Yana-Wara es una producción de Óscar Catacora y Tito Catacora. Óscar, que murió al principio del rodaje, había dirigido en 2017 la primera película completa en aymara, Wiñaypacha. Al fallecer, su tío, Tito, continuó con la filmación en los andes peruanos. Es candidata para representar a Perú en los premios Óscar de 2025 y también competirá para estar nominada a Mejor Película Iberoamericana en los premios Goya 2025. Puedes leer aquí otra crítica realizada por Cinemagavia de esta película documental.
Crítica de 'Yana-Wara'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Yana-Wara
Título original: Yana-Wara
Reparto:
Luz Diana Mamami (Yana-Wara)
Cecilio Quispe Ch. (Don Evaristo)
Juan Choquehuanca (Tata Mallku)
Irma D. Percca (Mama T'alla)
José D. Calisaya (Profesor Santiago)
Año: 2023
Duración: 104 min.
País: Perú
Director: Tito Catacora, Óscar Catacora
Guion: Óscar Catacora
Fotografía: Julio Gonzales F., Tito Catacora, Óscar Catacora
Música:
Género: Drama. Fantástico
Distribuidor:
Tráiler de 'Yana-Wara'
Sinopsis
La justicia comunal acusa a don Evaristo, de 80 años de edad, por el asesinato de su nieta Yana-Wara, de 13 años de edad. Durante la audiencia, todos se enteran de la trágica historia de esta joven, quien, a causa de la violencia de género, empieza a tener visiones aterradoras tras haber sido tocada por los espíritus malignos que habitan en los lugares prohibidos del Ande.
Dónde se puede ver la película en streaming
Cultura Aymara
Yana-Wara es una niña huérfana a la que encuentran muerta, su abuelo la ha matado y las autoridades del pueblo aymara deben juzgarlo. La película gira en torno a la ética o moral de dicho asesinato. ¿Es punible su acción? ¿En qué medida se puede castigar al anciano?
Entre la mística y lo terrenal, Yana-Wara aparentemente está maldita desde su nacimiento. Su madre muere en el parto y su padre lo hace poco tiempo después. El abuelo se encargará de lidiar con una joven temerosa y callada, hasta que un día, el maestro abusa de su posición de poder y se aprovecha de ella: la viola y la deja embarazada. A partir de ese momento, su entorno acude a los espíritus como fuente de salvación para su alma.
Remarcar que todos los personajes son interpretados por actores no profesionales; de hecho, según Catacora, no hay actores que hablen aymara. Por tanto, Yana-Wara comparte esa parte catártica y naturalista del cine de Bresson, quien siempre optó por contratar a actores no profesionales.
Cinematografía ligada al espacio
Yana-Wara está rodado en 55 mm y utiliza el blanco y negro. La fuerza que ejerce esta falta de color hace que se sucedan las formaciones rocosas de los Andes, las enormes montañas y las brumas, configurando un telón de fondo perfecto para narrar la tragedia de Yana-Wara. Eliminar el color también evita las distracciones y deja al espectador introducirse en el drama para empatizar con la joven protagonista. En parte, esto se consigue gracias a que la banda sonora es el propio escenario natural: el viento, los ríos, las cuevas, etc., que muestran la filosofía de la cinta; no hay canciones en la naturaleza, sino vida y muerte. Y esa es la atmósfera que se transmite.
Por otro lado, destaca la cámara fija. Los planos son largos y las escenas importantes suceden fuera de campo. El buen gusto de evitar al espectador escenas como la violación, refuerzan la conexión con la historia. Catacora prefiere impresionar a través de lugares vacíos, antes que recurrir al sentimentalismo de la exhibición.
Conclusiones de Yana-Wara
Yana-Wara es una obra incómoda que apela al lado oscuro del ser humano. El impacto de la violencia —sobre todo la que no se muestra— deja al espectador indefenso. Una cinta en aymara que refleja la especificidad de esta cultura para abordar, a través de lo específico, cuestiones más universales. Así, Yana-Wara se convierte en una película provocativa dentro de la cinematografía peruana, que pretende despertar nuevas percepciones y sensaciones en un cine que, habitualmente, no profundiza en estos temas.
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