Los Foo Fighters, banda de rock estadounidense liderada por Dave Grohl, han sorprendido a propios y extraños con el lanzamiento de Studio 666, una comedia de terror repleta de gore y mucha mala uva. A los mandos de la dirección está BJ McDonnell con un guion de Jeff Buhler y Rebecca Hughes, basado en una idea del propio Grohl. También es, por desgracia, la última vez que veremos en pantalla al batería Taylor Hawkins tras su repentino fallecimiento el pasado mes de marzo, lo que añade un sentimiento agridulce a todos los que somos seguidores del grupo. Estreno el 26 de mayo de 2022 en Movistar Plus+.
Crítica de 'Studio 666'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Studio 666
Título original: Studio 666
Reparto:
Foo Fighters
Dave Grohl
Taylor Hawkins
Nate Mendel
Pat Smear
Chris Shiflett
Rami Jaffee
Whitney Cummings (Samantha)
Jenna Ortega (Skye Willow)
Leslie Grossman (Barb Weems)
Jeff Garlin (Jeremy Shill)
Will Forte (Repartidor)
Marti Matulis (Vigilante)
Año: 2022
Duración: 108 min.
País: Estados Unidos
Director: BJ McDonnell
Guion: Jeff Buhler, Rebecca Hughes. Historia: Dave Grohl
Fotografía: Michael Dallatorre, Eric Leach
Música: Roy Mayorga
Género: Comedia de terror
Distribuidor:
Tráiler de 'Studio 666'
Sinopsis
La legendaria banda de rock Foo Fighters se muda a una mansión de Encino llena de espeluznantes historias del rock and roll para grabar su tan esperado décimo álbum.
Dónde se puede ver la película en streaming
Hagamos una peli de miedo
En 2021, los Foo Fighters lanzaron al mercado ‘Medicine at Midnight’, su décimo álbum de estudio. Este evento parece haber sido el germen para Studio 666, dónde los componentes del grupo se interpretan a sí mismos atravesando una crisis creativa al enfrentarse a la composición de dicho álbum. La solución será mudarse a una mansión abandonada donde, años atrás, otra banda musical fue masacrada por su propio líder. Esto no es ningún problema para los Foo Fighters, pero los eventos del pasado parecen repetirse cuando Dave Grohl comienza a obsesionarse con su nuevo trabajo.
Hay algo muy a tener en cuenta cuando uno se pone a visionar Studio 666: si no eres seguidor de los Foo Fighters, lo más probable es que esta película no sea para ti. Cualquier aficionado al cine de terror acostumbrado a las películas de mansiones encantadas y las posesiones demoníacas no solo no encontrará nada nuevo por estos lares, sino que además lo habrá visto mucho mejor realizado. Los clichés se amontonan uno detrás de otro en lo que resulta ser un homenaje al cine de terror de serie B cuyo único interés radica en ver a los Foo Fighters haciendo el cafre en una especie de ‘Posesión Infernal’ rockera.
Para el fan acérrimo de la banda, aquí está lo más interesante: verles inmersos en una historia de terror mientras interactúan entre sí, componen y sueltan chistes a mansalva puede llegar a ser realmente divertido en ciertos momentos. Además, contamos con algunos cameos de personalidades del mundo del cine y la música que no desvelaré, pero seguro sorprenderán a más de uno. Sin embargo, hay demasiadas lacras por el camino que impiden que el experimento sea del todo satisfactorio.
Notas disonantes
Lo primero es lo primero: los Foo Fighters son muy buenos músicos, pero no son actores. Quitando a un Dave Grohl entregadísimo que por momentos consigue esconder sus limitaciones interpretativas detrás de un gran entusiasmo, el resto de la banda casi parece estar ahí por obligación y sus actuaciones están más allá de lo forzado. Quizá haya quien lo encuentre coherente siendo el producto que es, ya que esto ayuda a la sensación de estar ante una película de serie B, pero en ocasiones llega a distraer. Además, aunque el humor funciona en ciertos momentos, la mayoría del tiempo se trata de una retahíla de chistes que parecen sacados de una mala cinta de humor adolescente. Y, siendo honestos, pueden llegar a dar vergüenza ajena.
Todo esto sería más ameno y accesible si la duración de la cinta fuera ajustada y contara con un buen ritmo… Pero no. Lo cierto es que hay escenas y tramos que se alargan más de lo necesario, sobre todo en el primer acto y en el último tramo de la película, que parece negarse a terminar.
Baño de sangre a ritmo de rock
Pero, a pesar de todo, creo que los seguidores de la banda, e incluso del rock en general, pueden llegar a disfrutar de la película. A las bromas y referencias al mundo de la música (mi favorita, sin duda, la del saludo a lo Pearl Jam en la portada del álbum ‘Ten’), hay que sumarle poder ver en acción a los de Seattle componiendo e interpretando temas exclusivos para la película. Temas, por cierto, que han sido recopilados y lanzados en paralelo al estreno de Studio 666 con el seudónimo de ‘Dream Widow’, banda ficticia que también aparece en la película.
¡Ah! Y no nos podemos olvidar de la estrella de la función: el gore. Porque los aficionados al género también van a estar entusiasmados ante los litros de sangre y mutilaciones que inundan la pantalla de una forma sorprendentemente gráfica y tirando, además, de efectos prácticos. Se nota que este apartado se ha cuidado mucho y han tratado de ser lo más fieles posible a los clásicos del género, cosa que se agradece.
Conclusión de 'Studio 666'
Studio 666 es una cinta hecha a la medida de Dave Grohl. Su intento de realizar la ‘Posesión infernal’ del rock se queda a medio camino al no aportar nada nuevo al género, y puede llegar a aburrir por su falta de ritmo y acumulación de clichés. Aunque sorprende, eso sí, por los niveles de sangre y gore que llega a alcanzar. La disfrutarán los seguidores de los ‘Foo Fighters’ y los aficionados al rock con estómagos fuertes.
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