actor vemos a una joven promesa que está muy por encima de los problemas de Hollywood. Tanto como gobernador como en su papel de presidente la cinta presenta a un erudito que solo piensa en el pueblo estadounidense, capaz de sacar tiempo para atender a cualquier persona independientemente de cual sea su edad, su aspecto o su poderío económico. Durante sus discursos se suceden secuencias en las que diversos trabajadores dejan sus puestos para ver la tele y admirar sus palabras.

Si fracasa no es porque haya cometido algún error, si no porque sus enemigos son ruines y despiadados. En este sentido, nos encontramos ante una cinta claramente cobarde y afín a unas ideas políticas que no va más allá de la mera propaganda, teniendo como objetivo justificar ciertas acciones terribles y dar fuerza a un discurso anticuado que cierto expresidente aún busca mantener en activo.

Reagan película
Copyright Oliete Films

Reagan contra las fuerzas del mal

Considero que no es algo negativo realizar cintas con una cierta inclinación ideológica, pues es lógico y común que el equipo detrás de una obra refleje sus propios intereses. El problema se encuentra en atravesar ciertas líneas, rechazando la sutileza y los aspectos básicos de la narrativa cinematográfica para construir un discurso ineficaz que, por la forma en la que aborda ciertos temas, acaba cayendo en el humor involuntario. Sinceramente, jamás habría imaginado que me habría reído tanto viendo un biopic sobre un expresidente de los Estados Unidos, pero lo cierto es que Reagan acaba resultando tan rancia en su filosofía política y en su exposición de “teorías de la conspiración” que es imposible no reírse.

Así, Reagan expone la idea de que los soviéticos buscaban “controlar los Estados Unidos a través de agentes secretos”, señalando que todos los actores de Hollywood con inclinaciones políticas afines al socialismo eran agentes de la URSS. Con esto no solo se presenta una injustificable defensa de la caza de brujas y del macartismo, si no que también se continúa con la idea del Reagan “m

esiánico” al afirmar que los agentes soviéticos buscaban convertir al entonces actor en uno más de ellos. Se construye un disparatado símil entre los soviéticos y satanás, intentando atraer y convertir a Reagan, quien en su papel de buen cristiano rechaza y lucha de forma directa con sus enemigos.

La cruzada de Reagan contra los comunistas, que la película busca reflejar como una buena causa que sólo el podía llevar a cabo, acaba resultando una obsesión desmedida de una persona profundamente racista incapaz centrada más en acabar con los soviéticos que en solucionar los problemas de su país. Es más, el interés tan evidente de la película por hacer de los rusos unos villanos fríos y malvados no solo los convierte en personajes planos y caricaturescos (la representación de Gorbachov es tan lamentable como irrisoria), si no que busca hacer una desacertada comparación con la actualidad política que recae en estereotipos desfasados.

Por otro lado, la estructura de la historia parte de una premisa interesante que poco a poco cae en saco roto, pues si bien todo se nos narra a través de los ojos del agente de la KGB encargado de vigilarlo (interpretado por Jon Voight, visto recientemente en Megalopolis), quien señala tanto el rechazo como la admiración que siente por su antiguo rival al más puro estilo Amadeus, la excusa para que narre la historia pierde rápidamente el sentido, llegando incluso a no tener un cierre orgánico o interesante. No hay un gran motivo para que se cuente la historia ni un gran giro final, pues lo único que se busca es señalar que hasta los ex agentes soviéticos admiran a Reagan.

Reagan película
Copyright Oliete Films

Reconstruyendo toda una vida

Dennis Quaid realiza un trabajo interesante a la hora de representar a Ronald Reagan, imitando de forma acertada la mirada y los gestos del expresidente, así como su tan característico tono de voz. Sin embargo, la constante búsqueda de la recreación hace que el intérprete acabe cayendo en el exceso, pudiendo verse a ratos su papel como una suerte de parodia, especialmente cuando lo interpreta en su versión joven. El trabajo de maquillaje resulta en este sentido irregular, pues se denotan pocos cambios en los personajes conforme avanza la película, siendo únicamente admirable la forma en la que se aborda al personaje de Jon Voight.

Más acertada resulta la forma en la que se representan los años setenta, ochenta y noventa tanto en vestuario como en escenarios, consiguiendo simular algunas de las imágenes y videos más característicos del expresidente. Siguiendo con los aspectos más positivos de Reagan, me ha gustado mucho la forma en la que se han incorporado montajes acerca del desarrollo político del conflicto, de los trabajos en televisión de Reagan o de sus acercamientos con la URSS, encadenando de forma rítmica y variada imágenes con un estilo cuidado y dinámico. Esto, unido a la genial selección de piezas musicales (entre las que se incluyen temas de Genesis y Guns ‘n Roses) demuestran que existe un mínimo potencial en el estilo de dirección de Sean McNamara.

Sin embargo, el director estadounidense no consigue aprovechar para nada dicho potencial, pues durante el resto del metraje lo que encontramos es una cinta poco inspirada que hace uso de movimientos ineficaces de cámara, planos poco inspirados y secuencias cuya iluminación, uso de color y posicionamiento de cámaras solo pueden compararse a los de un anuncio de televisión de bajo presupuesto. Resulta sorprendente la baja calidad que presenta la película en su apartado técnico, contando con la peor iluminación que he visto en mucho tiempo. Algunas secuencias resultan irreales debido al uso (y abuso) de CGI y de pantallas verdes innecesarias, demostrando una enorme falta de carisma y personalidad por parte tanto del equipo como de la cinta en sí. El resultado es una película que parece estar realizada con un presupuesto ínfimo y que carece del nivel visto en otros biopics políticos realizados en el país.

Dennis Quaid
Copyright Oliete Films

Conclusión de 'Reagan'

Reagan se trata de una película completamente fallida, pues tanto su dirección como su guion resultan un desastre que parece inaudito dentro de la carrera de algunos de los actores que participan en esta. Como biopic fracasa en su imparcialidad, presentando un discurso afín a los intereses del ala conservadora de Estados Unidos en donde los problemas y errores del presidente no tienen cabida, y como cinta de drama político resulta infantil al presentar a un protagonista carente de defectos y a unos villanos irrisorios. Sinceramente, considero que existen propuestas mucho mejores para conocer la historia de Ronald Reagan, pudiendo catalogar esta cinta como mera propaganda.

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Antonio Gallardo Durán
Graduado en Cine y Cultura y redactor con experiencia en el ámbito del cine y los videojuegos. La vida, como la proyecta Martin Scorsese: a ritmo de Rolling Stones. Si te gusta Sam Raimi y consideras que el cine hongkonés es lo superior, estás en mi equipo.
reagan-critica-pelicula-estreno-cineReagan se trata de una película completamente fallida, pues tanto su dirección como su guion resultan un desastre que parece inaudito dentro de la carrera de algunos de los actores que participan en esta. Como biopic fracasa en su imparcialidad, presentando un discurso afín a los intereses del ala conservadora de Estados Unidos en donde los problemas y errores del presidente no tienen cabida, y como cinta de drama político resulta infantil al presentar a un protagonista carente de defectos y a unos villanos irrisorios. Sinceramente, considero que existen propuestas mucho mejores para conocer la historia de Ronald Reagan, pudiendo catalogar esta cinta como mera propaganda.

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