Así hablábamos es la última propuesta escénica de La Tristura, compañía que celebra sus 20 años de existencia y que, por primera vez, estrena una obra en el CDN. Dramaturgia y dirección a cargo de Itsaso Arana, Violeta Gil y Celso Giménez. En cartel hasta el 24 de marzo en el Teatro Valle-Inclán.
Título: Así hablábamos Título original: Así hablábamos
Reparto: Anaïs Doménech
Ede
Teresa Garzón Barla
Gonzalo Herrero
Fernando Jariego
Belén Martí Lluch
Eva Mir
Marcos Úbeda
Duración: 90 min. apróx. Dirección: Itsaso Arana, Violeta Gil y Celso Giménez (La tristura) Dramaturgia: Itsaso Arana, Violeta Gil y Celso Giménez (La tristura) Creación: La tristura
A partir del: Universo de Carmen Martín Gaite
Voz de Sofía: Itsaso Arana
Voz de Carmen Martín Gaite: Archivo e Inteligencia Artificial
Escenografía y vestuario: Marcos Morau y La tristura
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Música: Rebeca Praga, Ede y Marcos Nadie con la colaboración de los intérpretes
Espacio sonoro: Pablo Gisbert y Uriel Ireland
Coreografía: Belén Martí Lluch
Ayudante de dirección: Alicia Calôt
Ayudantía de escenografía: David Pascual y Roberto Baldinelli
Ayudante de iluminación: Sergio Torres
Ayudante de vestuario: Iván Mozetich
Realización de escenografía: Taller de escenografía Óscar Hernández (OU)
Realización de capa: Iñaki Cobos
Realizadora de telones: Isabel López
Realización de cartel de cine: Rótulos SG
Proyecciones: Iván Mozetich
Fotografía: Luz Soria
Tráiler: Bárbara Sánchez Palomero
Diseño de cartel: Equipo Sopa
Editorial Carmen Martín Gaite: Ediciones Siruela Producción: Centro Dramático Nacional con la colaboración de La Moissie Creative Residency
Tráiler de 'Así hablábamos'
Sinopsis de 'Así hablábamos'
«En el momento en que hay alguien con quien puedes hablar, para mí que se quite el cine, el teatro, los viajes, incluso placeres más fuertes».
Carmen Martín Gaite
Un grupo de jóvenes se vuelve a encontrar después de un tiempo sin trabajar juntos. ¿Qué sucede cuando alguien muere antes de tiempo? ¿Cómo continúa la vida? ¿Y la noche? ¿Cómo continúa la conversación?
Ahora, los que se han quedado, tienen tres días para retomar un disco que dejaron por terminar. ¿Pero qué sentido tiene todo esto ya? ¿Cómo asumir que la vida cambia en un instante?
A veces, solo a veces, en mitad de la noche, alguien empieza un ‘beat’, otro lo sigue, alguien se ríe, quizás se levantan, y sin saber muy bien cómo, casi sin hablar, todas saben cómo continuar la canción.
Así hablaban. Así hablábamos. En una larga conversación a través del tiempo que no acaba nunca. Y que no acabe. (CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL).
La Carmen de La Tristura
De todas las combinaciones posibles de palabras, cientos o miles, La Tristura eligió las que podemos escuchar en Así hablábamos para darnos a conocer una parte de su universo. Palabras traspasadas por aquellas que ya utilizara Carmen Martín Gaite en algunas de sus novelas. Novelas impregnadas, a su vez, por su propia realidad. Escribir era solo una excusa para derramar sus verdades en el anhelo de ser escuchada. Alguien que la conoció dijo que “ningún libro suyo vale lo que valía una conversación con ella”, quizás por eso la obra de La Tristura llegue tan alto en su vuelo, porque mantiene ese espíritu conversacional que, además, es el pilar del teatro.
También Martín Gaite prefería encontrar a alguien con quien poder hablar, mucho antes que el cine, el teatro o los viajes, porque era consciente de lo difícil que es hallar un interlocutor. A veces, esa persona es el teatro, bueno, en realidad siempre lo es porque qué es el teatro sino una conversación a varias voces, incluidas las de nuestros monstruos interiores. Una espera en la butaca, nerviosa, a que se levante el telón (aunque éste no exista) y se apaguen las luces, (aunque no se apaguen y puedas seguir viendo las caras de tus compañeras de butaca) para poder entrar en la función y hablar con ellas. Aunque ellas pertenezcan a otra generación, como también fuiste así de joven, su universo no te es ajeno.
No quiero ser un cínico
Anaïs Doménech, Ede, Teresa Garzón Barla, Gonzalo Herrero, Fernando Jariego, Belén Martí Lluch, Eva Mir y Marcos Úbeda hacen lo que pueden para no contaminarse del individualismo que asola su generación y afrontan juntas el duelo de su amiga Sofía. La música, presentísima en esta obra, es refugio y libertad, representa el lugar en el que todo puede ser dicho y escuchado. Emocionan la energía y naturalidad de estos ocho jóvenes que ocupan a su antojo y sin complejos toda la escena dispuesta a lo largo en la Sala Grande del Teatro Valle Inclán. Un espacio alargado dividido en tres segmentos: la sala de mezclas, el estudio y la zona central en la que los integrantes del grupo musical Nubosidad variable ensayan, beben y conversan sobre la vida y el acto creativo.
La muerte, la soledad y la amistad son los tres puntos argumentales que aborda Así hablábamos. El paso de la juventud a la madurez, la incertidumbre sobre cómo seremos dentro de diez años, ¿nos convertiremos en unos gilipollas, en unos cínicos? Se preguntan dos de los personajes en un momento de la obra. “Si es así, hazme una señal”. La muerte de alguien cercano siempre nos hace replantearnos la propia identidad, porque ésta se ha construido también a través de los vínculos personales. ¿Qué se hace cuando, de repente, esos vínculos desaparecen? ¿Quiénes somos?
Conclusión
Así hablábamos es un texto de corte humanista y poético arropado por una plasticidad escénica que enriquece el conjunto sin ahogar los parlamentos. Una belleza que esconde otras más pequeñas que hacen de esta propuesta una de las que animo a no perderse a quien pueda no hacerlo.