Ammonite es el segundo largometraje del director Francis Lee. Kate Winslet protagoniza esta historia basada en la vida real de una paleontóloga británica y su relación amorosa con una joven casada, interpretada por Saoirse Ronan. Disponible desde el 19 de abril en Movistar+.
Crítica de 'Ammonite'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Ammonite
Título original: Ammonite
Reparto:
Kate Winslet (Mary Anning)
Saoirse Ronan (Charlotte Murchison)
Gemma Jones (Molly Anning)
James McArdle (Roderick Murchison)
Alec Secareanu (Dr. Lieberson)
Fiona Shaw (Elizabeth Philpot)
Sam Parks (Curador)
Claire Rushbrook (Eleanor Butters)
Sarah White (Mujer de la limpieza del museo)
Liam Thomas (Trabajador del museo)
Nick Pearse (Camarero de Tres Copas)
Año: 2020
Duración: 117 min.
País: Reino Unido
Director: Francis Lee
Guion: Francis Lee
Fotografía: Stéphane Fontaine
Música: Volker Bertelmann, Dustin O'Halloran
Género: Drama romántico
Distribuidor:
Tráiler de 'Ammonite'
Sinopsis
Narra la historia de amor en la Inglaterra de 1840 entre la paleontóloga Mary Anning y Charlotte Murchinson, una mujer casada. En la conservadora sociedad británica del siglo XIX, la aclamada pero desconocida buscadora de fósiles Mary Anning trabaja sola en el sur del país. Cuando toda su fama ya ha pasado, se dedica a vender fósiles a los turistas para salir adelante, hasta que un visitante rico quiere que Mary cuide a su mujer. La relación entre ambas se irá desarrollando y tomará un camino inesperado.
Dónde se puede ver la película
Sobre fósiles, mujeres y ciencia
Ammonite nos adentra en el solitario y húmedo pueblo de Lyme, en la Inglaterra de 1840, donde una solitaria Kate Winslet se mete en la piel de la paleontóloga Mary Anning. Cuando esta se ve obligada a acoger en su hogar a Charlotte (Saoirse Ronan), una joven casada que sufre depresión, su relación pasará de la indiferencia a la pasión con rapidez.
La película, dirigida por Francis Lee, da a conocer la figura de Mary Anning. Durante su vida realizó importantes hallazgos y aportaciones en el campo de la geología, pero no obtuvo el merecido reconocimiento. Como tantas mujeres dedicadas a la ciencia, su nombre ha quedado relegado a un pie de página en la historia de este campo.
Ammonite rescata su memoria con un enfoque que resalta tanto su trabajo incansable en la búsqueda y estudio de fósiles, como su vida privada. Es en este aspecto en el que la película indaga con más interés. A pesar de los pocos datos que se conocen de su biografía, Lee ha optado por plasmar la historia de amor entre los personajes de Winslet y Ronan.
Ammonite: un romance junto al mar
Ammonite combina lo rústico y marítimo de la vida de Mary con lo sofisticado del vestuario de Charlotte, una joven de la ciudad que acaba conviviendo con la paleontóloga casi por casualidad. Es en este choque cultural y generacional (las actrices se llevan casi veinte años) se encuentra el encanto de la historia. Y es que la vida de Anning estaba consumida en la monotonía hasta que la joven Charlotte aparece y la obliga a abandonar su carácter casi ermitaño. En ese sentido, Lee ha sabido plasmar a la perfección cómo estas mujeres se ayudan y dan sentido a sus vidas con la compañía mutua.
Ammonite encuentra uno de sus mayores atractivos en el retrato de los paisajes de las playas británicas. El director juega con el contraste entre los cielos grises y el mar agitado con el ocasional baño de luz solar y prados en flor para identificar el progreso de la relación entre ambas mujeres.
A pesar de todo, hay varios momentos en los que el filme peca de ser demasiado explícito. Mientras que el primer encuentro romántico entre Kate Winslet y Saoirse Ronan resulta natural y orgánico, hay una segunda escena sexual a la que le falta precisamente eso. El exceso de carne en pantalla y la coreografía sugieren que el director no ha sabido desprenderse del todo de esa male gaze o ‘mirada masculina’ que a veces empaña la representación de relaciones lésbicas en el cine.
La 'mirada masculina' que empaña el romance lésbico
Por otro lado, el drama está bien construido y, a pesar del ritmo pausado de la película, Ammonite no se hace lenta o aburrida. Además, contiene varios elementos que son ya casi un imprescindible del cine sáfico de época. Un sutil roce de manos, una dramática escena durante un recital de música y, por supuesto, miradas que van mucho más allá de lo platónico.
Casi todo el mérito de esto lo tienen las actrices principales. Saoirse Ronan nos ofrece el encanto irlandés al que ya nos tiene acostumbrados, pero queda en parte ensombrecida por la actuación de su compañera. Y es que Kate Winslet le da profundidad a su personaje allí donde el guion y la dirección han fallado. La combinación de ambos talentos encaja como una buena armonía y, entre las dos, consiguen cargar con la tensión dramática de la película.
A ellas se unen otras dos imponentes mujeres: Gemma Jones como la madre de Mary, y Fiona Shaw como su expareja. Ambas terminan de rellenar los huecos del pasado de la paleontóloga y aportan un punto severo y dulce, respectivamente, al personaje.
¿Dónde está el final?
El gran error de Ammonite es su final. Abrupto, inesperado y demasiado abierto, el desenlace resulta totalmente anticlimático después de casi dos horas de construcción del drama principal. En cierto modo, este corte final eclipsa los aspectos destacables del filme y deja al espectador con un regusto amargo.
A pesar de ello, la película sigue siendo recomendable. Un drama romántico que se cimenta sobre unas sólidas actuaciones y una fotografía cuidada que maquillan las ocasionales deficiencias del guion. En definitiva, una calmada historia de amor y reconocimiento femenino que no dejará una huella indeleble en el cine, pero que merece la pena explorar.
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