Storozh (2019) se trata de una película dirigida por Yuriy Bykov, en la que el director trata de mezclar el drama con la intriga, en una obra que pese a tener ciertos elementos estimulantes, acaba en tierra de nadie. Según Kinopoisk, la película tuvo un presupuesto de cincuenta y cinco millones de rublos (en su momento serían unos cuatrocientos mil euros), y apenas puedo recaudar la mitad, reuniendo en salas unos veintisiete mil espectadores. Algo normal en el cine ruso, que acostumbra a ser deficitario.
Crítica de 'Storozh'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Storozh
Título original: Storozh
Reparto:
Yuriy Bykov (Vlad)
Vladislav Abashin (Stas)
Alla Yuganova (Vera)
Aleksandr Kuzmin (Bagor)
Artur Beschastny (Bogatov)
Gela Meskhi (Son)
Año: 2019
Duración: 90 min.
País: Rusia
Director: Yuriy Bykov
Guion: Yuriy Bykov
Fotografía: Vladimir Ushakov
Música:
Género: Drama. Thriller
Distribuidor:
Tráiler de 'Storozh'
Sinopsis
La vida medida del vigilante de un sanatorio abandonado se ve perturbada por la llegada de una extraña pareja que pide quedarse en una de las habitaciones. Los tres tienen algo de qué esconderse y qué esconderse en el desierto.
El Síndrome de la cabaña
Tres personajes (en principio) y un solo lugar (un hospital abandonado). Desde luego, este planteamiento es de lo mejor de Storozh. Tenemos un trío de personajes que deberá acostumbrarse a una coexistencia tensa, debido a circunstancias ajenas. Los actores principales (Yuriy Bykov, Vladislav Abashin, Alla Yuganova) están en un gran nivel y son uno de los alicientes principales de la película.
A esto hay que añadirle un diseño de producción y una buena fotografía. Está claro que en los aspectos técnicos Storozh es sobresaliente, y no se le puede poner ningún pero en ese sentido. El retrato del aislamiento, utilizando un hospital abandonado y una fotografía que hace hincapié en el invierno ruso, transmiten al espectador esa sensación de agobio y de soledad que lleva progresivamente a la locura. El conocido síndrome de la fiebre de la cabaña.
Yuriy Bykov
El cineasta ruso es una auténtica rara avis dentro del panorama cinematográfico ruso. A pesar de tener cierto tirón comercial (por lo menos en su distribución), sus películas siempre tienen su sello personal. El director tiene el suficiente talento como para aunar ambos mundos. Pero no solo eso, sino que en sus películas nos encontramos con un aire crítico hacía el sistema que siempre es de agradecer, sobre todo en el panorama actual ruso. Sin duda, la película de referencia en este sentido es Durak (2014), una de las obras maestras rusas de la cinematografía contemporánea.
Y aquí no solo dirige Storozh, sino que también interpreta el papel del protagonista principal. El papel de un personaje enigmático, taimado y que está aislado del mundo. No sabemos nada de él, solo que parece, por decisión propia, vivir alejado de la civilización. Parece un claro mensaje del cineasta, que pretende declararse ideológicamente a través del personaje al que interpreta. Al igual que el personaje principal, Bykov vive en un mundo hostil y agresivo.
Pasa de frenada
Yuriy Bykov quiere ser trágico. Quiere mostrar una película dramática. Y en ese sentido es valiente. Pero la película se pasa de frenada, mostrando una vis dramática que no se corresponde con lo que en teoría deberían estar sintiendo los personajes protagonistas. Todo parece sobreactuado, y se trata de insuflar dramatismo mediante una exageración que acaba arruinando la película, causando comicidad en algunos momentos que deberían ser serios. Si se me permite la expresión, Storozh peca de "Zvyagintsev", otro director ruso abonado al dramatismo, solo que este sabe dominar mejor las relaciones humanas de sus personajes fílmicos.
Drama e intriga a medio gas
Lo que propone en Storozh es una combinación de drama e intriga que se queda a medio camino, por un guion que no tiene nada de especial. La intriga se intenta postergar en todo momento, sin desvelar el misterio. Pero claro, el espectador acaba desesperado por no conseguir ninguna respuesta, ni tampoco la intriga es lo suficientemente interesante como para mantenernos alerta. El guion es uno de los grandes agujeros de la película.
Conclusión de 'Storozh'
Storozh no es una mala película, pero tampoco es buena. Es una aproximación personal de un director hacía un género, la intriga, que aún no domina con precisión. Aún así se agradece la valentía con la que afrenta siempre sus filmes el cineasta ruso.
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