Waldo, sorprendente documental sobre la figura de Waldo de los Ríos, el genio musical de los años 60’ y 70’, autor del “Himno a la alegría” y la sintonía del “Un, dos,tres” entre otros muchos grandes éxitos. Una vida de éxito, con un final entre sombras. Un documental llamado a convertirse en un canto contra la homofobia dirigido por los nominados al Goya, Charlie Arnáiz y Alberto Ortega. Estrenada en salas de cine españolas el 15 de noviembre de 2024.
Crítica de 'Waldo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Waldo
Título original: Waldo
Reparto:
Waldo de los Ríos
Año: 2024
Duración: 90 min.
País: España
Director: Charlie Arnaiz, Alberto Ortega
Guion: Juan Carlevaris
Fotografía: Alberto González Casal
Música:
Género: Documental
Distribuidor:
Tráiler de 'Waldo'
Sinopsis
La mañana del 28 de marzo del 77 saltaba la noticia, el prestigioso compositor del “Himno de la Alegría”, Waldo de los Ríos, aparecía muerto con dos disparos de escopeta en la cara. El documental Waldo es un proyecto que intenta descifrar todos los secretos detrás de la figura pública del célebre músico argentino -afincado en España desde los años 60-. Durante nuestra investigación descubriremos una vida de fama, lujo, pasión, homofobia, dictadura, esoterismo, depresión, soledad, un enigmático suicidio, ... y el olvido. Intentaremos comprender cómo uno de los mayores compositores de la historia universal convirtió su propia vida en un réquiem. A partir de vídeos caseros, fotografías, cartas personales, audios y otros materiales inéditos, Dadá Films & Entertainment presenta el retrato más íntimo y oculto de este genio revolucionario de la música.
Dónde se puede ver la película documental en streaming
Partituras y silencios
Waldo no es un documental al uso, es un rompecabezas íntimo armado con retazos de películas caseras, cartas manuscritas y grabaciones que Waldo de los Ríos guardó como secretos. La cinta navega entre dos aguas, el esplendor del músico que revolucionó los años 60 y 70 con su “Himno de la Alegría”, y el naufragio de un hombre que luchó contra la depresión en una España que perseguía su homosexualidad.
Los directores, Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, no se limitan a contar una biografía. Desentierran una cápsula del tiempo donde cada fotograma es un latido de angustia o un destello de genialidad. El relato avanza como una investigación, intercalando la frivolidad de las galas con la crudeza de las cartas donde Waldo confesaba sentirse un fantasma.
Un alma atormentada
Charlie Arnaiz y Alberto Ortega dirigen con la delicadeza de quien manipula cristales rotos. Su mayor acierto es ceder la voz al propio Waldo, sus cintas de audio, sus diarios, sus miradas cómplices a cámara en fiestas privadas. El documental Waldo no juzga, solo muestra, aquí está el genio que vestía capas y fumaba en pipa frente al franquismo hipócrita; allí, el hombre que escribía rituales esotéricos para exorcizar su soledad.
Los planos de archivo, Waldo dirigiendo orquestas con gestos teatrales, contrastan con imágenes actuales de lugares vacíos, su casa, ahora cubierta de polvo, o el Teatro Real, donde su música ya no resuena. La decisión de evitar narradores externos y centrarse en testimonios crudos, convierte el documental en un espejo roto, cada fragmento refleja una faceta distinta, pero ninguna termina de encajar.
Una partitura visual
La fotografía de Waldo es un personaje más, en los archivos, los colores son cálidos, rojos profundos en alfombras de gala, dorados en los vestuarios, pero el presente se filma en tonos fríos, grises azulados en su casa abandonada, verdes pálidos en los jardines donde paseaba. El montaje de juega con el tiempo, corta de un aplauso ensordecedor a un plano de Waldo escribiendo en su diario, sin transición.
El sonido, mezcla la música con el crujir de papeles viejos o el eco de pasos en pasillos vacíos, como si el espectador caminara junto a él hacia el abismo. La música no acompaña, hace sentir, violines que se retuercen en los momentos más oscuros, pianos que susurran en las confesiones íntimas.
Conclusión de 'Waldo'
Waldo brilla por su audacia al rescatar archivos inéditos y humanizar a un mito, aunque a veces tropiece con su propia ambición, pero más que un homenaje, es una pregunta lanzada al aire, ¿Cuántos Waldos siguen enterrados bajo el peso del silencio y la represión?
Es un documental imprescindible para quienes deseen comprender no solo la importancia de Waldo de los Ríos como puente entre la música clásica y el pop, sino también la dimensión humana del hombre que vivió entregado a la fama con el peso de una sociedad gris tras de sí.
Reportaje de Waldo en Días de Cine TVE
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