Albert Serra, el inclasificable y siempre polémico director de Banyoles, presentaba en el 72º Festival de San Sebastián su primer documental Tardes de Soledad, donde alzaría la cotizada Concha de Oro. Tampoco exenta de controversia, la obra del catalán pone el foco en el ritual, la estética y la simbología del toreo, en las vírgenes y los rosarios así como en la carne y la sangre. Aquellos hombres, arrogantes y fanfarrones, que se ponen el mundo por montera, corren el riesgo de que les pille el toro, como le sucede a este documental, que va perdiendo calidad y originalidad con cada banderilla y cada estoque. Estreno en salas de cine españolas el 7 de marzo de 2025.
Crítica de 'Tardes de Soledad'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Tardes de soledad
Título original: Tardes de soledad
Reparto:
Roberto Domínguez
Francisco Manuel Durán
Antonio Gutiérrez
Francisco Gómez
Manuel Lara
Andrés Roca Rey
Año: 2024
Duración: 125 min.
País: España
Director: Albert Serra
Guion: Albert Serra
Fotografía: Artur Tort
Música: Marc Verdaguer
Género: Documental
Distribuidor: A Contracorriente Films
Tráiler de 'Tardes de soledad'
Sinopsis
Retrato íntimo del torero Andrés Roca Rey y su cuadrilla. Una fascinante reflexión sobre la muerte, la violencia y la belleza. (A Contracorriente Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Arte o barbarie
La primera escena de la obra de Albert Serra ya nos muestra un toro que pareciera mirarnos mientras espera su inevitable muerte mientras el ocaso se cierne sobre él. A partir de ese momento presenciaremos las corridas del torero peruano Andrés Roca Rey, que enfrenta a los toros de Lidia batiéndose en duelo con la misma muerte una y otra vez. En la primera media hora de Tardes de Soledad se nos muestra todo un ejercicio barroco en lo artístico y valiente en lo narrativo, donde el catalán coloca una cámara neutral y desprejuiciada en lo que parece la intimidad del torero y su cuadrilla y deja fluir sus conversaciones y sus halagos, así como el ejercicio de su polémica profesión. Estos primeros minutos muestran el ritual para dar muerte al toro, las estocadas, la sangre que brota del animal…
Serra deja al espectador prendado con la majestuosidad con la que presenta el duelo del hombre contra el animal, con su personal entendimiento del arte del toreo y de los hombres que lo perpetúan, intentando que nos acerquemos a ellos sin juzgarlos, desdibujando el “ellos” y el “nosotros”. Esa virilidad hiperbólica y ridícula de la que los protagonistas hacen gala constantemente, esos jaleos en plena faena, toda la ritualística hasta llegar a la estocada final. Lo triste llega cuando, más pronto que tarde, nos percatamos que las tardes de soledad de Roca Rey que hicieron ganar a Serra la Concha de Oro, no son más que eso, que Tardes de Soledad no ahonda más allá del ritual, que es una celebración y no una observación.
Descarado y repetitivo
El espectador se siente apático ante la más de hora y media de simple y puro toreo pues Tardes de Soledad no va más allá, porque el tedio y la lentitud se apoderan del largo y no dejan respirar a quién está en la sala, ya desasosegado por su clara falta de ideas. Pareciera que no había nada más que decir, que se hubiese quedado en la estética barroca y no fuese más allá de los cerrados planos a través de los cuales se ha de interpretar el trascendental mensaje del que Albert Serra se enorgullece y saca pecho.
Los únicos momentos rescatables son en los que salimos de la plaza y vemos a la cuadrilla de vuelta al hotel o al torero vistiéndose, que aportan algo de oxígeno a una audiencia que mira la hora cada pocos minutos y se pregunta si va a ser así todo el resto de metraje.
También Tardes de Soledad pierde todo atisbo de imparcialidad respecto al debate taurino cuando constantemente celebra y enaltece la muerte del animal pareciendo incluso que se recree en ella. No veo problema en que cada uno mantenga su postura, ni tampoco en que el documental se posicione a favor, pero se pierde la oportunidad de un acercamiento genuino al torero y a su persona en pos de una simple celebración del arte taurino, que para muchos encarna la barbarie disfrazada de tradición. No por nada el Premio Nacional de Tauromaquia 2024 ha sido para Serra.
Conclusión de 'Tardes de Soledad'
Tardes de Soledad comienza como una propuesta visualmente fascinante y unas posibilidades de acercamiento al polémico mundo del toreo como sólo Albert Serra puede llegar a hacer, pero termina siendo una obra ridículamente repetitiva y una simple exaltación del toreo. Un largo algo decepcionante para venir de quién viene y ganar lo que ha ganado.
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