A Siege Diary (El diario del bloqueo) se trata de la película rusa ganadora del Festival de Moscú, que se basó en el El libro del bloqueo, una crónica que recogía las penurias más brutales que vivieron los habitantes de Leningrado durante el asedio provocado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La película se centra en uno de estos testimonios, que tiene por protagonista a una joven, interpretada por Olga Ozzopallina, que quiere reunirse con su padre, a pesar de que no sabe si está vivo o muerto. La película puede verse en Filmin, en el festival ruso que se ha realizado este año online.
Crítica de 'A Siege Diary'
Resumen
Ficha Técnica
Título: A Siege Diary
Título original: A Siege Diary
Reparto:
Olga Ozollapiņa (Olga)
Sergey Dreyden (Padre de Olga)
Aleksandr Chislov
Vasilina Makovtseva (Lyuba)
Polina Filonenko
Aleksey Filimonov (Leokha)
Olga Granina (Madre de Olga)
Año: 2020
Duración: 118 min.
País: Rusia
Director: Andrey Zaitsev
Guion: Andrey Zaitsev
Fotografía: Irina Uralskaya
Música:
Género: Drama
Distribuidor: Filmin
Tráiler de 'A Siege Diary'
Sinopsis
Ganadora a Mejor Película en el Festival de Moscú, "Diarios de un asedio" se centra en el invierno más duro del asedio a Leningrado por parte de los nazis.
En el otoño de 1941, las tropas alemanas rodearon una de las ciudades rusas más grandes de aquel momento: Leningrado, la actual San Petersburgo, en un asedio que duró más de dos años. 2,5 millones de civiles quedaron atrapados en la ciudad, un millón de ellos acabarían muriendo de hambre. Esta es su historia. (Filmin)
Dónde se puede ver la película
El Libro
Pocas veces en las críticas que se escriben para medios digitales hay un componente personal, porque ciertamente lo importante es la obra y no el crítico en sí (aunque esto daría para un debate sobre el tema de la recepción).
Soy lector empedernido, pero ninguna obra me dejado tan destrozado como El libro del bloqueo. Puede que fueran las circunstancias, porque precisamente lo leí en Rusia hablando con muchos conocidos que, si bien no vivieron el bloqueo, si tuvieron familiares que lucharon en el conflicto. En todo caso, la expresión de que es un libro duro no es una exageración. Tuve que apartar el libro en muchas ocasiones porque el efecto llegaba a convertirse en un proceso físico. Es un libro que te habla de tú a tú de las miserias más grandes que no no puede ni imaginarse. No se centra en la guerra propiamente, sino en las experiencias de la población civil y en su día a día, algo que el lector puede que entienda mejor que si fueran experiencias bélicas.
El libro parte de la idea de dos escritores, Danila Granin y Alesei Adamovich, que realizaron la titánica empresa de recoger los testimonios escritos de todos aquellos que vivieron el bloqueo. En un primera momento llegaron a tener cuatro mil páginas, aunque por obvios temas editoriales tuvieron que reducir el número de hojas. El libro pues, es en realidad un caleidoscopio, que muestra las vivencias de diversos civiles que vivieron el asedio.
Héroes
Shostakovich, uno de los genios musicales del siglo XX, compuso su conocida como séptima sinfonía en honor a los sitiados. Los Sitiados, a pesar de todo, son los héroes de esta historia. A Siege Diary es un homenaje precisamente a todos ellos, que a pesar de todo, siguieron su instinto de supervivencia, pero sin dejar de lado la dignidad humana. La música, retransmitida por la radio que paradójicamente seguía funcionando, fue uno de los pocos alimentos que tenían los supervivientes. El arte como última balsa de salvamento para el alma humana.
El infierno blanco
Muchas veces se emplea el término de "Infierno en la tierra" para referirnos a una situación horrible. Si hubo un infierno en la tierra, este fue Leningrado en el 1942. Pero un infierno muy diferente al de otras situaciones bélicas que se hayan dado en la historia. Porque esta vez, no predominaban los gritos, ni los ejércitos, ni siquiera la artillería era tan habitual como en otros asedios. La singularidad del infierno de Leningrado fue la quietud. Una calma infernal, que era ni más ni menos que la de los hombres y mujeres de la ciudad, literalmente muriéndose a cada hora que pasaba. Ni siquiera las ratas habitaban ya en la ciudad, porque fue lo primero que los habitantes se comieron.
Esa muerte lenta, agónica, es la que retrata A Siege Diary a la perfección. Lo único que no puede hacer la película es transmitir quizá el mismo efecto que la obra escrita, porque en un caso sabemos que es ficción, por más que esté bien reflejada, mientras que el diario era una dosis de realidad total.
En todo caso, la fotografía en blanco y negro tiene conceptualmente una base importante para A Siege Diary, porque era imposible que el mundo que pretende retratar la película se hiciera en color. Y seguramente, los habitantes supervivientes de Leningrado también recordaron esos momentos en blanco y negro.
Conclusión de 'A Siege Diary'
A Siege Diary es una película imprescindible para entender cosas que nunca más se han de repetir en la historia. Es también el homenaje a unos héroes anónimos que merecen el más alto de los reconocimientos. Como película es un trago amargo al que uno debe asistir mentalmente preparado.
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