En 2018 se estrenó el cortometraje Exhalación, escrito y dirigido por Al Díaz, realizador de varios cortometrajes. Esta pieza audiovisual contó en su reparto con grandes figuras del cine como Ángela Molina y María Hervás, completando el plantel Adrián Expósito, Marian Garrido Hidalgo y María García F. Es una producción de Mordisco Films, Montreux Entertainment y The Cherrywood Company, distribuida por YAQ Distribución. Ha estado presente en varios festivales nacionales e internacionales.
En Cinemagavia hemos tenido la oportunidad de hablar con Al Díaz para que nos cuente cómo fue el proceso de creación y el trasfondo que se encuentra en el cortometraje. También nos ha confesado cómo fue trabajar con Ángela Molina y María Hervás y cuál fue su reto más complicado de forma técnica. Nos explica su concepción de la vida y la muerte en este título y el carácter reflexivo que hay en él. Por último, nos comenta si cree que el mundo tecnológico se está comiendo al natural y cuáles son sus próximos proyectos.
Entrevista a Al Díaz
Resumen
- 1 Entrevista a Al Díaz
- 1.1 El silencio como aliado
- 1.2 La elección de Al Díaz
- 1.3 La complejidad técnica
- 1.4 El desafío de Al Díaz
- 1.5 Las interpretaciones en 'Exhalación'
- 1.6 La concepción de la vida y la muerte de Al Díaz
- 1.7 La tecnología vs. la naturaleza
- 1.8 La polémica escena de 'Exhalación'
- 1.9 Las diferentes facetas de Al Díaz
- 1.10 Próximos proyectos
Diego Da Costa/Cinemagavia: ¿Cómo surgió la idea de Exhalación y siempre se pensó como un cortometraje con cierto carácter experimental?
Al Díaz: Estaba en la universidad, hace ya como 11 años. Y la verdad es que era una idea que me rondaba la cabeza, una mañana bastante lúcida lo plasmé sobre un papel a grandes rasgos y luego, lo fui perfeccionando a ratos hasta que más o menos alcancé una versión casi definitiva sobre el papel, que para mí esto es algo bastante poco definitivo en cine. Lo guardé como 10 años, porque había cosas que no sabía cómo hacerlas. La verdad es que era un guión reducido de extensión, como de dos páginas, pero siempre había tenido vocación más sensorial y de vigorosidad, como relacionado con la naturaleza y la vida.
Supongo que al pensar en estos términos de relaciones más poéticas y sensitivas, la recepción es de cierta experimentalidad, porque estamos acostumbrados a estructuras narrativas más genéricas. Y no lo considero un experimento porque todo estaba bastante pensado. Quizás la parte más experimental fueron los créditos y rodar con mi director de foto, Miguel Ángel Viñas, buceando en una cala los dos, ya que ese día solo éramos cinco personas, junto a Alicia Albares, Paco Cavero y la pequeña actriz María García. Dirigir mientras nadas, buceas y tragas agua no es muy sencillo, la verdad. Ese día fue el más experimental de todos.
El silencio como aliado
D.D./CG: La ausencia de diálogo es una de las características que más puede llamar la atención, ¿por qué decidiste prescindir de este elemento expresivo?
A.D.: Lo cierto es que salió de forma natural no tener verbo, para centrarse más en la percepción y las sensaciones que en otra cosa. Supongo que el origen tiene que ver con el sonido de la exhalación, tanto al principio de la vida como al final y el verbo me sobraba, porque este gesto sin voz me parece más primigenio y visceral. Además, al trabajar sin palabras, supone un reto más complejo el construir el resto de elementos pero… si uno consigue conjugarlos, creo que es más esencial la fuerza audiovisual que de ello emana. El trabajo con el sonido o con la música se convierte en una serie de decisiones mucho más primarias, de materias más esenciales sobre las que hay que cuidar mucho el grado.
En este proceso tengo a dos amigos y grandes colaboradores como son Luis Hernaiz (música) e Ignacio Román Muñoz (sonido). Con los que me lo paso genial y, además, disfrutamos mucho jugando, incluso experimentando, aquí sí, con propuestas e intenciones. Quizás, la mezcla de sonido final, trato siempre de alargarla lo máximo posible, es una de las partes más especiales de una película. Por un lado, casi has terminado la pieza y uno ya está más relajado por todo lo que ya se ha trabajado. Por otro lado, es donde sientes en tu cabeza que toda esa maraña audiovisual comienza satisfactoriamente a terminar de estar integrada.
La elección de Al Díaz
D.D./CG: Están Ángela Molina y María Hervás, pero no abusas de su presencia en pantalla, ¿por qué?
A.D.: María Hervás, a parte de amiga, es una estupendisima actriz y me parecía perfecta para ese papel, por la forma tan extremadamente natural y física que tiene de actuar. Con esa fuerza, es una actriz que podía perfectamente equilibrar la presencia de un icono como es Ángela Molina.
En el caso de Ángela, fue la primera opción que barajé y tuve mucha suerte de que colaborase en el proyecto, porque la verdad es que le cayó en gracia. La primera vez que hablamos por teléfono, me dijo que había sentido la sensación al leerlo, que tenía que hacerlo. La verdad es que yo no la conocía en persona y desde las primeras conversaciones nos caímos estupendamente y hasta ahora aún mantenemos una relación de amistad muy cordial y divertida, incluso pasamos unos días en Roma cuando se estrenó. Así dicho esto, parece un extra de una película de Hollywood, en el que todo es maravilloso, pero es cierto que ha sido fantástico.
D.D./CG: ¿Siempre tuviste claro que no querías enfocarte en sus personajes?
A.D.: Si, lo tenía muy claro, porque para mi los personajes lo son todo: desde la posición de la cámara, la música y cada corte de montaje. Y me gusta equilibrar la orquestación, me puedo equivocar, pero de entrada siempre pretendo que las cosas tiendan a lo esencial y sigan la premisa de que sean menos, pero que se noten más. Si a una actriz la expones en la película todo el rato, pierde la fuerza y el misterio de una intervención estelar mucho más aislada y comprometida con el todo de la pieza. Uno entiende la música desde los silencios, y estoy plenamente convencido de ello.
La complejidad técnica
D.D./CG: La fotografía es exquisita, los colores, el montaje... ¿Cuáles fueron los retos a nivel técnico para sacar adelante Exhalación?
A.D.: Me encanta la técnica y creo que asociado a ella existen los significados. No estoy seguro de pensar la construcción de la imágenes y los sonidos desde la concepción de forma y contenido, sea algo acertado. Y por eso, creo que todo es más complejo y, en este acercamiento, la técnica es la luz del faro que guía. Y, la verdad, es que cada secuencia se planteaba como un juego casi artístico de diseño y realización hasta llegar a lo que vemos y oímos. Disfrutamos enormemente, por ejemplo, con las siete maquetas de neonato que Simbiox nos construyó, entre la técnica, el juego y la expresión.
Al final, es una cuestión de trabajo, trabajo y trabajo y este camino es mucho más sencillo si tienes de director de fotografía a una persona como Miguel Ángel Viñas, que es un apasionado de la imagen, con alta sensibilidad y grandes cualidades como traductor de lo que siente en las imágenes que construye. Aunque intento explicarme mucho con el equipo, intento también dejarme llevar y estar muy atento, sobre todo a decir no a lo que me pueda parecer una mala idea. Y, seguramente, pueda resultar pesado en muchas ocasiones, pero sé que mi misión sobre todo son flotar y dejarme llevar en las grandes ideas de buenos profesionales, pero también saber decir no en los momentos precisos, por tirano que en algún instante pueda parecer.
El desafío de Al Díaz
D.D./CG: ¿Cuál fue la parte más compleja?
A.D.: La parte más compleja fue la unión de los planos secuencia centrales, tanto de postproducción, en los que tuve la suerte de contar con Adrián Sánchez con su magia, como en los planos de dron, tanto los del río como los que atraviesan las nubes y se ponen por encima del mar de cielo. En este caso, exceptuando las uniones, los planos eran reales y tuvimos que esperar a días de nubes bajas, imposibles de rodar si no eran en estas condiciones, ya que el dron perdía la señal si tenía que subir entre las nubes a mucha altura.
Afortunadamente, la paciencia dio sus frutos y todo salió fenomenal, gracias a la empresa gallega Aeromedia, que me demostraron ser los mejores y se comprometieron totalmente con el proyecto. También en la escena final con María Hervás y Adrian Expósito había una luz controlada electrónicamente, que cambiaba de temperatura de color durante el plano secuencia. Fue muy emocionante rodar esta escena, pero la verdad es que los dos planos más difíciles fueron los de Maria Hervás con el bebé Marian Garrido Hidalgo. Quería hacer sólo dos tomas por plano y me comprometí a ello y lo conseguí. Aunque tratamos muy bien a Marian, durará muy poco tiempo, la temperatura fuera maravillosa... siempre es muy duro rodar con un bebé.
Las interpretaciones en 'Exhalación'
D.D./CG: Pueden haber muchas interpretaciones con Exhalación, ¿esta fue siempre tu intención? ¿Te ha llegado alguna teoría rocambolesca?
A.D.: Siempre la propuesta quiso ser ambigua para envolver todo en cierto halo de incomprensión y misterio. Me parece bien, porque no soy de los que piensa que el realizador tiene que dirigir la mirada, la escucha y el pensamiento del espectador en la dirección única y enclaustrada del director, para “entender” bien la película, lo que se quiere contar, entenderlo todo cómo se pensó...
No comulgo demasiado con esta visión obtusa de hacer cada secuencia comprensible al 100% bajo la mirada del director dictador. Lo siento más como un proceso en el que lanzas una paleta de significados (dentro de una coherencia estructural) y la mente despierta del espectador busca su propio camino y significados. Y sí, hubo alguna teoría rocambolesca, pero ahora mismo no la recuerdo. Pienso que tenía que ver con la energía de la madre tierra.
La concepción de la vida y la muerte de Al Díaz
D.D./CG: La vida y la muerte van unidas, ¿cuál es tu interpretación de ellas?
A.D.: Son dos partes del mismo hecho. Desde el momento en el que naces, tienes una caducidad y que además esta conciencia de caducidad, de alguna forma, ayuda a vivir con mayor intensidad ese recorrido. Por tanto, una le da sentido a la otra en su misterio y concepción. Las dos pertenecen a la ausencia o existencia de una misma energía total.
No me quiero poner demasiado místico, porque entiendo que la entrevista, al igual que la vida, tiene que tener un final. Pero, en esta pieza, pretendía que fueran cogidas de la mano por medio del plano secuencia de la cámara de la parte central de Exhalación, como equivalencia del devenir de la vida con el devenir cinematográfico de los fotogramas en el tiempo.
La tecnología vs. la naturaleza
D.D./CG: Vivimos en una época muy marcada por el avance tecnológico, muy alejada del mundo tan natural que se muestra en Exhalación. ¿Hemos deshumanizado el mundo? ¿Estamos en una crisis humanitaria en la que la naturaleza está destinada a marchitarse?
A.D.: Yo creo que cada cuerpo lleva un mundo de naturaleza en su interior y aunque queramos plastificar y tecnificar casi toda nuestra realidad, al final uno entiende que su soporte de vida es un ente natural. Se está mucho más conectado con la naturaleza que con una pantalla en la que creemos que decidimos “likes” con nuestro pulgar, viendo lo que se ha comido al mediodía nuestro seguidor de Instagram, generalmente un usuario desconocido.
No estoy para nada en contra de la tecnología, en realidad, me encanta, pero puedo estar muy en desacuerdo con determinados usos. Encuentro la naturaleza como un refugio de conexión con nuestro yo, que también es natural. Igual que viajar a Galicia supone un refugio para mi vida, por su naturaleza virgen, y, por eso, quería incluirla en Exhalación. Y en esto, la naturaleza siempre es la respuesta tanto dentro como fuera de uno mismo.
La polémica escena de 'Exhalación'
D.D./CG: Una de las secuencias finales es incómoda a los ojos, en especial, por los insectos que se muestran. Es una escena valiente, pero, ¿te imaginabas que podía causar impacto entre los espectadores?
A.D.: Sí, de hecho, mi padre siempre me ha dicho que esa escena me sobraba (Risas). Quizás, tenga razón, pero me apetecía recrearme en el concepto de fusión con los organismos. Le dimos muchas vueltas en montaje, con Raquel Sánchez, mi montadora y amiga. Además, a ella le encanta que el proceso de montaje sea muy dialéctico y de argumentación, pero también le gusta la concentración en soledad. Fruto de esas jornadas con sangre y esfuerzo salen decisiones de montaje muy satisfactorias.
Al final, trataba de ser una fusión de la vida con otras vidas y, de forma oscura y desagradable, para remarcar cierta conciencia de desconocimiento vital. De no saber lo que ocurre, solamente la certeza y seguridad de que habrá una parada, siniestra parada o, al menos, dramática parada. Entendiendo que sobre esa parada existencial tiene más sentido, si cabe, el pensar la vida. Para muchos ese “Stop” puede ser un ceda al paso, en eso todavía no voy a entrar, poca entrevista me parece para profundizar en religiones.
Las diferentes facetas de Al Díaz
D.D./CG: Tu trabajo en el mundo del corto también se extiende a diversos departamentos artísticos, ¿de dónde nace esa creatividad? ¿Qué es lo que te inspira?
A.D.: Me encanta el cine y el audiovisual, pero cuando empiezo a controlar alguna faceta concreta, enseguida quiero dedicarme a otra cosa que desconozco. Mantengo mi cerebro aprendiendo y en alerta, aunque luego circularmente vuelva por gusto a las tareas que más me apasionan. En este sentido, he estado en varios puestos de carácter muy heterogéneo: desde la producción ejecutiva al color, pasando por Dit, guionista y compositor de efectos digitales. Pero, es cierto que este nervio profesional, me ha proporcionado conocimientos en casi todas la áreas.
En este sentido, la dirección es lo que más me apasiona con diferencia, por dos grandes razones: por un lado, estoy en contacto directo con todos los otros procesos y departamentos, y eso me resulta genial a la par que gratificante. Por otro lado, el poder estar en contacto con las personas del equipo es algo fantástico, porque de los demás solo se puede aprender si uno escucha con atención.
Aunque me encanta discutir y forzar las argumentaciones hasta llegar al aprendizaje, seguramente más de uno ha tenido que aguantar mis mierdas (Risas). Entre ellos, por ejemplo, los productores que me llevaron a sacar adelante el proyecto como Gracia Querejeta con sus espléndidos consejos o a Pedro de la Escalera y Belén Estevas-Guilmain con su apoyo incondicional. Y también a todos los micro-mecenas del proyectos que ayudaron con su dinero a que fuera posible realizarlo, especialmente a Daniel Collado, Polo Menárguez, Alicia Albares y Raúl Cerezo. Todos sabemos lo duro que es levantar un proyecto de estas características y toda ayuda por pequeña que sea es enorme.
Próximos proyectos
D.D./CG: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
A.D.: Estoy preparando con calma, sentido y pasión un proyecto de largometraje en el que ya llevo un tiempo trabajando con otro guionista amigo, Kyongsik Suh Oh. Estamos intentado tener una versión estable para el verano que viene. También estoy desarrollando el proyecto de un cortometraje de época en gallego, basado en hechos reales de mis antepasados.
No me gusta decir los títulos, ni explicar mucho sobre los proyectos, porque prefiero reservar ese energía para su realización. Creo que desde el momento en que se mencionan de forma pública las cosas, hay cierta gratificación mental que, de alguna forma, perjudica a la totalidad de la energía empleada en el trabajo de desarrollo de las piezas.
Gracias por la entrevista, ha sido todo un placer y una gratificación volver a todos aquellos recuerdos y procesos en los que se forjó Exhalación.
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