El Teatro Español comienza con su programación de 2020 en la Sala Margarita Xirgu con el estreno de Atentado, obra creada por Félix Estaire y co-dirigida junto a Xus de la Cruz. La obra está protagonizada por María Morales, Ángel Ruiz y Eva Rufo. Pretende llegar al público para hacerla reflexionar y sea partícipe de una conversación en torno a un tema tan de actualidad como los ataques terroristas en Europa. Está disponible desde el 16 de enero hasta el 16 de febrero en la sala Margarita Xirgu en el Teatro Español. El 30 de enero, tras la función, habrá un encuentro con el equipo de la obra.
Crítica de 'Atentado'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Atentado
Título original: Atentado
Reparto:
María Morales (Helen)
Ángel Ruiz (Marc)
Eva Rufo (Nathalie)
Irene Serrano (Voz audioguía y avisos)
Pablo Sevilla (Voz audioguía y avisos)
Duración: 80 min. apróx.
Dirección: Xus de la Cruz y Félix Estaire
Dramaturgia: Félix Estaire
Escenografía: Alessio Meloi (AAPEE)
Talleres de construcción de escenografía: Readset
Diseño de iluminación: Lola Barroso (A.A.I)
Taller de ambientación: María Calderón
Diseño de sonido: Sandra Vicente
Diseño de vestuario: Vanessa Actif (AAPEE)
Ayudante de dirección: Gabriel Fuentes
Ayudante de vestuario: Paola De Diego (AAPEE)
Confección de vestuario: Rafael Solís
Alumno de escenografía en prácticas: Quique Uhalte
Género: Histórico
Producción: Teatro Español
Tráiler de 'Atentado'
Sinopsis de 'Atentado'
Acaba de producirse un Atentado en un importante museo del corazón de Europa. Marc y Helen han salido casi ilesos y se han escondido en un cuarto de limpieza.
¿Qué hacer para sobrevivir? ¿Cómo reaccionar? ¿Habrán muerto las personas que venían con ellos? ¿Hasta cuándo deben permanecer encerrados? (TEATRO ESPAÑOL).
El cristal humano
Félix Estaire es el encargado de escribir la dramaturgia de Atentado. La obra teatral pone en las tablas el debate en torno a lo que genera uno de los actos más violentos a nivel mundial. El guionista se aleja de hablar únicamente desde la emoción y la sensibilidad, plantea retos muy interesantes que se convierten en acercar al espectador a un diálogo reflexivo e introspectivo. Se hace un análisis que contiene una imparcialidad, que es imprescindible para llevar el carácter que inunda la obra. No hay una intención de adoctrinar con su punto de vista y eso permite que el público sea el encargado de dirigir el mensaje por el camino que se ajuste más a su bagaje personal. Es fascinante que haya tomado una dirección que, a primera vista, puede parecer un laberinto muy complicado, pero, sin duda, Estaire lo resuelve de una forma excelente.
Otro de los puntos que destacan son las relaciones que se crean sobre el escenario y fuera de éste. Son tres personajes que se alejan de cualquier prototipo o cliché y hay una construcción tan real como humana. Por lo cual, se establece entre ellos una línea de conexión basado en la inteligencia, el sentimiento y las decisiones. El misterio de cómo se unen tres vertientes tan diferentes, sentenciadas por un suceso tan grave, es un aliciente a la concepción del guion y muestra de ello es que se realiza de una forma orgánica. No hay nada forzado. Únicamente, en algún momento hay cierta reiteración en lo que se quiere transmitir al espectador y la tesis que se defiende, que no sería necesaria, ya que cala tan dentro, que se comprende sin necesidad de hacer hincapié en ello.
Tres verdades
El reparto de Atentado está formado por María Morales, Eva Rufo y Ángel Ruiz, se meten en la piel de Helen, Nathalie y Marc, respectivamente. Morales muestra en sus carnes la incertidumbre, la duda, la asfixia de encontrarse encerrada en un cuarto de limpieza y a la vez, es firme, determinante y, sin duda, sabe equilibrar las diferentes visiones que se da de ella. Llena de pinceladas, maneja perfectamente la expresión y la potencia. Lo mismo ocurre con Rufo, la actriz es un huracán emocional y lo lleva en todo momento hacia los asistentes. Esa pasión en escena lo porta en pequeñas gotas, que se va extendiendo y termina quedando prendada en las paredes del Teatro Español. Las dos son torrentes que se comen la escena en todo momento y hacen un gran ejercicio de contención, sin apaciguar el ritmo.
Por su parte, Ruiz sorprende en su trabajo actoral desde la primera hasta la última escena. Desprende una energía que se mantiene regular, pero con picos de dinamismo que le otorgan una interpretación muy enriquecida y que queda en la mente del espectador después de finalizar la obra. Su reto es poder enseñar las distintas aristas que hay dentro de su personaje, sin mascarlo desde el principio. Por suerte, lo borda de una manera muy natural y lo resuelve extraordinariamente. A veces sí que hay momentos en los que se puede dar cierta información que lleva al espectador a adelantar pensamientos, que menguan la intensidad de los golpes de efecto. A pesar de ello, regala al público una interpretación visceral. Los tres forman un combo perfecto en el que todas las piezas engranan desde el primer minuto.
El rincón del silencio
Las tablas de la sala Margarita Xirgu del Teatro Español son las encargadas de dar vida a Atentado. La puesta en escena es eficaz y con un gusto visual con significado, que permite a los actores apoyarse sobre él para dar todavía más sentido a lo que se quiere transmitir y no extralimitarse en el uso de las palabras. El atrezzo recrea a la perfección un museo en el corazón de Europa, que impacta nada más entrar en sus paredes. El cuarto de la limpieza cobra vida en sí mismo y es el escenario perfecto para acoger a Marc y Helen. Una gran dirección de Félix Estaire y Xus de la Cruz. La selección de cuadros en escena no responde al azar ni al oportunismo, lo mismo ocurre con el resto de elementos gráficos que pertenecen a esta propuesta y la gama de colores que se mezcla en ella.
Otro de los puntos más interesantes que hay en la obra es el juego de iluminación que recorre y la gran importancia expresiva que tiene. Son recursos que, normalmente, pasan inadvertidos para el espectador, pero que, en esta ocasión, además de aportar, dan un trasfondo dramático que ensalza lo que se ve en escena. Lo mismo ocurre con los efectos sonoros, que transportan a la magia de no convertirse únicamente en una banda sonora que acompaña, sino que mete a los espectadores en esa energía y tensión. El vestuario aporta información al espectador en todo momento, aunque hay en particular una pieza de Eva Rufo que brilla por su estética, pero desmesurado en consonancia con el resto de la propuesta. No obstante, es una puesta en escena dinámica, con ritmo, elegancia y un sentido estético que redondea la obra.
Conclusión
Atentado es una obra teatral reflexiva, que busca que sea el espectador el que observe las diferentes vertientes que hay sobre el escenario. Trata con respeto, sensibilidad y verdad sobre las tablas lo que hay alrededor de un hecho tan grave como el que le da título. Una tesis compleja, que, en ocasiones, es algo reiterativa, dado que cala en todo momento en los asistentes y no es necesaria la repetición. El reparto está excelente, maneja la expresión totalmente, se deja el alma en sus personajes y lleva una naturalidad y verdad dentro que es un disfrute verlo sobre el escenario. La puesta en escena es efectiva, dinámica y en continuo movimiento, emocional, expresiva y estética. Una discusión necesaria, que pone varios frentes sobre la mesa y crea una introspección que va desde dentro hasta un análisis social. Una muestra de la importancia del teatro social.
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