Alpha (2025) es la última película de Julia Ducournau, la directora francesa conocida por su estilo provocador y su habilidad para explorar temas complejos a través del cuerpo y la identidad. Alpha sigue una adolescente de 13 años que regresa a casa con un misterioso tatuaje en el brazo, desatando una serie de eventos que ponen a prueba la relación con su madre y su tío, ambos afectados por una enfermedad misteriosa que asola la ciudad. Con un estilo que combina el drama familiar, el thriller psicológico y el terror fantástico, Alpha es una reflexión sobre el miedo, el estigma social y la marginación, ambientada en una época marcada por la epidemia del SIDA en los años 80. Estreno el 21 de noviembre de 2025 en salas de cine españolas.
Crítica de 'Alpha (2025)'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Alpha
Título original: Alpha
Reparto:
Mélissa Boros (Alpha)
Tahar Rahim (Amin)
Golshifteh Farahani (Mamá)
Emma Mackey (Enfermera)
Finnegan Oldfield (Profesor de inglés)
Jean-Charles Clichet (Profesor de educación física)
Louai El Amrousy (Adrien)
Christophe Perez (Hombre alto en las escaleras)
Ambrine Trigo Ouaked (Alpha (5 años)
Fabien Giameluca (Residente de la ciudad)
Ninon Le Henry (Chica elegante/piscina)
Rose Harlean (Una punk)
Año: 2025
Duración: 128 min.
País: Francia
Director: Julia Ducournau
Guion: Julia Ducournau
Fotografía: Ruben Impens
Música: Jim Williams
Género: Drama. Thriller
Distribuidor: Caramel Films España
Tráiler de 'Alpha (2025)'
Sinopsis
Alpha es una niña problemática de 13 años que vive con su madre soltera. Su mundo se derrumbará el día que vuelve del colegio con un tatuaje en el brazo. (Caramel Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Historias que no queremos escuchar
Alpha (2025) se sitúa en los años 80, lo que da un aire algo salvaje al contexto social, menos control, más impulsividad, un entorno donde los jóvenes crecen en zonas grises sin demasiada supervisión adulta. Alpha, rebelde y herida por dentro, es el eje emocional de la historia, su vida con su madre, dura pero afectuosa, está marcada por un choque generacional y cultural que nunca se verbaliza del todo, pero que se insinúa en miradas y silencios.
La historia mezcla coming of age, thriller paranoico y drama familiar, sin embargo, su progresión es irregular, hay grandes ideas que parecen quedarse suspendidas, sin terminar de rendir en el relato. Se percibe desorden en algunos tramos, como si la película quisiera decir mucho más de lo que finalmente articula, el resultado es una trama que interesa, inquieta y sugiere, pero que nunca termina de explotar.
Estilo y desconexión
Julia Ducournau demuestra una vez más su talento visual indiscutible. La cámara observa los cuerpos con una mezcla de fascinación y amenaz. Los espacios están cargados de textura, y las atmósferas, densas y febriles, parecen contagiosas por sí mismas.
Aun así, su dirección, aunque poderosa, cae en un problema habitual cuando la forma se impone sobre el fondo, hay secuencias preciosistas que no aportan demasiado a la historia, y momentos que deberían impactar pero se resienten por la distancia emocional que impone el estilo. Ducournau domina la provocación, la metáfora corporal y el malestar, pero aquí parece más contenida de lo que estamos acostumbrados a ver.
Inocencia herida
Mélissa Boros, que interpreta a Alpha, es sin duda lo más brillante del reparto. Su mirada mezcla rebeldía y vulnerabilidad con un naturalismo que sostiene la historia incluso en los tramos menos sólidos del guion. Alpha es un personaje difícil, una niña atrapada entre el deseo de romper con todo y un miedo profundo, la joven actriz logra transmitir ese caos emocional con una honestidad impresionante.
La madre, interpretada con dureza contenida por Golshifteh Farahani, aporta una capa importante al conflicto. Su relación con Alpha es creíble, áspera y llena de heridas que no necesitan ser explicadas en palabras. La tensión familiar funciona, y cuando la película se centra en ellas dos, encuentra sus mejores momentos.
Luz que respira enfermedad
En lo técnico Alpha es un espectáculo inquietante. La fotografía apuesta por contrastes marcados, luces abrasadoras que evocan fiebre, sombras húmedas que sugieren peligro, y una estética ochentera sucia, áspera, que funciona de maravilla con el tono de la película.
El diseño sonoro es uno de los elementos más logrados, zumbidos, pulsos, respiraciones entrecortadas, todo crea una atmósfera que hace sentir la enfermedad como algo omnipresente. El montaje, sin embargo, es irregular, hay escenas que se alargan sin necesidad, y transiciones que desorientan.
Conclusión de 'Alpha'
Alpha (2025) es una película con ideas potentes, una atmósfera extraordinaria y una protagonista brillante. Sin embargo, su narrativa irregular, sus vacíos emocionales y ciertos excesos estilísticos impiden que alcance la fuerza que promete. Tiene destellos de gran cine, propios de Julia Ducournau, pero carece de cohesión y de un desarrollo sólido de su premisa central.
Reportaje de Alpha (2025) en Días de Cine TVE
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