Sigue volando es un delicado drama de 2023 del director japonés Takuya Katô. A pesar de la naturaleza pesada de su mensaje, la película explora el duelo con una sutileza narrativa que a veces roza lo monótono, acompañada de una cinematografía exquisita. El filme japonés explora sin tapujos y con normalidad el adulterio, haciendo de sus protagonistas unos personajes imperfectos y a ratos insufribles que consiguen encogerte el corazón. Estreno en salas de cine españolas el 26 de septiembre de 2025.
Crítica de 'Sigue volando'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Sigue volando
Título original: Hotsureru
Reparto:
Mugi Kadowaki (Watako)
Kentaro Tamura (Fuminori)
Shôta Sometani (Kimura)
Haru Kuroki (Eri)
Año: 2023
Duración: 83 min.
País: Japón
Director: Takuya Katô
Guion: Takuya Katô
Fotografía: Shota Nakajima
Música: Eiko Ishibashi
Género: Drama. Romance
Distribuidor: Adso Films
Tráiler de 'Sigue volando'
Sinopsis
Tras la repentina pérdida de su amante, Watako vuelve tranquilamente a su vida de casada, sin hablar con nadie sobre el accidente. Cuando resurgen los sentimientos que creía haber enterrado, se da cuenta de que su vida nunca podrá volver a ser la misma y decide enfrentarse a todos sus problemas uno por uno. (Adso Films)
Una aventura visual
Sigue volando puede no ser del gusto de muchos, pues su narrativa pausada y su falta de emociones fuertes la hace parecer una historia plana. Pero me atrevería a decir que esta no es una película que nos hable a través de su narrativa escrita, sino que es un festín cinematográfico que nos lleva a través de planos perfectamente estudiados.
Lo primero a destacar es la dirección de cámara, que a través de planos abiertos sigue solo y exclusivamente a la protagonista, sin importan quien más entre o salga del plano. Nuestro foco está puesto en Watako, quien después de presenciar la muerte de su amante debe vivir su vida como si nada, ignorando su dolor y manteniendo las mentiras.
A través de la sencillez narrativa, el director nos permite deleitarnos con ubicaciones que entran por los ojos. Con un frame reducido durante todo el largometraje visitamos restaurantes, cafeterías y pequeños rincones de la ciudad y el campo con parsimonia, dejándonos llevar por esa cámara lenta que sigue a la protagonista.
Esconderse del duelo
A la hora de construir los personajes, Sigue volando me resulta monótona, con unos protagonistas planos que incluso parecen desinteresados. Personalmente eso afecta en mi empatía por sus emociones, entiendo que no es esa clase de película, pero las facciones de los personajes apenas se mueven en 83 minutos de metraje.
Dicho eso, si hay algo en lo que la película acierta, es en esa fase de duelo que Watako debe esconder de su marido y su amiga. No solo está sufriendo internamente, sino que debe esconder ese dolor y ese secreto detrás de conversaciones cotidianas y salidas casuales. La actriz hace un buen trabajo de contención, mostrando a través de sus ojos y expresión corporal lo que le ocurre por dentro.
Durante el visionado me ha sido imposible no acordarme de la protagonista de Verano 1993 de Carla Simón. Esa contención del dolor, esa confusión tras la muerte repentina de aquellos a los que más queremos y ese llanto que parece no llegar nunca y desemboca en una explosión de sentimientos acumulados.
El engaño por deseo o por sentimientos
El engaño o el adulterio son uno de los temas que nos plantea Sigue volando. El director nos expone el dilema moral de engañar por deseo sexual sin ningún apego emocional, o engañar por un cambio del corazón. Poco a poco la película nos va revelando información que ayuda a posicionarnos dentro de ese dilema moral.
En una sociedad conservadora como la japonesa, Watako cumple con sus deberes como esposa, aguantando los desafíos que le plantea su marido, cuidando al hijo de este y aguantando la posesividad de su suegra sobre su hijo y su nieto. La tensión dentro del hogar es incómoda y el único momento en que la protagonista parece desconectar es durante las salidas con Kimura, su amante.
¿Es más o menos comprensible el engaño si hay sentimientos de por medio? ¿Es ético entender por qué ocurre?, y ¿Es quizá una cuestión personal de cada uno? Estas son algunas de las preguntas que nos plantea Sigue volando. Al final, puede que las circunstancias personales y las experiencias de cada uno determinan en que punto de la balanza moral nos encontramos.
Conclusión de 'Sigue volando'
Con una fotografía exquisita Sigue volando nos habla del duelo a través de sentimientos contenidos y ubicaciones cautivadoras. Takuya Katô ha escrito y dirigido este drama japonés que explora el adulterio y su balanza moral con delicadeza y honestidad. Si bien puede resultar a ratos un tanto tediosa, la película consigue mantener tu interés hasta el final. Consigue que empatices con sus protagonistas imperfectos y te cautiva con sus localizaciones minimalistas pero acogedoras. Destacan sin duda el trabajo de cámara y la fotografía.
Reportaje de Sigue volando en Días de Cine TVE
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