Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas, película dirigida por Iván Ruiz Flores, que se estrena en el formato largometraje con este drama sobre una hija independiente con una madre dependiente. La cinta fue estrenada en salas de cine españolas el 19 de noviembre de 2021.
Crítica de 'Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas
Título original: Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas
Reparto:
Blanca Portillo (Julia)
Carmen Esteban (Marina)
Carlo D'Ursi (Miguel)
Manuel Morón (Juan)
Ana Wagener (Esther)
Imanol Arias (Álvaro)
David Blanka (Médico)
Año: 2020
Duración: 85 min.
País: España
Director: Iván Ruiz Flores
Guion: Ana González Gutiérrez, Iván Ruiz Flores
Fotografía: Íñigo Hualde
Música: Jorge Granda
Género: Drama. Familia
Distribuidor: Oliete Films
Tráiler de 'Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas'
Sinopsis
Julia ha esperado toda su vida para poner fin a su labor como profesora de escultura y empezar a dedicarse a su vida y obra. Hoy ya puede hacerlo. Se acaba de jubilar. Su madre, Marina, anciana nonagenaria, es una mujer golondrina. Vive un mes en casa de su hija Julia y el siguiente en la de Juan y Esther, hijo y nuera. Así lleva ya casi tres años.
Hastiada por la situación, y aprovechando la jubilación de Julia, Esther decide que no se quedará más en su casa. Julia se ve obligada entonces a dejar nuevamente sus anhelos en espera para quedarse al cuidado de su madre. Para ayudarle contratará a Miguel, un experto cuidador, que se convertirá además en su confidente y su único amigo. Pero la convivencia entre madre e hija adopta formas que Julia no es capaz de moldear. Atrapada en la nueva situación, Julia tratará de encontrar una salida. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
Introspección y profundidad
Dirigida por Iván Ruiz Flores, Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas es una película que se adentra en la complejidad de las relaciones familiares y las tensiones que surgen en la vejez. Ruiz Flores maneja la narrativa con una delicadeza y profundidad que permiten explorar los matices emocionales de sus personajes. La dirección se enfoca en capturar la intimidad de los momentos cotidianos y la carga emocional que estos conllevan, creando un retrato auténtico y conmovedor de sus protagonistas.
Blanca Portillo como el centro emocional
Blanca Portillo ofrece una actuación destacada como Julia, una profesora de escultura recientemente jubilada que se ve obligada a posponer sus sueños para cuidar de su madre anciana, Marina. Portillo aporta una autenticidad y vulnerabilidad a su personaje, haciendo que el espectador sienta la frustración y la ternura que experimenta Julia en su nueva realidad.
Marina, la madre nonagenaria interpretada por Carmen Esteban, cuya presencia es esencial aporta una complejidad al conflicto, representando tanto una carga como un lazo profundo de amor.
Miguel, el cuidador contratado por Julia, interpretado por Carlo D´Ursi, se convierte en un personaje clave que añade una dimensión adicional a la historia. Su papel como confidente y amigo de Julia ayuda a suavizar la dureza de la situación, proporcionando momentos de alivio y humanidad en medio del conflicto.
Sacrificios y búsqueda de libertad
La trama de Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas sigue a Julia en su intento de encontrar un equilibrio entre sus deberes familiares y sus aspiraciones personales. Justo cuando Julia cree que puede dedicarse a su vida y obra tras su jubilación, su cuñada Esther decide que no seguirá cuidando a Marina, lo que obliga a Julia a asumir la responsabilidad completa de su madre.
Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas explora el sacrificio personal y las dificultades de cuidar a un familiar anciano, así como la lucha de Julia por encontrar una salida a su situación. La llegada de Miguel, el cuidador, ofrece una nueva perspectiva y un apoyo emocional que Julia desesperadamente necesita, pero la convivencia con su madre adopta formas que ella no es capaz de moldear, generando una tensión constante.
Ritmo lento y atención al detalle
Uno de los aspectos más negativo de la película es su ritmo lento, que aunque puede ser percibido como un defecto, también refleja la monotonía y la carga del cuidado constante.
La fotografía se enfoca en los detalles, utilizando planos cerrados y tomas prolongadas para capturar las emociones sutiles y la tensión acumulada en los personajes. La elección de escenarios domésticos y la iluminación natural contribuyen a la autenticidad de la narrativa, creando un ambiente íntimo y realista.
La música y el diseño de sonido son minimalistas, apoyando la atmósfera introspectiva y permitiendo que los silencios y los sonidos cotidianos refuercen la sensación de realismo.
Conclusión de 'Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas'
Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas es una película que destaca por su exploración intensa y realista de las relaciones familiares en la vejez. La dirección de Iván Ruiz Flores y la actuación magistral de Blanca Portillo crean una narrativa que, a pesar de su ritmo lento, ofrece una visión profunda y conmovedora de los sacrificios y las tensiones que surgen en el cuidado de un ser querido.
La película es una obra que, aunque imperfecta, logra capturar la complejidad de sus personajes y la realidad de sus circunstancias. Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas invita al espectador a reflexionar sobre los desafíos y las recompensas de cuidar a la familia, destacando la importancia del apoyo y la comprensión en tiempos de dificultad.
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