Tokyo Shaking es una película dirigida por Olivier Peyon, un director francés conocido por el documental Cómo odiaba las mates (2013) o por la película Une vie ailleurs (2017). En el film se cuenta con el guionista Cyril Brody y el propio director, Peyon, los cuales ya han coincidido reiteradamente, y se nota. La fotografía corre a cargo de Alexis Kavyrchine y la música, compuesta por Manuel Roland.
Tokyo Shaking es una coproducción entre Francia y Bélgica y las productoras Les Films du Lendemain, Wild Bunch y Scope Pictures con la participación de Canal +. Se estrena el 15 de Octubre de 2021 en los cines de España.
Crítica de ‘Tokyo Shaking’
Ficha Técnica
Título: Tokyo Shaking
Título original: Tokyo Shaking
Reparto:
Karin Viard (Alexandra Pacquart)
Stéphane Bak (Amani Sassou)
Yumi Narita (Kimiko)
Philippe Uchan (Dominique Besse)
Jean-François Cayrey (Michel)
Año: 2021
Duración: 101 min.
País: Francia
Director: Olivier Peyon
Guion: Cyril Brody, Olivier Peyon
Fotografía: Alexis Kavyrchine
Música: Manuel Roland
Género: Drama. Catástrofes
Distribuidor: Alfa Pictures España
Tráiler de ‘Tokyo Shaking’
Sinopsis de ‘Tokyo Shaking’
11 de marzo de 2011. El mayor terremoto que ha experimentado Tokio desencadena el desastre de Fukushima. Alexandra acaba de llegar al país procedente de Francia para trabajar en un banco y tiene que afrontar esta crisis nuclear.
Separada entre su trabajo y su familia, defenderá el honor y la palabra a pesar del terror y la ansiedad emergentes. “Un capitán nunca abandona su barco en plena tormenta”. (Alfa Pictures)
Un tono agridulce
El tono de la película Tokyo Shaking es el que falla en algunas ocasiones. No se acaba de afinar la propuesta que Olivier Peyon quiere llevar a cabo porque los elementos narrativos como la música, no van de la mano con lo que se muestra en pantalla. Da la sensación de que cada departamento ha ido por un lado distinto y no se han sabido coordinar de forma correcta. Es una pena porque el film está contado con singularidades y particularidades que llaman mucho la atención.
No obstante, Tokyo Shaking se disfruta con entusiasmo a la par que estupor frente a la catástrofe en la que se ve envuelta Alexandra, la protagonista. También hay momentos de pausa que sirven para afianzar la fuerte ética y moral que nos muestra Alexandra en sus decisiones. Por otro lado, la fotografía es notable pero queda en un segundo plano y no hay nada característico, novedoso o peculiar que haga que sume a la trama. Simplemente hace su función y sirve cómo vehículo conductor para que la historia avance sin tapujos ni medias cintas. No está mal pero se podría haber arriesgado más.
Por ende, la situación dramática por la que está pasando la protagonista de está historia, tiene que tener mucho más carácter pero en algunas escenas y secuencias la banda sonora adquiere un clima que parece que ella misma, no se tome en serio. Algo que realmente no encaja en Tokyo Shaking.
Una protagonista muy acertada
Lo positivo de Tokyo Shaking es la propia protagonista y la toma de decisiones que ejerce en la misma. Lo que ella representa es todo lo necesario para ser una “mujer empoderada”, contenta con sus decisiones y siempre con una correcta visión de hacer lo correcto. Sin embargo, en el film nada mas lejos de la realidad, se presenta a una mujer comprometida con su trabajo y sus quehaceres personales. Nada más.
Conforme van pasando los sucesos y se va complicando la cosa en Tokyo, nuestra protagonista evoluciona y adquiere una empatía y cercanía con ciertos de sus empleados realizando diversas y complicadas decisiones en favor de ellos. Alrededor de ella van pasando sus empleados, su marido y sus hijas, los vecinos y la plantilla del servicio de su edificio y el jefe de su empresa. Todos ellos le dan la clave a Alexandra para tomar la decisión correcta en el momento correcto.
En cuanto a los temas que se tocan a lo largo de Tokyo Shaking son tan diversos como ricos en su haber. Temas como la familia, el trabajo y el equilibrio entre estas dos, el sacrificio y/o la empatía con los demás. El film siempre ha estado muy acertado con una fuerte crítica directa al conjunto de Europa occidental y en especial, a Francia.
La catástrofe
Con la llegada del terremoto de Marzo de 2011 en la costa de Japón, todo se complica y comienza lo que será el núcleo principal de Tokyo Shaking. El 11 de marzo de 2011 por ende, un triple desastre sacudió la costa este de Japón: un gran terremoto de magnitud 9, un posterior tsunami con olas gigantescas y, como consecuencia de ello y por fallos humanos, un accidente nuclear de nivel 7 (el más alto) en la central de Fukushima Daiichi.
En este aspecto, la cinta adquiere un respeto admirable que apuesta por no dar bombo con imágenes espectaculares de la catástrofe. Solo, diegéticamente, y a través de las propias noticias, vemos las duras y caóticas imágenes y acompañamos a la protagonista en esos momentos tan difíciles. El director se contiene y no se desvía con lo que realmente quiere contar.
Conclusión
Tokyo Shaking es una película que tiene un fuerte sentido de lo que es ser un ciudadano comprometido con las personas que nos rodean.
La mejor manera de prepararse para los tiempos más convulsos es a través de la honestidad y de la sinceridad y esto, sin duda, se muestra perfectamente en Tokyo Shaking.
Reportaje de Tokyo Shaking en Días de Cine TVE
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM