Emitida en 2004 por la cadena norteamericana FOX, Wonderfalls nos relata la peculiar y misteriosa vida de Jaye Tyler, una joven de veinte años que trabaja en una tienda de recuerdos y souvenires, en lo alto de las Cataratas del Niágara. Dirigida por Bryan Fuller y creada junto a Todd Holland, nos ofrece un relato de una joven cuya personalidad, recuerda muy de cerca al mítico personaje de Peter Pan.
A la protagonista de Wonderfalls le cambia la vida un día en el que de pronto, como por arte de magia, los objetos se empiezan a comunicar con ella. Desde juguetes de goma, hasta peluches, el salero de su cocina o los muñecos que decoran el jardín, son algunos de estos peculiares seres que la hablan. Todos ellos lo hacen con el mismo propósito: aconsejarla para que ayude a las personas. Los trece capítulos de esta serie están disponibles en Youtube.
Crítica de Wonderfalls
Resumen
Ficha Técnica
Título: Wonderfalls
Título original: Wonderfalls
Reparto:
Caroline Dhavernas (Jaye Tyler)
Katie Finneran (Sharon Tyler)
Tyron Leitso (Eric Gotts)
Tracie Thoms (Mahandra McGinty)
Lee Pace (Aaron Tyler)
William Sadler (Darrin Tyler)
Diana Scarwid (Karen Tyler)
Jeffrey R. Smith (Muse)
Scotch Ellis Loring (Muse)
Año: 2004
Duración: 60 min.
País: Estados Unidos
Director: Bryan Fuller y Todd Holland
Guion: Bryan Fuller, Gretchen J. Berg, Aaron Harberts, Krista Vernoff, Dan E. Fesman, Liz W. Garcia, Tim Minear, Harry Victor, Todd Holland
Fotografía: Victor Hammer
Música: Michael Andrews
Género: Comedia dramática
Distribuidor: Fox TV
Tráiler de Wonderfalls
Sinopsis
Jaye Tyler es una chica de 23 años recién graduada en Filosofía por la Universidad de Brown, que trabaja como dependienta en una tienda de regalos en las cataratas del Niágara. Su despreocupada vida dará un giro cuando de repente varios objetos inanimados le empiecen a hablar, guiándola de forma críptica para ayudar a los que lo necesitan. En su aventura, Jaye tendrá como compañeros de fatigas objetos tan diferentes como un león de cera, un pisapapeles en forma de mono o un peluche de camaleón...
Realismo mágico y humor negro se dan la mano
Sin duda, el elemento más original y que más juego da a la trama, es el hecho de que los objetos tengan la capacidad de influir en la vida de esta joven que, sin grandes aspiraciones en la vida, cree que se está volviendo loca.
Tras intentar por todos los medios deshacerse de lo que para ella es una maldición, se da por vencida e intenta pensar que tal vez los objetos le hablen por algún tipo de propósito o utilidad y comienza a hacerles caso.
Para no saturar al espectador con este elemento fantástico, cada uno de los episodios se tiñen de un humor negro, característico del ingenio y la forma de ser de Jaye.
Se trata sin duda de una comedia en la que suceden situaciones disparatadas en cada uno de sus episodios y donde las caras exageradas que ponen la protagonista y su mejor amiga Mhandra McGinty no tienen parangón. Además, los diálogos son de una exquisita inteligencia.
Una estética hippie y ochentera
Otro de los puntos fuertes de Wonderfalls es su aspecto visual. Los colores fuertes inundan cada plano. A su vez, la fotografía de la serie, nos traslada a la textura de las cintas VHS y a esas tardes de escuchar vinilos en la soledad de la habitación. Tiene una estética que nos transporta sin duda a la época de finales de los 80, tanto en el estilo de vestir como en el aspecto de los personajes que forman el elenco de la serie.
Es posible, que esta puesta en escena tan original, sea una forma de plasmar el universo mental de Jaye e incluso un signo de identidad del propio director, quien dirigió años más tarde la serie Pushing Daisies (en español, Criando Malvas, 2007), con la misma estética colorida y llamativa.
Un romance para nada clásico
Estamos acostumbrados a ver, por culpa del canon clásico romántico, que la mujer debe ser una persona correcta, organizada y dulce, que necesita de la ayuda o salvación masculina para avanzar en su historia. Sin embargo, en Wonderfalls estos roles se invierten y encontramos que Jaye es un completo desastre: es caótica, nerviosa, algo bruta y muy despistada.
Será ella quien tenga que salvar a Eric Gott, un simpático y atractivo camarero que tras una fuerte ruptura sentimental, se ha convertido en un joven inseguro y frágil en el amor. La forma de ser de Jaye trae de cabeza a Eric, demostrando que las chicas también pueden romper corazones y ser ellas las que se salven a sí mismas.
La presión familiar frente al pensamiento propio
A pesar de la estética retro de la serie, se trata un tema muy actual: el éxito o el fracaso vital. Jaye ha estudiado Filosofía pero trabaja de dependienta y vive en una auto caravana. El modo de vida de la protagonista, choca con el de su cuadriculada y perfecta familia: un padre médico, una madre escritora, una hermana abogada y un hermano teólogo.
En la serie se pone de manifiesto como la protagonista es opuesta a cada uno de los miembros de su familia pero, sin embargo, en ningún momento se arrepiente del camino que ha elegido.
Frente a las responsabilidades y éxitos de su familia, Jaye es una especie de Peter Pan moderna que odia tener responsabilidad, el mundo adulto y sobre todo evita implicarse emocionalmente. Aún así, nos enseña una valiosa moraleja, la de aprender a ser feliz con las elecciones que tomamos en la vida.
Gran Director en ciernes
Después de dirigir Wonderfalls, se produjo una especie de pistoletazo de salida en la vida profesional de Bryan Fuller. Al terminar de grabar Pushing Daisies (2007), se puso al frente, unos cuantos años más tarde, de una producción tan brillante y ambiciosa como fue la serie Hannibal (2013).
De exquisita y elegante dirección artística y un guion digno de ser considerado obra maestra, Hannibal, es una de las mejores series dentro del género, drama y suspense, e injustamente canceladas, que sirvieron a su creador, para terminar de consagrarse en el ámbito de la ficción.
Conclusión de Wonderfalls
Wonderfalls es una serie divertida y original. La elección perfecta para los nostálgicos de las fotografías Polaroid y los amantes de lo excéntrico y las “series nicho”. Otra cancelación injusta debido a la mala acogida de un público, que sigue apostando por un contenido de corte más comercial.
Su potencial reside tanto en el reparto que interpreta sus papeles con gran eficacia, como en su original narrativa, que arroja magia e intriga a la aburrida cotidianidad de los mortales.
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