Otra de las obras presentadas en el Teatro Cervantes de Málaga con motivo de la 41 edición del Festival de Teatro ha sido Los amigos de ellos dos. Una entretenida, a la par que imprevisible comedia, en la que una pareja va a tirar, irremediablemente, de un hilo peligroso. El hilo de las confesiones aireando los trapos sucios de su relación.

Cuatro personajes, aunque solo dos en escena, sobre un escenario que cobra vida por momentos, invitan a la reflexión sobre quiénes somos y que se espera de nosotros en las relaciones sentimentales y de amistad.

Unos magníficos Malena Alterio (Que nadie duerma) y David Lorente (4 Estrellas) dan vida a un matrimonio corriente, pero que esconde una maraña de inseguridades y de secretos. Los diálogos de Matías Federico y Daniel Veronese son, cuando menos, hilarantes y acertados. Una fabulosa fusión de humor y reflexión.



Los amigos de ellos dos

Crítica de 'Los amigos de ellos dos'

Ficha Técnica

Título: Los amigos de ellos dos
Título original: Los amigos de ellos dos

Reparto:
Malena Alterio
David Lorente

Duración: 75 min. apróx.
Dirección: Daniel Veronese
Dramaturgia: Matías del Federico y Daniel Veronese
Diseño de iluminación: Pedro Yagüe
Espacio escénico:
Elisa Sanz
Diseño de vestuario:
TallerEs
Dirección de producción (Producciones Off):
Ana Guarnizo
Producción ejecutiva (Producciones Off):
Mónica Regueiro
Producción: Producciones OFF, Teatro Español
y Vania

Tráiler de 'Los amigos de ellos dos'

Sinopsis de 'Los amigos de ellos dos'

Los amigos de ellos dos nos presenta a dos parejas amigas que se encuentran a cenar todos los jueves desde hace más de doce años. Nicolás y Liza ya llegaron al restaurante, pero sus amigos no. Los minutos pasan y la misteriosa e inusual demora de los amigos comienza a preocupar.

¿Por qué llegan siempre tarde?

¿Qué rol ocupamos en la vida de ellos dos?

¿Se interesan realmente por nosotros?

¿Habrá llegado el momento de mostrarles nuestro descontento?

Los amigos de ellos dos reflexiona sobre cómo percibimos el lugar que ocupamos en esta sociedad. (TEATRO ESPAÑOL). 



Los amigos de ellos dos
Foto de Sergio Parra

Amistades peligrosas

Ese fue el título de una obra de teatro de Christopher Hampton, adaptada para la famosa película ganadora de varios Oscar en 1988, basada a su vez en una novela del siglo XVIII. Aunque su trama es más bien sobre una venganza, el título es muy apropiado para Los amigos de ellos dos.

Nicolás, David Lorente, comenzará a quejarse a su esposa, Elisa, Malena Alterio, de la recurrente falta de puntualidad de sus amigos a las cenas semanales que suelen celebrar. Quizás no sean tan amigos como ellos consideran. La certeza de que valen menos que la pareja que están esperando es una oscura nube que se cierne sobre ellos, pero a la que se han adaptado.

Ante la brillantez de sus amigos en muchos aspectos, desde un físico más atractivo, pasando por el profesional y llegando al personal, se abre una caja de pandora de la que saldrán rayos destructivos y peligrosos.

Teatro Español
Foto de Sergio Parra

Lo tuyo es puro teatro

Enganchar al espectador es el principal objetivo de una obra de teatro. Si además de salir contento se logra hacerle reflexionar, entonces el éxito es doble. Los amigos de ellos dos consigue este doble éxito porque cualquiera nos identificamos, en algún u otro sentido, con esta pareja que refleja sus inseguridades. Como pareja y como individuos.

Los amigos que se retrasan, que se hacen esperar, ya tienen pensado de antemano su guion. Durante doce años, que son los que se reúnen para cenar los jueves, ha sido puro teatro, pura farsa, o eso es lo que piensa Nicolás. Y no va del todo desacertado.

Ver cómo la felicidad se convierte en todo lo contrario atrapa sin ninguna duda. Las historias de amor son siempre inspiradoras y evocan las emociones y sentimientos de los espectadores que esperan que el bien triunfe. Aunque, en ocasiones, no sucede.

Esa larga espera será una catarsis para este matrimonio. Un revulsivo para darse cuenta de las carencias que tiene cada uno. Una insatisfacción que se hace patente y que clama un cambio, un nuevo comienzo, quizás.

Teatro Cervantes
Foto de Sergio Parra

Un espejo en el que reconocerse

En Los amigos de ellos dos, la pareja protagonista discute manteniendo las formas en la medida de lo posible. En otras, los gritos alcanzan cotas elevadas de angustia. Quién no recuerda "La gata sobre el tejado de zinc" de Tennessee Williams, en la que se desarrolla, también, la codicia social. O "¿Quién teme a Virginia Wolf?" de Edward Albee, con dos parejas, siendo una de ellas el detonante para que se inicie una tormenta de riñas y reproches en la otra.

El teatro tiene algo de terapéutico cuando sirve para reconocerse y actuar en consecuencia. Es decir, intentar pulir aquello que debe ser mejorado en nuestro comportamiento. Y no me refiero tan solo al que demostramos ante los demás, sino hacia nosotros mismos.

Nicolás, un sufrido hombre que se considera un perdedor, un donnadie, se revelará ante su mujer, para comprobar después que hubiera sido mejor no decir nada. Mientras, Elisa, una mujer agotada por el trabajo y viviendo un matrimonio monótono, se siente fascinada ante la otra pareja de amigos, mucho mejores que ellos, según piensa ella.

El final quizá sea desmedido, se les va de las manos, restando la veracidad que durante toda la función se había conseguido.

Los amigos de ellos dos
Foto de Sergio Parra

Conclusión

Un matrimonio corriente, formado por los magníficos Malena Alterio y David Lorente, hacen reflexionar en clave de humor, sobre quienes somos y lo que se espera de nosotros. Ambos son los protagonistas de Los amigos de ellos dos, una obra que además de divertir, actúa como un espejo en el que poder reflejarse el espectador.

Una entretenida manera de ver afrontar las inseguridades de esta pareja ante unos amigos que más bien podrían tratarse de enemigos.

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