Hay momentos en la vida que parecen un callejón sin salida, una pesadilla de la cual no podemos despertar. Y no importa la edad que se tenga. Cada etapa tiene un pozo en el que caer y el cual no se puede sortear. Menos mal que existen los amigos. La familia. Los compañeros de clase. Profesores. Y el cine. Sí, el cine. Si no, que se lo pregunten a los personajes de una película fresca, rodada con ilusión y sentimientos que salvan. Se trata de Aulas de Cine, el último trabajo del director gaditano Rafael Sadoc (The beautiful Cádiz), en la que un grupo de diez jóvenes estudiantes de un aula de Audiovisual de un instituto de Sanlúcar de Barrameda tienen la oportunidad de rodar varios cortometrajes. Será una ocasión que les hará crecer, pero sobre todo salvarse de ellos mismos y de sus circunstancias.
Crítica de 'Aulas de Cine'
Resumen
Sinopsis
Antonio Coca (Perros y diablos) da vida a Mateo Ramos, un famoso cineasta que no atraviesa sus mejores momentos. De hecho, esta a punto de sucumbir cuando un amigo suyo, Miguel Hernández, profesor en el mencionado instituto, lo rescata y le tiende una mano. Dioni Torres (Como Dios manda) es quien interpreta a ese docente que se preocupa por sus alumnos y por su amigo.
Tocar fondo
Es lo que nos ocurre a veces, al igual que a los protagonistas, en plural, de Aulas de Cine, ya que en realidad se trata de un trabajo coral. Además del cineasta cuya vida ya no tiene sentido y de los profesores que se toman muy en serio su cometido, diez son los alumnos de esta peculiar clase de Audiovisual.
Todos ellos son los protagonistas de esta película con tintes dramáticos, aunque también con mucho humor, como viene siendo la vida misma. Tanto los que están allí por casualidad, como los que lo desean intensamente, están a punto de vivir unas experiencias que les harán crecer y valorar lo esencial.
Son diez jóvenes, algunos actores integrantes del Grupo Teatro Balbo, otros actores de diferentes puntos de Andalucía: Candela Olmo, Sandra Campos, Paula Llaneli, Aymara Romero, Jorge Aranco, Marcos Mora, Bamba Dieng, Antonio Matiola, Marina Rostoll y Julia Mena.
En memoria a Roberto Pérez Toledo
Roberto fue un guionista, director y productor de cine. A los tres años le diagnosticaron una atrofia espinal congénita, la cual le causó una progresiva debilidad muscular. A partir de los 14 años, necesitó una silla de ruedas para desplazarse. Sin embargo, no fue óbice para desarrollar su vena creativa y ser pionero para publicar sus obras en línea y obtener muchos merecidos premios.
Realizó más de una treintena de cortos con actores muy conocidos, como Verónica Echegui, Álex García y Elena Furiase, entre otros. Uno de aquellos cortos fue Los gritones, de 2010, siendo uno de los cortos elegidos por Mateo Ramos para que los alumnos protagonistas de Aulas de Cine los visionen y les sirvan de inspiración.
Junto con los otros cortos: Capicúa, de Roger Villaroya; Binta y la gran idea, de Javier Fesser; Diez minutos, de Alberto Ruiz Rojo y Cuerdas, de Pedro Solís, van a ser decisivos para despertar en ellos las ansias de crear los suyos propios.
Deporte de riesgo
Así se denomina a los deportes cuyos riesgos no pueden ser controlados totalmente, por mucha preparación física o técnica que se tenga. Motocross, rafting, kitesurf, snowboard, paracaidismo, escalada sin cuerda...son algunos de ellos.
En Aulas de Cine es el título elegido para un corto realizado por varios de los muchachos. Y efectivamente, las consecuencias no serán las previstas. Sus repercusiones son nefastas para el desarrollo de ese proyecto que tanta ilusión les hace a todos, tan necesario para avanzar en sus vidas y encontrar soluciones a sus problemas.
Porque todos ellos, en sus diversos cortometrajes, se implican seriamente. Para algunos será una catarsis emocional; para otros la valentía de compartir sus sentimientos; mientras que para otros es una forma de inculcar valores. Quizá, los que recibieron ellos mismos en sus hogares. Pero sin duda alguna, para todos se trata de una sanación emocional, no sólo para ellos, sino también para sus seres queridos.
Conclusión de 'Aulas de Cine'
Cuando las acciones las dicta el corazón y la ilusión, el resultado son trabajos como Aulas de Cine, una prometedora película coral dirigida por Rafael Sadoc. Un ejemplo de cómo con un presupuesto bajo se puede tocar la fibra del espectador y hacerle reflexionar.
A destacar la interpretación del ocaso de un cineasta por Antonio Coca, quien aporta unas dosis altas de ternura y esperanza a su personaje, así como las de los jóvenes que con su frescura e ingenuidad seducen por completo, dejando un buen sabor de boca.
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