La actriz Hiroko Yakushimaru, estrella revelación del cine idol de Haruki Kadokawa a principios de la década de 1980, sentía más la necesidad de retirarse y dejar atrás el mundo del espectáculo. Tras ganar el prestigioso premio Blue Ribbon a la Mejor Actriz por su papel en Tragedy of W, rescindió su contrato con el estudio, pero tras el revuelo causado por la noticia de su intención de retirarse, acabó estableciéndose por su cuenta como intérprete independiente con su propia compañía. Like a Savage (Yabanjin no youni), película dirigida por Toru Kawashima, cineasta que había logrado el éxito con títulos comerciales enfocadas al público jóven, fue su primer proyecto tras abandonar a Kadokawa.
Crítica de 'Yabanjin no youni'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Yabanjin no youni / Like a Savage
Título original: Yabanjin no youni
Reparto:
Hiroko Yakushimaru (Tamako Arisugawa)
Kyôhei Shibata (Eiji Nakai)
Michiko Kawai (Hiromi Kudo)
Norihei Miki (Isao Yoshimoto)
Kôji Shimizu (Toshio Takiguchi)
Yôsuke Tagawa (Hashimoto)
Kentarô Shimizu (Takeshi)
Isao Bitô (Policía)
Johnny Okura (Personal del metro)
Jun Togawa (Aya)
Miho Takagi (Ayako)
Minori Terada (Hombre en la estación de policía)
Midori Kiuchi (Makiko)
Sumie Sasaki (Tamiko)
Kinzô Sakura (Uzaki)
Strong Kongô
Año: 1985
Duración: 108 min.
País: Japón
Director: Tôru Kawashima
Guion: Tôru Kawashima
Fotografía: Yonezo Maeda
Música: Kazuhiko Kato
Género: Aventuras. Acción
Distribuidor: Toei
Tráiler de 'Yabanjin no youni'
Sinopsis
Tamako es una joven escritora que gozó de un éxito fugaz unos años atrás pero ahora vive un irremediable bloqueo; tampoco podía imaginar que su aventura nocturna por Tokyo fuese a convertirse en una cacería sin cuartel cuando es señalada como principal sospechosa del asesinato de un jefe yakuza. Afortunadamente contará con la ayuda de Eji, un joven subordinado del mismo clan que ha sido traicionado y se encuentra perseguido por sus propios compañeros.
Un gran paso
Posiblemente a mitad de los '80 en Japón no había artista más famosa que Hiroko Yakushimaru. Actriz, cantante y modelo, su vida de ídolo de masas estaba empezando a sobrepasarla, a lo que se sumaban las difíciles producciones cinematográficas que le asignaba Haruki Kadokawa, poderoso empresario para cuya compañía trabajaba sin recibir un trato ni un salario adecuados (teniendo en cuenta que sus obras arrasaban en taquilla).
Fue todo un shock cuando la estrella, agotada física y mentalmente tras el rodaje del exitoso drama "The Tragedy of "W" ", declaró en un programa de televisión que estaba "harta de ser una celebridad" y había pensado retirarse para siempre del negocio del espectáculo, tal vez dedicándose sólo a la canción.
En ese momento Shigeru Okada, presidente de Toei y hombre de mucho olfato, aprovechó la situación y le propuso el papel protagonista para una película que se realizaría a través de una pequeña productora; al final, y esto fue lo que más cabreó a Kadokawa, no se retiró como actriz, simplemente se independizó. Toda esta serie de acontecimientos fueron la causa de la existencia de Yabanjin no youni (o "Like Animals"), donde Hiroko se transforma en Tamako, una joven escritora que disfrutó de un éxito fugaz años atrás pero ahora su vida está estancada en un irremediable bloqueo.
Aventuras en la gran ciudad
Escrito con la actriz en mente, la situación de este personaje se asemejaba bastante a la suya propia, pero al menos aquí posee una bonita casa en la costa de Shonan sin periodistas alrededor y con tiempo para soñar despierta y distanciarse de la realidad pese a la compañía de algunos amigos. Hay claras referencias a "Alicia en el País de las Maravillas". Hiroko / Tamako parece estar preparada para cruzar al otro lado.
Mientras tanto tiene lugar una historia muy distinta. Un jefe yakuza es asesinado a sangre fría, aparentemente por una prostituta menor de edad, y así comienzan a fraguarse intrigas de conspiración, traición, ambición y deslealtad cuando Eiji, un miembro del clan que acaba de perder a dicho jefe, dedicado a vigilar los clubs nocturnos, es metido así como así en todo el embrollo por su superior.
Estas dos tramas paralelas confluyen gracias a la pura coincidencia. Toru Kawashima, joven cineasta de éxito que llegó al proyecto por recomendación del actor Yusaku Matsuda, elabora un argumento dividido en dos partes, bien diferenciadas, y finiquitado con un gran epílogo. La 1.ª parte se esmera en engancharnos estableciendo la situación de los dos protagonistas, quienes se cruzarán en pleno centro bullicioso de la Tokyo nocturna.
Tamako, atrevida, infantil y muy aficionada al alcohol, se va a vivir aventuras sin saber que se ha convertido en el blanco de los gángsters, simplemente porque su descripción física encaja con la de la supuesta asesina del jefe. El director no se centra en nada más salvo la persecución, y filma al "estilo guerrilla" en escenarios reales, entre los transeúntes, desatando un trepidante espectáculo de acción, aunque siempre de una forma elegante, sin cruzar los límites de la extrema violencia.
¿Una historia de amor?
Señalados por el clan, uno como chivo expiatorio, la otra por casualidad, Eiji y Tamako se separan y se unen inevitablemente, y corren a refugiarse en casa de ésta...y entonces durante la 2.ª parte Yabanjin no youni se pliega sobre sí misma, olvidándose de todo lo anterior. Permanecemos con la pareja, los peligros de la ciudad quedan atrás, y con ellos también la intriga de los yakuza, a la cual (sin contar una decisiva llamada telefónica de Eiji a su superior) nunca regresaremos.
Las bellas playas de Shonan reemplazan a las ruidosas calles de Shinjuku, el suspense se diluye, el ritmo se mantiene en una constante de tranquilidad. No podría ser más curiosa la maniobra de Kawashima, que aunque lleva al herido delincuente a la casa de la autora no cruza los límites ni para en clichés, todo es insinuación, sugerencia, un deseo lejano.
Ambos crean un vínculo extraño, intiman pero manteniendo las distancias, como si siguieran sin pertenecer al mismo mundo pese a la increíble experiencia que han vivido. El argumento se paraliza en los terrenos del melodrama sin ir a ningún sitio, dando pie a una mitad por desgracia desaprovechada.
No hay viajes a la ciudad, no volverán a aparecer los personajes secundarios que hemos visto anteriormente, el guión juega a los coqueteos, a las deducciones detectivescas e inventa situaciones más curiosas que interesantes (la de la muerte de la gaviota, signo de mal presagio), pero no se esfuerza en profundizar en el pasado ni en las emociones reales de la pareja. Ni siquiera se consuma el romance entre ellos...
La tormenta tras la calma
Por algún motivo inexplicable el carisma y la naturalidad de Kyohei Shibata y Hiroko Yakushimaru y la buena química que muestran en pantalla son suficientes, además de esa atmósfera de sutileza casi onírica creada por el director de fotografía Yonezo Maeda.
Pero toda la sutileza es volada por los aires a lo largo de un clímax en que el apacible refugio se asemeja más al escenario de una película del Oeste, regresando desde la ciudad los miserables gángsters para cobrarse su venganza, y con ellos toda la energía, la acción y la violencia que se habían ido diluyendo hasta desaparecer durante ese extraño paréntesis.
La forma hiperestilizada del director acerca el espectáculo de balas, sangre y fuegos artificiales que organiza a la orilla de la playa a la acción hongkonesa del momento, por otro lado presagiando en años la "Sonatine" de Takeshi Kitano.
Una escena ya icónica del cine japonés de los '80 cierra este periplo entre el melodrama, el suspense y la acción: la casa al fondo hecha pedazos y Eiji y Tamako caminando por la arena mientras las bellas melodías "pop" de "Sutekina Koi no Wasure-kata" (cantada por la misma Hiroko) bañan la atmósfera.
Conclusión de 'Yabanjin no youni'
Pese a sus evidentes agujeros argumentales, y es que el guión de Kawashima está a falta de una revisión, Yabanjin no youni es potente a nivel visual y su acción muy efectiva. El experimento funcionó. Fue la segunda película más taquillera de aquel año en Japón y un vehículo perfecto para la actriz, pues demostró que su carrera podía perfectamente seguir adelante sin Haruki Kadokawa.
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