Un amor es la nueva película de Isabel Coixet, una adaptación de la novela de Sara Mesa que se estrena en las salas de cine el 10 de noviembre de 2023. En ella vemos la llegada de Nat a La Escapa, un pueblo que no tardará en afectar a la protagonista, y donde aflorará una extraña historia de pasión.
Crítica de 'Un amor'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Un amor
Título original: Un amor
Reparto:
Laia Costa (Natalia)
Hovik Keuchkerian (Andreas)
Ingrid García Jonsson
Hugo Silva
Luis Bermejo (Casero)
Francesco Carril
Tamara Berbés (Peluquera)
Año: 2023
Duración: 129 min
País: España
Director: Isabel Coixet
Guion: Isabel Coixet, Laura Ferrero. Novela: Sara Mesa
Fotografía: Bet Rourich
Música:
Género: Drama. Romance
Distribuidor: BTeam Pictures
Tráiler de 'Un amor'
Dónde se puede comprar la novela
Sinopsis de 'Un amor'
Tras escapar de su agobiante vida en la ciudad, Nat, treintañera, encuentra refugio en el pequeño pueblo de La Escapa, en lo más profundo de la España rural. En una casa rústica y en ruinas, acompañada de un perro salvaje y tosco, esta joven intenta reconstruir su vida de nuevo. Después de enfrentarse a la hostilidad de su casero y a la desconfianza de los habitantes del pueblo, Nat se descubre a sí misma aceptando una inquietante propuesta sexual de su vecino Andreas. A partir de este extraño y confuso encuentro, surge una pasión devoradora y obsesiva que consumirá a Nat completamente y le hará poner en cuestión el tipo de mujer que cree ser. (Festival de San Sebastián 2023)
Dónde se puede ver la película en streaming
Adaptación
Si se ha leído la novela de Sara Mesa antes de ver la película Un amor surgirán dudas de como plasmar un mundo interior tan complejo como el de la protagonista mientras se realiza un retrato claustrofóbico del pueblo. No es una novela sencilla de llevar a la gran pantalla. En este sentido ha de admitirse que Coixet no falla estrepitosamente, realizando una más que notable película y modificando distintas partes respecto a la novela.
Se representa muy bien esa sequedad, ese paisaje frío, azulado, inhóspito que es La Escapa. Es un lugar que desde el primer momento genera rechazo. En Un amor el pueblo en sí no parece tener tanta importancia como en la novela, que es un ente en sí mismo, pero sí que vivimos con Nat la desesperación de una casa que se cae a pedazos. Ese retrato de La Escapa, esa necesidad de que las formas de la película sean tan austeras, pueden acabar por afectar al conjunto. Es posible que el espectador sienta todo desde una distancia que no permita un intenso impacto emocional.
Desde luego uno de los grandes aciertos de Un amor es reflejar a la perfección la tensión sexual de Nat y Andreas, tan importante en una relación que comienza, precisamente, con una propuesta sexual.
Sin embargo, ha de decirse, lo que más lastra la película respecto a la novela es la complejidad de los personajes. Nat es un personaje que, en la novela, presenta un universo propio que se va conociendo a través de la narración. En la película esto no acaba de perfilarse del todo. De igual manera, los vecinos son simplificados, no parecen presentar tantas caras como en la novela.
De hecho, algunos personajes, sobre todo el interpretado por Hugo Silva, llegan a estereotiparse. Esto provoca algo curioso y es que la película aporta un tinte cómico que en la novela no era tan marcado. El personaje de Hugo Silva se corresponde con el prototipo de hombre básico. En el momento en que farda de sus vidrieras delante de Nat y le dice “Me inspiro mucho en la poesía sabes, yo es que soy mucho de Neruda”, la sala de cine comienza a reír, reconociendo el estereotipo. Lo que en un principio surge de la simplificación del universo de los vecinos, acaba por aportar una ventaja a la adaptación.
Por último, destacar la modificación realizada por Isabel Coixet en el final. Este nuevo desenlace se siente mejor incluso que el de la novela. La directora aprovecha el medio que está utilizando para expresar la historia y crea unas imágenes que danzan poéticamente, logrando un marcado impacto en la pantalla grande.
Todo el mundo se conoce
Una característica de La Escapa, como ocurre en otros pueblos, es que los rumores acaban pasando por las manos de todos los vecinos. Como dice el personaje de Andreas, que todo el mundo se conozca es, más que una ventaja, una desventaja. Esto acaba por reprimir a los personajes y encorsetarlos en una vida que no pueda ser juzgada. No se respeta en absoluto la privacidad de los personajes, ni siquiera de una manera física. El casero de la protagonista llega a entrar en el domicilio, mientras ella duerme, sin avisar. Y lo peor de esta invasión de la privacidad, es que no se siente como equivocación. Los personajes creen tener el derecho a esta intromisión en la vida de los demás vecinos del pueblo.
Machismo y ranciedad
La novela mostraba en los habitantes de La Escapa un arraigado machismo. La película de Coixet lo retrata para el séptimo arte. A pesar de estar preparado tras la lectura, las imágenes impactan y duelen más que en la novela. Las conversaciones entre el casero (más que notable Luis Bermejo) y la protagonista es donde más claro e hiriente es el machismo. Hay una clara imposición sobre ella, relevándola a una persona incapaz, inútil. Hay un constante ataque hacia su persona, además de un odio evidente por la figura de la mujer en general. Ella asume esa actitud con inseguridad, sin poder para ejercer la réplica. Y nosotros, desde la sala de cine, sufrimos con ella esa impotencia.
El casero no es el único que refleja ese machismo. El personaje de Hugo Silva destila un machismo mal escondido en una actitud que tan solo es un caballo de Troya para intentar llegar a Nat.
Los anhelos ocultos
Todos los personajes buscan algo de la protagonista y lo ocultan bajo máscaras de piel. Todos ellos desean algo que no dicen y que, sin a la larga no obtienen, reprochan a la protagonista y modifican su actitud con ella. Y todos menos “El alemán”. El personaje interpretado por Hovik Keuchkerian quiere algo de la protagonista y no duda en decírselo a la cara a la primera oportunidad. Ella no acepta y él se va. No se enfada, no cambia de actitud, no finge. Dice lo que anhela sin fingimientos y, si no lo obtiene, acepta la situación sin reproches.
Esto es un punto interesante ya que, hacia el final, vemos a una protagonista que acaba haciendo con “El alemán” lo que los demás hacen con ella. Actúa como si no quisiese nada más con él, pero le espía o intenta sonsacarle información. Pretende definir cuál es la situación de su extraña relación, sin embargo, no es franca y termina fingiendo al igual que el resto de vecinos.
Autodescubrimiento
En Un amor asistimos al retrato de un personaje, el de Nat, que se encuentra completamente perdido. Deja la ciudad y huye a La Escapa, sin saber exactamente que encontrará ahí. Es, al final, una búsqueda de sí misma. Una reflexión sobre nuestro propio universo, el conocerse a sí mismo para poder caminar hacia delante.
Dice la frase popular que lo bueno de tocar fondo es que ya solo te queda subir. Un amor refleja ese descenso a los infiernos y el proceso por el cual se adquiere la fuerza necesaria para iniciar esa patada que te llevará a la superficie.
Nat acaba por obtener, tras su paso por La Escapa, fe en sí misma. Es capaz de plantar cara al casero, decir a sus vecinos lo que piensa de ellos sin fingimientos y abrir una puerta a su futuro. En este sentido es más que interesante el final creado por Coixet. Ya no por su impacto visual, que es evidente, sino por la representación de una Nat libre de ataduras y con una renovada esperanza por lo que vendrá a continuación.
Conclusión de 'Un amor'
Un amor es una notable adaptación de una novela que retrata el complejo mundo interior de una protagonista y de un pueblo claustrofóbico e inhóspito. Isabel Coixet sale airosa de este ejercicio y nos deja una película que, si bien no es perfecta, supone un buen reflejo de un mundo cínico y machista donde hay cabida para el descubrimiento de la fuerza existente en uno mismo.
Reportaje de Un amor en Días de Cine TVE
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