En The Testament of Ann Lee, la directora Mona Fastvold se adentra en las raíces espirituales y emocionales de una figura olvidada de la historia religiosa estadounidense: Ann Lee, fundadora del movimiento de los shakers. Con su habitual sensibilidad para explorar los silencios, la represión y la fe, Fastvold construye un retrato íntimo y atmosférico sobre la búsqueda de la pureza, el poder de la creencia y el precio de la diferencia en un mundo gobernado por la duda y la ortodoxia. Más que una biografía, la película se erige como una meditación sobre la fe femenina, la comunidad y el sacrificio, donde cada imagen parece contener una plegaria y una herida. Sin fecha de estreno prevista para salas de cine españolas.
Crítica de 'The Testament of Ann Lee'
Resumen
Ficha Técnica
Título: The Testament of Ann Lee
Título original: The Testament of Ann Lee
Reparto:
Amanda Seyfried (Ann Lee)
Thomasin McKenzie (Mary Partington)
Lewis Pullman (William Lee)
Stacy Martin (Jane Wardley)
Tim Blake Nelson (Pastor Reuben Wright)
Christopher Abbott (Abraham Standerin)
Matthew Beard (James Whittaker)
Scott Handy (James Wardley)
Jamie Bogyo (Richard Hocknell)
Viola Prettejohn (Nancy Lee)
David Cale (John Hocknell)
Shannon Woodward (Mrs. Cunningham)
Scott Alexander Young (Magistrado jefe Tideswell)
Año: 2025
Duración: 130 min.
País: Reino Unido
Director: Mona Fastvold
Guion: Mona Fastvold, Brady Corbet
Fotografía: William Rexer
Música: Daniel Blumberg
Género: Drama. Musical
Distribuidor:
Sinopsis de 'The Testament of Ann Lee'
Inspirada en hechos reales, se centra en la líder religiosa Ann Lee, fundadora del Movimiento Shaker a finales de la década de 1770, llegó a construir una de las sociedades utópicas más grandes de la historia de Estados Unidos. Los seguidores de Lee la consideraban el Jesucristo femenino, y sus fieles le rezaban cantando y bailando.
Mona Fastvold y Amanda Seyfried
A tan solo un año de lo que fue la monumental The Brutalist dirigida por Brady Corbet y coescrita con Mona Fastvold. Ahora es esta última la que toma la batuta en el puesto de dirección con The Testament of Ann Lee, una aferrada épica basada en la controvertida figura británica de Ann Lee en pleno forcejeo dogmático a mediados del siglo XVIII que, siguiendo una línea más o menos similar a The Brutalist, es capaz de quitarnos el aliento en más de una secuencia gracias en parte a una comprometida Amanda Seyfried que entrega una interpretación absolutamente suicida en todos los sentidos.
Una poderosa realización
La primera toma de contacto con The Testament of Ann Lee es como un disparo a bocajarro. Mientras que era consciente del fuerte vínculo tanto creativo como personal que mantenía la directora noruega con el también director e intérprete Brady Corbet, no pensé reencontrarme con sensaciones tan similares a cuando el público pudo gozar de la avalancha visual y sonora que supuso The Brutalist. Y aun así, al menos durante su primera hora, fue inaudito presenciar cómo la fuerza con la que la película se presenta es completamente arrolladora en su punto más alto.
Con una vibrante fotografía (buena parte rodada en Vistavision) y una exuberante música del compositor Daniel Blumberg, The Testament of Ann Lee ya es arriesgada desde la puesta en escena y, aunque propone un tratamiento de la historia que ahonda en el cine clásico, cuando la película verdaderamente se activa, esta se convierte en un auténtico hito sensorial que te atrapa y no te deja indiferente. Un viaje contemporáneo que se revuelca en la visión de una cinta del pasado.
Picos de grandiosidad memorables
The Testament of Ann Lee se apoya en lo corpóreo y en lo intangible de sus sujetos para adentrarnos de cierta forma en una visceralidad artística por momentos abstracta que no tiene miedo en ser lo más ambiciosa posible, incluso si esto puede salirse de control. Ya que así como la protagonista de su historia, Mona Fastvold se arroja ante lo desconocido en una odisea marcada por un cúmulo de excentricismos en la ejecución de sus métodos que pueden saltar a la vista por ser cuestionables, pero que al final del camino logra que en su totalidad exista una armonía un tanto irregular, pero plenamente inspirada por la genialidad de su atrevimiento.
Las dosis de grandiosidad de The Testament of Ann Lee caen con impacto tremendo y eso es remarcable. Sin embargo, no todo es perfecto y, recuperando esa ambición desmedida que mencioné antes, la película lucha sin mucho éxito por mantener el ritmo e interés del espectador a partir de la segunda mitad del relato. No es que por accidente esa segunda parte se sienta fallida repentinamente, simplemente no se explaya con la misma vehemencia épica con la que cautiva en su primer acto, restando un poco de conmoción a cuando el estremecedor viaje de su protagonista llega por fin a su desenlace.
Conclusión de 'The Testament of Ann Lee'
The Testament of Ann Lee es una epopeya feminista totalmente expuesta a los estímulos que genera. Un ejercicio de realización inaudito que despliega un nivel de secuencias abismal tanto en forma como en fondo en sus instantes álgidos y que directamente la convierte en una cinta obligada por su excentricidad y valor que, si bien no consigue ser ni mucho menos un film impoluto, recoge valores que son dignos del gran cine que ahora más que nunca nos hace falta.
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