Después de ocho años sin dirigir un largometraje, la ganadora del Oscar Kathryn Bigelow regresa de la mano de Netflix con Una casa llena de dinamita. Se trata de una película tan contundente como ella misma, en forma de un thriller político dominado por la crisis geopolítica y el demoledor dilema de cómo responderías ante una posible aniquilación del mundo tal y como lo conocemos. Estreno en salas de cine españolas seleccionadas el 10 de octubre de 2025, y posteriormente el 24 de octubre en la plataforma Netflix.
Crítica de 'Una casa llena de dinamita'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Una casa llena de dinamita
Título original: A House of Dynamite
Reparto:
Idris Elba (POTUS)
Rebecca Ferguson (Capitán Olivia Walker)
Gabriel Basso (Asesor Adjunto de Seguridad Nacional)
Jared Harris (Secretario de Defensa Reid Baker)
Tracy Letts (General Anthony Brady)
Anthony Ramos (Mayor Daniel González)
Moses Ingram (Cathy Rogers)
Jonah Hauer-King (Teniente comandante Robert Reeves)
Greta Lee (Ana Park)
Jason Clarke (Almirante Mark Miller)
Malachi Beasley (SCPO William Davis)
Brian Tee (SAIC Ken Cho)
Gbenga Akinnagbe (Mayor general Steven Kyle)
Año: 2025
Duración: 112 min.
País: Estados Unidos
Director: Kathryn Bigelow
Guion: Noah Oppenheim
Fotografía: Barry Ackroyd
Música: Volker Bertelmann
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Una casa llena de dinamita'
Sinopsis
Cuando un único misil no atribuido es lanzado contra Estados Unidos, comienza una carrera para determinar quién es el responsable y cómo actuar en respuesta. (Netflix)
Dónde se puede ver la película en streaming
Entre distopía y realidad
En un contexto de lo que podría parecer una distopía, con los años no ha hecho más que normalizarse la posibilidad de que las grandes naciones del mundo en algún día cualquiera se atrevan a apretar el botón equivocado, acabando con toda la civilización habida y por haber. En Una casa llena de dinamita, lo que podría parecer un punto medio entre una cinta del Hollywood moderno con fuertes espasmos al desglose político y narrativo del cine americano de los 70 es en realidad una aplastante exploración del orden mundial y la raíz de cómo una inevitable rabia ahoga la paz global en el día a día.
Un dilema sin respuesta
Katheryn Bigelow compone con ingenio un relato basado en el terror vivido dentro de los diferentes estamentos gubernamentales de los Estados Unidos de América frente a la inminente catástrofe. La dinámica y el ritmo del filme son apabullantes; lo que vemos en pantalla no son sorprendentes secuencias de acción ni fuegos artificiales que abrumen el plano. El foco se centra en cómo el personal a cargo del sistema de defensa de un país tiene que cargar con el poderío moral de responder en nombre de millones de personas desde salas llenas de monitores y llamadas telefónicas por doquier.
Una casa llena de dinamita pone al límite al espectador; la inmersión cuando se da el primer sablazo es inmediata, y es imposible no estar aferrado a cada movimiento de los diversos protagonistas. Es una pieza llena de estímulos que corren a contrarreloj; es por ello sorprendente cómo a día de hoy su directora siga dirigiendo con tal ferocidad sin que los años le hayan pasado a cuenta.
Un reparto a la altura
El casting lleva consigo a estrellas de la talla de Rebeca Ferguson e Idris Elba, pero el gran acierto viene con el reparto secundario, con nombres como Jared Harris, Tracy Letts o Anthony Ramos, por mencionar algunos, que inyectan a Una casa llena de dinamita mucha personalidad y otorgan el peso interpretativo necesario, siendo este el remate perfecto en medio de la desesperación.
Ecos de visceralidad
Una casa llena de dinamita es una visión voraz de una posible crisis nuclear, pero a pesar de todo es una obra que se vuelve tremendamente humana al exponer la sensibilidad y crudeza a partir de lo visceral de la situación. No tiene miedo a levantar la voz y ser autocrítica, siendo a ratos algo absurda, pero sin salirse del esquema completamente medido por la labor detrás de cámara.
Conclusión de 'Una casa llena de dinamita'
Una casa llena de dinamita es un arriesgado estallido de emociones que no se avergüenza de ser plenamente oportunista en su mensaje y que, sin dejar de contraer un increíble mérito, estamos delante de una película frenética e inteligente por la capacidad de impactar tanto con relativamente poco.
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