El próximo 2 de febrero de 2024 se estrenará en cines españoles Vermin: La Plaga. Habiéndose hecho con el premio especial del jurado en la 56ª edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges, esta película del director Sébastien Vaniček promete mucha tensión de la mano de bicharracos de ocho patas.
Crítica de 'Vermin: La Plaga'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Vermin: La plaga
Título original: Vermin / Infested
Reparto:
Finnegan Oldfield (Jordy)
Sofia Lesaffre (Lila)
Jérôme Niel (Mathys)
Théo Christine (Kaleb)
Lisa Nyarko (Manon)
Año: 2023
Duración: 103 min.
País: Francia
Director: Sébastien Vanicek
Guion: Florent Bernard, Sébastien Vanicek
Fotografía: Alexandre Jamin
Música: Douglas Cavanna
Género: Terror
Distribuidor: Adso Films
Tráiler de 'Vermin: La plaga'
Sinopsis
Kaleb está a punto de cumplir 30 años y nunca ha estado más solo. Está peleando con su hermana por un asunto de herencia y ha cortado los lazos con su mejor amigo. Apasionado por los animales exóticos, un día llega a casa con una araña venenosa y accidentalmente la deja escapar. (Adso Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Anatomía de un edificio
El distrito de Saint-Denis es, lo que comúnmente se llama, una banlieu francesa. Es decir, una demarcación situada en la periferia de las ciudades. Son espacios en los que predomina la convivencia de personas de clase social vulnerable y cuentan con una situación económica inferior al resto de barrios, por lo que sus infraestructuras y su espacio urbano suele ser deficiente.
Allí es, precisamente, donde se rueda y sitúa Vermin: La Plaga. La película se adentra en un ambiente humilde, donde la exclusión social está a la orden del día. No es necesario que los personajes comuniquen su situación, el entorno se encarga de proporcionar las herramientas necesarias para comprenderlo.
De esta manera, Kaleb (Théo Christine) —el protagonista— vive hacinado en una especie de piso colmena, con muchísimas plantas y casas y, por ende, muchos vecinos. El hogar es antiguo, habitable pero viejo, de hecho su hermana se está encargando de reformarlo por su cuenta. Él, en su habitación, intenta crear un zoo. No tiene animales grandes, evidentemente, pero sí muchísimas cajas y tarros con insectos de toda clase. Es ahí donde incluye la araña que compra al comenzar la película y la que desengrana toda la trama.
Del mismo modo que multitud de grupos animalistas abogan por el cierre de los zoos, parece que Vaniček critica el encierro humano. Por una parte, de Kaleb en sí mismo. Se refugia en su dormitorio, en su edificio y en su barrio. En todo lo que conoce y recuerda. No sabe cómo enfrentarse al futuro, a su hermana, a sus amigos, a la policía. Pero debe salir y aprenderlo, crecer. Por otra parte, como un entramado social que relega a las personas de bajos recursos a zonas determinadas geográficamente. Se crea una segregación social en la estructura urbana que propicia la diferencia, la marginación y la pobreza. Si la habitación de Kaleb está repleta de cajas para insectos, su edificio es un conjunto de jaulas con forma de domicilio para personas.
Aislamiento emocional
Como comentaba anteriormente, Kaleb se refugia en todo aquello que comprende y domina para sobrevivir en su día a día. No ve más allá de lo que le hace sentir seguro. Desgraciadamente, de un momento a otro, todo lo que conoce se verá atormentado por una gran plaga de arañas mortalmente venenosas, por lo que tendrá que enfrentarse a sus miedos y salir de su caja.
No sabe cómo hablar con su hermana, cómo explicarle sus sentimientos. Tampoco sabe, realmente bien, cómo lidiar con el duelo y todo lo que conlleva. No es capaz de tener una conversación íntima y verdadera con su amigo de la infancia. En Vermin: La Plaga se habla de cosas terroríficas y fantásticas, pero también de otras que dan mucho miedo y son muy humanas. El miedo, en general, es un buen catalizador de emociones. Aquí, Kaleb se verá prácticamente obligado a enfrentarse a todo aquello que teme en aras de salvar su vida y la de todo lo que le importa.
Vaniček decía en una entrevista para este mismo medio que, en realidad, Vermin: La Plaga es un coming of age. Repleto de espeluznantes arañas, sí, pero no deja de ser un viaje a través del desarrollo del protagonista. Empieza siendo un niño, y culmina como adulto.
Conclusión de 'Vermin: La Plaga'
Sébastien Vaniček consigue que nos pique todo el cuerpo, captando a la perfección la esencia repulsiva que sentimos hacia las arañas. Asimismo, transforma la repelencia arácnida en una declaración de intenciones. Ni puedes vivir sin libertad, ni es loable esta segregación social que se sucede en, prácticamente, todas partes.
Vermin: La Plaga es una película de mucha tensión que se recrea en la grima y el repelús y nos hace plantearnos cuánto de araña hay en nosotros y cuánto de persona asqueada también. Pone sobre la mesa el trato animal que se da a determinados grupos sociales y nos lanza a la cara la solución, que no es más que la libertad.
Reportaje de Vermin: La Plaga en Días de Cine TVE
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