Ahora seremos felices se trata de un cortometraje dirigido por el realizador Borja Soler (co-director junto a Rodrigo Sorogoyen de Stockholm, ganadora de un Premio Goya 2014, Premio Feroz y tres Biznagas en el Festival de Málaga 2013 y en desarrollo del largometraje Spanien) y escrito junto al escritor Daniel Jiménez (Cocaína, Premio Dos Passos 2016 y Las dos muertes de Ray Loriga), basado en el libro de relatos La vida privada de los héroes del mismo Jiménez.
Protagonizado por Emilio Tomé (La abducción de Luís Guzmán, 40 años de paz, Barbados, etcétera, El Tratamiento, Los Mariachis), Ángela Boix ( Sushi, Diamond Flash y Sara a la Fuga), Raúl Prieto (Que Dios nos perdone, Las furias, Madre y Jauría), Maggie Civantos (Biznaga de Plata en el Festival de Málaga 2019 por Antes de la quema y Mejor Actriz Protagonista de TV en los Premios XXIV Unión de Actores 2016 y Premios Ondas 2015 por Vis a vis), Miguel Carvalho (O elixir da vida) y Rodrigo Sorogoyen Sr (El Reino).
Crítica de Ahora seremos felices
Ficha Técnica
Título: Ahora seremos felices
Título original: Ahora seremos felices
Reparto:
Ángela Boix (Belén)
Miguel Carvalho (Amigo de Lorenzo)
Maggie Civantos (Clara)
Raúl Prieto (Daniel)
Rodrigo Sorogoyen Sr. (Narrador)
Emilio Tomé (Lorenzo)
Año: 2018
Duración: 18 min.
País: España
Director: Borja Soler
Guion: Daniel Jiménez Palencia, Borja Soler
Fotografía: Diego Cabezas
Música: Joe Valle
Género: Drama romántico
Productora: Caballo Films
Distribuidora: Marwin&Wayne
Tráiler de Ahora seremos felices
Sinopsis
Belén (Ángela Boix) y Lorenzo (Emilio Tomé) son el presente. Daniel (Raúl Prieto) y Clara (Maggie Civantos) el pasado. Los cuatro piensan que el futuro podrá salvarlos. Pero el futuro siempre llega tarde, o llega cuando habíamos dejado de esperarlo.
Premios
- CORTOGENIA 2018: Premio a Mejor Actriz Ángela Boix, Mejor Fotografía y Mejor Montaje
- FESTIVAL DE CINE DE CARTAGENA 2018: Premio a Mejor Fotografía
- 30 FESTIVAL DE CINE DE L'ALFÀS DEL PI 2018: Premio a Mejor Actor Raúl Prieto
- 33 FESTIVAL CINEMAJOVE 2018: Premio Feroz a Mejor Cortometraje
- XXI FESTIVAL DE MÁLAGA 2018
- THESS INTERNATIONAL SHORT FILM FESTIVAL 2018 (GREECE)
- DUMBO FILM FESTIVAL 2018 (USA)
- INTERNATIONAL SHORT FILM FESTIVAL LEUVEN 2018 (BELGIUM)
- FESTIVAL DE CORTOMETRAJES "VILLA DE LA OROTAVA" 2018
"Un drama romántico en dos actos". Un espejo de relaciones en distintos tiempos
Un drama romántico dividido en dos actos: dos relaciones y dos tiempos distintos, un relato con apariencia de tragedia clásica que abre y cierra en el mismo lugar. En el primero de ellos, a través del viaje de una pareja (Belén y Lorenzo) en el que será su último fin de semana juntos, Borja Soler filma el hundimiento de una relación y sus vanos intentos por salvarla, un (des)amor del presente que ya forma parte del pasado. En el segundo, el reencuentro por azar entre una pareja de adolescencia (Daniel y Clara) refleja la deconstrucción de un pasado idealizado en la realidad del presente: de la idealización del amor a su, a menudo, patético final.
Los relatos de Ahora seremos felices, como el mismo director declaraba, son en realidad "un espejo de dos relaciones en tiempos diferentes, la primera refleja un presente y la segunda un pasado". Dos historias que podrían ser la misma. Y aquí radica una de las claves para que todo funcione a la perfección. De lo que soñamos a lo que en realidad fuimos y a lo que ahora queda en un amor. Ahora seremos felices es por encima de todo una honesta y lúcida reflexión sobre el amor, sobre todo lo que habita en él: sus incertezas, esperanzas e ilusiones, su decadencia, el paso del tiempo y su final.
A través del juego con los tiempos Soler logra filmar la vida de un amor, de su inicio a su "estruendoso final"; su cotidianidad, sus miradas, gestos, encuentros y desencuentros, su fuerza y su absurdidad. Un retrato tan desolador como bello en el que fácilmente el espectador podrá reconocerse.
Entre el cine y la literatura, un relato a dos voces
Otro de los grandes aciertos de Soler en la realización de su cortometraje radica en la voz narrativa escogida. Pues además de hacer de Ahora seremos felices una obra singular, alejada de lo convencional, la narración omnisciente de Rodrigo Sorogoyen Sr aporta un magistral estilo literario, un tono lírico con un inteligente y elegante toque de humor, ironía y escepticismo. Y aquí la prueba de la importancia de un buen guion, pues buena parte del resultado final de la obra de Soler se debe a su trabajo junto a Daniel Jiménez Palencia en el guion y al libro de relatos de este último en el que se basa el cortometraje: La vida privada de los héroes.
La apuesta de su realizador es arriesgada: en el primer acto Soler se sirve de una narración distanciada, la voz en off de Sorogoyen sustituye a la de los protagonistas (pues es el propio narrador el que cuenta la historia de la pareja y se contesta a sí mismo) causando un extraordinario efecto dialogado que dota de sutileza y originalidad al relato. En el segundo, vuelve al diálogo entre los mismos personajes, una conversación llena de agilidad y fuerza expresiva cuyo contraste refleja con naturalidad las distintas formas de enfrentarse al pasado de un amor.
Una apuesta que Soler logra resolver con éxito, pues la fusión entre el lenguaje audiovisual y literario; imágenes, música y una fantástica narración con cuidadas expresiones propias de la literatura, conforman una pieza única llena de belleza e ingenio y al mismo tiempo amarga.
La fuerza del lenguaje cinematográfico
En suma, Soler logra alcanzar en Ahora seremos felices una de las grandes virtudes del séptimo arte, y a la que hacia referencia Win Wenders en una entrevista con motivo de su último estreno: ser un compendio de todas las demás artes.
En Ahora seremos felices la poderosa combinación entre lo extraordinario del cine, la literatura y la música logra conformar un universo singular de enorme fuerza expresiva. Una música que nos recuerda a lo mejor de Haneke; impecables encuadres de contraste: de primeros planos para reflejar las emociones y sentimientos de los personajes a planos fijos que muestran lo desolador y la belleza del paisaje; espacios, luces y colores que hablan del mundo interior de los mismos protagonistas; una narración que va de lo cotidiano y trivial a lo trágico e irreversible.
Todo ello construye un importante relato de formidable fuerza visual, narrativa, musical y sonora.
Conclusión
"Las dos mujeres que había querido y que ya no quería estaban viendo el mismo espectáculo. Una función macabra y desoladora. La ceremonia estruendosa de su final".
Así finaliza la narración de Sorogoyen en el primer acto y que asimismo podría ser una perfecta síntesis de ambos relatos. Pues, en conclusión, en Ahora seremos felices asistimos a la narración del final del amor, de un presente que se desvanece para devenir en pasado y un pasado del que ya no queda nada en el presente.
Soler filma el fracaso del amor y todo lo que ello conlleva: de los momentos felices que hay en un amor a la tristeza de su final, cuando sólo nos queda aferrarnos a un futuro no menos incierto. Un magistral juego entre lo mejor del cine, la literatura y la música conforma un relato que podría haber sido el mismo de la canción de Marín que da título al corto.
"¿Todo esto para qué?"- se termina preguntando Daniel.
Ojalá que Soler y Jiménez no se digan lo mismo y nos sigan regalando delicias como Ahora seremos felices. Ojalá que su relato sí tenga un feliz porvenir.