A La Deriva (Caught by the Tides) podría pasar como una película más dentro de la gigantesca red de estrenos anual, una propuesta curiosa que pasa desapercibida entre los grandes blockbusters… Pero nada más lejos de la realidad. A fin de cuentas, se trata de la nueva película de Jia Zhangke, titánico cineasta perteneciente a la sexta generación de cine chino quien deslumbró a propios y extraños con obras maestras de la talla de La Plataforma o La Ceniza Es El Blanco Más Puro. A La Deriva se estrena en salas de cine españolas el 27 de junio de 2025, y hoy os cuento si está a la altura de su filmografía.
Crítica de 'A La Deriva (Caught by the Tides)'
Resumen
Ficha Técnica
Título: A la deriva
Título original: Feng Liu Yi Dai / Caught by the Tides
Reparto:
Zhao Tao (Qiaoqiao)
Li Zhubin (Guo Bin)
Jianlin Pan
Lan Zhou
Zhou You
Mao Ching-Shun
Año: 2024
Duración: 111 min.
País: China
Director: Jia Zhangke
Guion: Wan Jiahuan, Jia Zhangke
Fotografía: Nelson Yu Lik-wai, Eric Gautier
Música: Lim Giong
Género: Drama. Romance
Distribuidor: Atalante Cinema
Tráiler de 'A la deriva'
Sinopsis
A principios de los años 2000, en China, Qiaoqiao y Bin viven un amor apasionado pero frágil, cantando, bailando y disfrutando de todo lo que la ciudad de Datong les puede ofrecer. Pero un día Bin decide probar suerte en otra provincia más grande y se marcha sin avisar ni dejar rastro. Tiempo después, Qiaoqiao decide emprender un viaje para tratar de localizarle. Una epopeya amorosa que atraviesa varias décadas en un país cambiante y en constante ebullición. (Atalante Cinema)
Dónde se puede ver la película en streaming
Generaciones van y vienen
A La Deriva (Caught by the Tides) no es una película convencional, tal y como demuestran su montaje y su puesta en escena. La nueva cinta de Jia Zhangke se presenta en sociedad haciendo gala de una interesantísima mezcla de imágenes de archivo, imágenes que simulan el documental y secuencias puramente ficticias, todo ello para resaltar la época y la situación de sus personajes.
Difícilmente encontraremos durante el primer tercio de la película un hilo narrativo al uso. La sociedad china adquiere el protagonismo al mostrar las secuelas del régimen comunista y la hipocresía de aquellos que, aún con un aire nostálgico, apuestan por el más estricto modelo capitalista.
Jia Zhangke busca en esta primera parte trasladar al espectador a inicios del milenio, dando forma a unas imágenes hipnóticas que, como si del cine-ojo de Vertov se tratara, absorben la atención del espectador hasta el punto de hacerle sentir partícipe de sus decadentes (y al mismo tiempo acogedores) ambientes. Es, en cierto modo, una versión algo más pop y rítmico de lo visto en la brillante Goodbye, Dragon Inn del maestro Tsai Ming-Liang.
Aplastados por el progreso
Es durante el segundo tercio de A La Deriva que se nos presenta de forma convencional a los inciertos protagonistas del relato. Qiao Qiao (interpretada por Tao Zhao, habitual en el cine de Jia Zhangke) y Guo Bin (interpretado por Li Zhubin). Ambos se ven envueltos en una trama de amor imposible, decadente, que parece verse arrastrada por los cambios vertiginosos que vive la sociedad china.
En ningún momento la cinta ofrece un mensaje romántico o esperanzador. Sabemos que Qiao Qiao se ve envuelta en una odisea imposible, una búsqueda de un antiguo amante que parece vivir de espaldas al amor. Su amor supone un hilo tóxico que le impide avanzar, sumida en un pasado que nunca regresará.
Los personajes de A La Deriva parecen no querer aceptar que han de avanzar, que no pueden vivir condicionados por lo que en un pasado fue. Aunque esto puede resultar deprimente, lo cierto es que la película aporta un mensaje sorprendentemente esperanzador, algo que resulta atípico dentro de la fascinante producción de los cineastas de la sexta generación de cine chino.
Un diálogo con el pasado que mira hacia el futuro
El último tercio de A La Deriva se adentra en un terreno interesantísimo, realizando un retrato fiel y sincero de la vida en China durante la época del Covid-19. La temible enfermedad está presente a través de las mascarillas, los tests públicos y, especialmente, el contacto humano. Esta sirve como un importante telón de fondo sobre el que se desarrolla el reencuentro, la unión y la transformación personal de su protagonista.
Quizá es cierto que es en este último tercio donde la película puede llegar a perder algo de fuelle, rechazando tanto el fascinante montaje de la primera entrega como el desarrollo narrativo de la segunda. Sin embargo, resulta vital para dar sentido a A La Deriva y comprender su principal mensaje: que a pesar de los cambios, a pesar de las vueltas que da la vida, es importante comprenderse a uno mismo y seguir adelante.
Cabe destacar la importancia que A La Deriva otorga a la música, ya sea a través de secuencias de baile o de temas implementados en montaje. Toda la película viene acompañada de melodías que abogan tanto por representar la época en la que transcurre o por profundizar en el mensaje del paso del tiempo. Un uso brillante de la música que impulsa la construcción de la ambientación.
Conclusión de 'A La Deriva'
A La Deriva (Caught by the Tides) resulta un prodigio técnico, un maravilloso experimento formal que brilla con la fuerza de las grandes obras de Jia Zhangke, quien no parece perder creatividad con el paso de los años. Su interesantísima reflexión sobre el paso del tiempo encaja a las mil maravillas con su retrato decadente y romántico de la China de las últimas tres décadas, a medio camino entre la ironía de ¡Vivir!, de Zhang Yimou y el pesimismo de Suzhou River, de Lou Ye. Un fascinante viaje por la historia reciente de China que no os podéis perder.
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