Vivimos tiempos convulsos en lo que al humor se refiere, uno de los géneros más complejos, en opinión de este redactor, y que lleva languideciendo enormemente, fruto de una marcada crisis desde hace décadas. Especialmente, en lo que se refiere al panorama cinematográfico español en donde la españolada ha pervivido y transmutado con formas norteamericanas. Sin embargo, es grato encontrarse con propuestas curiosas y sin pelos en la lengua, como la que ofrece José Fuentefría en ¿A quién ha salido?, una insólita comedia desembarazada de la tónica actual imperante dentro del género.



¿A quién ha salido?

Crítica de '¿A quién ha salido?'

Ficha Técnica

Título: ¿A quién ha salido?
Título original: ¿A quién ha salido?

Reparto:
Walter de la Reta (Mauricio)
Beatriz Dávila (Eugenia)
José Fuentefría (Director)
Maty Gómez (María Olarte)

Año: 2019
Duración: 7 min
País: España
Dirección: José Fuentefría
Guion: José Fuentefría y Ana Piedra
Música: Isabel Royán
Fotografía: Javier Montoya Salgado
Género: Comedia
Distribución: InOut Distribution

IMDb

Sinopsis de '¿A quién ha salido?'

¿A quién ha salido? nos lleva a la clínica de fecundación Santa Sinforosa nunca se han confundido con el material genético implantado pero Eugenia y Mauricio insisten: el bebé que le han entregado no es suyo pese a la insistencia de los doctores. (INOUT DISTRIBUTION). 



¿A quién ha salido?
Foto de InOut Distribution

Una consulta como otra cualquiera

Así podríamos describir el marco narrativo en el que se ubica esta pequeña historia, o casi, mejor dicho, viñeta; una pequeña consulta de un centro especializado en genética. La puesta en escena es completamente clásica, desde el minuto uno, hasta el sexto de duración del cortometraje. Su juego de plano y contra plano recuerda al uso que los Coen dan a las reacciones humorísticas dentro de algunos de sus trabajos del género, como "Arizona Baby" (1987) o "El gran Lebowski" (1997).

No obstante, el tono distendido y a ratos ciertamente absurdo, lo entronca con el humor castizo propio del "Plácido" (1961), de Berlanga. Incluso, la circunstancia a priori más irrealista o que roza lo irreverente, puede ser aceptada de pleno derecho. Se supedita a los cánones sociales de una realidad fidedigna.

Aquí es donde el guion de Ana Piedra, co-escrito por Fuentefría, es donde más afectado se ve, dado que el nivel de absurdo llega a sobrepasar en algunos momentos al joven matrimonio (Beatriz Dávila y Walter de la Reta), demasiado coherente y serio; hubiese sido conveniente que al menos uno de los dos fuese lo suficiente ingenuo para aceptar las risibles explicaciones del doctor (el propio Fuentefría) y la enfermera (Maty Gómez).

José Fuentefría
Foto de InOut Distribution

Crítica sociocultural a golpe de plot twist

No, no se preocupen, no vamos a desvelar el final del cortometraje, pero sí creía conveniente remarcar cómo de una herramienta narrativa tan poco habitual en el género de comedia, este trabajo sea capaz de servirse de ella para dejarnos a todos con la boca abierta. Y sí, me la colaron bien colada.

Desde su inicio, ¿A quién ha salido? no rehúye el contenido que maneja, y tampoco evita en ningún instante su lacerante crítica al contexto posmoderno presente. Sirviéndose de sus esperpénticos personajes, Fuentefría consigue dar una colleja a través de momentos varios a los convencionalismos establecidos, y a determinadas corrientes ideológicas actuales sin quedarse corto ni perezoso. Haciendo gala de la máxima del humor: todo, absolutamente todo, puede ser objeto de ser ridiculizado.

Por supuesto, tampoco obvia su posicionamiento desinhibido, y una denuncia inherente hacia cierta institución, considerada aún intocable, y cuyo polo opuesto es la que se representa ácidamente, en donde la mezcolanza de argumentos hace que la comparativa sea aún más contundente, efectiva y por ende, que la fina línea que separa una de la otra muestre lo limitados que estamos ante determinadas percepciones u organismos defensores de valores y principios, a priori, aceptados como éticamente ortodoxos.

La realización es más que correcta, su ágil edición y breve duración, favorece el que su visionado pueda ser realizado en varias tandas, sin aburrir, y resultando igualmente, o aún más gratificante y divertido. Se echa en falta una mejor planificación de puesta en escena, así como un nivel de lenguaje cinematográfico más desarrollado.

Su elenco está bien compenetrado y consiguen hacer verosímil y expresar notablemente el conflicto por el que atraviesan sus personajes, destacando notablemente Gómez y Fuentefría.

¿A quién ha salido?
Foto de InOut Distribution

Conclusión de '¿A quién ha salido?'

¿A quién ha salido? es una refrescante apuesta, estrambótica en cierto sentido, casi podríamos considerarla una rara avis dentro del género humorístico. No opta por el camino fácil, se sirve de buenos referentes y de tópicos reconocibles para favorecer la rápida identificación del espectador, para después ponerlos patas arriba descaradamente. Sin embargo, una mejor construcción de los personajes y una introducción más progresiva y favorable del elemento absurdo habría potenciado aún más su rico material. Las risas están aseguradas, y además con análisis de conciencia incluido.

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Álvaro Panadero Jiménez
Álvaro Panadero Jiménez (Móstoles, 1992-): Redactor, Guionista, Actor y Realizador Audiovisual. Es graduado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid (2014), especializado en Historia Contemporánea de los Estados Unidos y en el Cine Norteamericano. También es Profesor de Geografía e Historia de Educación Secundaria por la Universidad Francisco de Vitoria (2016). Así mismo, ha ejercido como Redactor Freelance para 'Carácter Urbano' y ha sido Redactor Colaborador en "Código Cine".
a-quien-ha-salido-critica-cortometraje¿A quién ha salido? es una refrescante apuesta, estrambótica en cierto sentido, casi podríamos considerarla una rara avis dentro del género humorístico. No opta por el camino fácil, se sirve de buenos referentes y de tópicos reconocibles para favorecer la rápida identificación del espectador, para después ponerlos patas arriba descaradamente. Sin embargo, una mejor construcción de los personajes y una introducción más progresiva y favorable del elemento absurdo habría potenciado aún más su rico material. Las risas están aseguradas, y además con análisis de conciencia incluido.

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