El universo de Expediente Warren lanza su más reciente presentación: Annabelle vuelve a casa, haciendo que Anabelle regrese a la acción como una línea para seguir la cadena de sustos que tantos años tiene funcionando. Dirigida y escrita por Gary Dauberman llega a las salas de cine el 12 de Julio.
Crítica de 'Annabelle vuelve a casa'
Ficha Técnica
Título: Annabelle vuelve a casa
Título original: Annabelle Comes Home
Reparto:
Vera Farmiga (Lorraine Warren)
Patrick Wilson (Ed Warren)
Mckenna Grace (Judy Warren)
Madison Iseman (Mary Ellen)
Katie Sarife (Daniela Rios)
Michael Cimino (Bob Palmeri)
Samara Lee (Bee)
Kenzie Caplan (Enfermera)
Sade Katarina (Enfermera)
Michael Patrick McGill (Cop)
Brittany Hoza (Mujer joven, en coche)
Año: 2019
Duración: 106 min.
País: Estados Unidos
Director: Gary Dauberman
Guion: Gary Dauberman (Historia: James Wan)
Fotografía: Michael Burgess
Música: Joseph Bishara
Género: Terror
Distribuidor: Warner Bros Pictures España
Tráiler de 'Annabelle vuelve a casa'
Sinopsis de 'Annabelle vuelve a casa'
Básicamente, en esta ocasión, los ya reconocidos investigadores paranormales Ed (Patrick Wilson) y Lorraine Warren (Vera Farmiga) toman la decisión de salvaguardar en su casa un alud de objetos que han participado en posesiones, maldiciones y experiencias paranormales, es decir, el banco de los objetos malditos en pleno. Como la joya de la corona, los Warren tienen en una vitrina/prisión, protegida por un cristal bendito, a Anabelle.
La muñeca, vamos a decir, es la multiplataforma por la cual el inframundo satánico se comunica con todos los demás objetos malditos. Como suele suceder, para poder propiciar la historia, papá y mamá, inocentemente dejan a su pequeña hija Judy (Mckenna Grace) al cuidado de una babysitter: Mary Ellen (Madison Iseman) y su amiga Daniela (Katie Sarife). Obvio, la fórmula está servida: tres chicas solas en casa+curiosidad+una muñeca juguetona que invitó a todos sus amigos al aquelarre. Resultado: Annabelle va a tener una gran diversión esa noche.
Dónde se puede ver la película
El tenebroso caminito del horror
¿Qué es lo que impulsa a las personas a (en forma masiva) buscar experiencias que les pongan los pelos de punta? ¿Cuáles son los resortes que hacen que dentro de un guion como el de Anabelle se trate de meter la suma de todos los miedos? Cualquiera que sea la razón, es obvio que funciona para hacer dinero. Las personas pagan una y otra vez, entradas al cine y a shows, para que literalmente los pongan al borde del ataque cardíaco.
3, 2, 1… insertar escalofrío
¿Qué sucede con Anabelle? Esta fiebre de “aterrorizarse” se encuentra en plena efervescencia, y la forma de trabajar “universos” ha demostrado que el crear una base de fans para las historias de terror es un negocio redondo. Básicamente, es un público leal que va a seguir consumiendo las historias que salgan referentes a la saga, pero además, no juzgan demasiado severamente la calidad de lo que se les presenta; ellos quieren simplemente gozar a sus terrores preferidos en pantalla.
Pintando por números
Anabelle en esta ocasión se dedica a prácticamente explotar los terrores de cada miembro de la audiencia, nombra el que tengas, tu terror favorito, y seguro hay algo en la historia que te va a hacer relacionarlo con tu miedo. Actuando ahora como una especie de médium muñequizado Belle, da un giro a su trama en esta temporada, en la que otro muñeco maligno no tarda en aparecer en las pantallas. Esta chica progresista ahora tiene un nuevo giro laboral y el guion hace que ella sirva de líder “espiritista” y no espiritual a todos los demonios del infierno, que reclaman sus artículos favoritos en el bazar del terror de los Warren.
El punto de comienzo de Annabelle vuelve a casa es obvio y claro, la curiosidad más básica y ancestral: ¿Por qué no entrar a los lugares prohibidos? ¿Por qué no tocar todo lo tocable? y luego… por qué no terminarse de arrepentir de haber abierto la caja de pandora del chamuco.
El regreso a casa de la pequeña Annie, está sumergida (como el resto de la franquicia) en este ambiente retro setentero que evoca al mismísimo “Exorcista”, y da flashazos de otros recuerdos de cintas de terror setenteras, referentes a casas embrujadas y demonios caminantes.
Mucho de lo que nos aterrorice una película se debe a cómo de dispuestos estemos a dejarnos llevar por la sensación de “visitar la casa de los sustos”, porque, aunque no es efectista de grandes detonaciones, se las arregla para provocar sudorcitos fríos.
Gary Dauberman, dirige, después de haber escrito los dos primeras partes de la franquicia de Anabelle y La Monja. Así que, sabemos que tiene una buena mano para dar terror a sus audiencias, pero no de una manera tradicional, hay escenas de terror de fórmula, pero hay otras que son escalofriantes por sus detonadores, aunque no logren convencernos de que no todos los fantasmas y “espantos/ánimas en pena/poltergeist” y demás parentela, sean a fuerza malignos, y nos ofrezcan con esa sonrisa anabellesca un ticket todo pagado a la casa del terror reloaded.
Terror con acné
Con más énfasis en los personajes adolescentes que en los padres (que materialmente salen muy poco), Anabelle entra de lleno al terreno de moda, el terror sobrenatural juvenil que acapara carteleras (sin demasiadas pretensiones más que de arrastrar a la audiencia junto con sus personajes a un espeluznante espectáculo de escalofríos deseados)
Groovie… en el otro sentido
Después de plantearnos el escenario setentero, las habilidades y curiosidades de las tres adolescentes en el comienzo, y meternos en la primera acepción del terminajo Groovie como algo “cool” además, claro de presentarnos todas las macabras piezas de la colección Warren, al comenzar la acción se pierde un poco la personalidad de los fantasmas y se transforma de Groovie cool a Groovie alucine en un aquelarre en el sentido más extremo de la palabra. Es como si al carrito de feria dentro de la casa del terror le metieran velocidad, y los gritos adolescentes en paroxismo de histeria hormonal ensordecieran el ambiente.
Conclusión
¿Qué tanto funciona el terror? Tanto como lo quieras dejar que te altere. Es un juego que se busca por satisfacción de oscuras razones, pero que mueve los gatillos adecuados para que millones paguen lo que sea para que los aterroricen. Annabelle vuelve a casa lo logra en cuanto permitas que el mecanismo funcione, puede inclusive ser divertida, y su mérito es que no desea pasar a la historia como la mejor película de terror, sino como una cinta de “espantos” con los cuales puedes divertirte, aterrorizarte o una vez pasados los primeros sobresaltos, acostumbrarte a que en pocos minutos volverá a suceder algo similar, y relajarte para abrazar a Annie y tomarte la foto, para esperar cuál será su nueva aventura.
Reportaje de Annabelle vuelve a casa en Días de Cine TVE