Un cabo suelto es una tragicomedia uruguaya dirigida por Daniel Hendler (27 noches) que relata la desventura de un policía por desvincularse de una situación ilegítima en la que no tiene nada que ver, salvo por estar en el sitio y momento equivocado. Tras su paso por el Festival de Venecia y por el Festival de San Sebastián, donde la ganadora del Premio WIP Latam recibió la Mención Especial de la sección Horizontes Latinos, llega a las salas de cine españolas el 17 de octubre de 2025.
Crítica de 'Un cabo suelto'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Un cabo suelto
Título original: Un cabo suelto
Reparto:
Sergio Prina
Pilar Gamboa
Alberto Wolf
Néstor Guzzini
César Troncoso
Daniel Elías
Fernando Amaral
Ezequiel Diaz
Año: 2025
Duración: 95 min.
País: Uruguay
Director: Daniel Hendler
Guion: Daniel Hendler
Fotografía: Gustavo Biazzi
Música: Matías Singer
Género: Comedia. Thriller
Distribuidor: Sherlock Films
Tráiler de 'Un cabo suelto'
Sinopsis
Santiago, un cabo de la policía argentina, cruza la frontera hacia Uruguay huyendo de otros agentes policiales que lo andan buscando. Valiéndose de su uniforme, va inspeccionando puestos de comida regional, probando lácteos y embutidos para sobrevivir, al tiempo que intenta pasar desapercibido entre los lugareños. Sin dinero ni hospedaje, pero con empatía y astucia, va sorteando obstáculos y comienza a tramar una nueva vida, recibiendo la ayuda de personajes locales que va cruzando en el camino e, incluso, encuentra a quien cree puede ser el amor de su vida. (Sherlock Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Un protagonista que despierta cierta empatía
El eje de la historia es Santiago Pallares, interpretado por un correcto Sergio Prina, acompañado por secundarios solventes como Pilar Gamboa, Alberto Wolf y Néstor Guzzini. El caso de Santiago no es el primero que se ve en pantalla. Básicamente, su problemática es ser testigo de un hecho ilegítimo perpetrado por sus compañeros del Cuerpo de Policía, con el consiguiente deseo de estos últimos de no dejar cabos sueltos, como muy acertadamente acredita el título.
Esa carencia de cierta originalidad en el núcleo argumental de Un cabo suelto obliga al protagonista a generar cierta empatía en el espectador por su desgraciada situación, consiguiéndolo de forma suficiente para que sienta la obligación de terminar la sesión (por momentos).
Road-movie, pero tampoco tanto
El groso principal transcurre en carretera, gasolineras o pasos fronterizos, por lo que tiene un cierto aire a road-movie con pinceladas de humor que hace saltar alguna carcajada. Sin embargo, ese barniz no termina de ocultar la indefinición de género: Un cabo suelto oscila entre la tragicomedia, el thriller policial y el retrato social sin profundizar en ninguno. Esa indefinición, más que enriquecer, diluye el impacto.
Un ritmo que juega en contra
Si bien los últimos minutos elevan el interés, los 80 anteriores se sienten excesivamente pausados. Por momentos, la lentitud y las largas pausas entre diálogos ponen a prueba la paciencia del espectador, hasta el punto de invitar a pensar en todo lo que podría estar haciendo fuera de la sala.
Un guion que se diluye
El guion se sostiene en frases cortas y silencios prolongados que, lejos de transmitir tensión, generan vacío. La narrativa aporta poca información nueva y no logra construir un trasfondo sólido para los personajes ni una reflexión clara para el público.
Conclusión de 'Un cabo suelto'
Un cabo suelto es una película con buena factura técnica y un planteamiento que prometía más de lo que finalmente entrega. La historia, ya vista en múltiples ocasiones, junto a un ritmo excesivamente lento y un guion poco atractivo, hacen que su recuerdo se desvanezca con rapidez. Puede valer para una única sesión de curiosidad, pero difícilmente dejará huella en la memoria colectiva.
Reportaje de Un cabo suelto en Días de Cine TVE
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