Avatar 3: Fuego y ceniza es la tercera película de la saga Avatar. Sus predecesoras han funcionado perfectamente. Tanto es el éxito, que la primera entrega es la más taquillera de la historia y la segunda, es la tercera. Estamos hablando de una de las trilogías, actualmente, más influyentes de la historia del cine aunque a algunos, no les guste. ¿Estará está a la altura de las dos anteriores? Pues, de momento, no lo sabemos. El tiempo lo dirá. Esperemos que, como mínimo, le vaya bien. Lo que sí que sabemos es que está nueva entrega dura 3 horas y 17 minutos. La más larga hasta la fecha. Así que prepárense bien para un buen atracón de palomitas. Estreno el 19 de diciembre de 2025 en salas de cine españolas.
Crítica de 'Avatar 3: Fuego y Ceniza'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Avatar: Fuego y ceniza
Título original: Avatar: Fire and Ash
Reparto:
Sam Worthington (Jake)
Zoe Saldaña (Neytiri)
Oona Chaplin (Varang)
Stephen Lang (Quaritch)
Sigourney Weaver (Kiri)
Kate Winslet (Ronal)
Año: 2025
Duración: 3 horas y 17 min.
País: Estados Unidos
Director: James Cameron
Guion: James Cameron, Rick Jaffa, Amanda Silver
Fotografía: Russell Carpenter
Música: Simon Franglen
Género: Ciencia ficción. Aventuras | 3D.
Distribuidor: Walt Disney Pictures
Tráiler de 'Avatar 3: Fuego y Ceniza'
Sinopsis de 'Avatar 3: Fuego y Ceniza'
Presenta al Pueblo de las Cenizas, un clan Na'vi no tan pacífico que utilizará la violencia si lo necesita para conseguir sus objetivos, aunque sea contra otros clanes.
Dónde se puede ver la película en streaming
Un 3D cada vez más pulido
Ver está película en 3D en 2009 no merecía la pena pero 16 años después, este 3D que nos presentan ya es otra cosa. Mucho más pulido, mejor escenificado y preparado. La película dura mucho y en ningún momento me he cansado o fatigado visualmente con el 3D. Si que ha habido algún momento de mareo porque la acción era demasiado rápida (me hago mayor) pero más allá de eso, diría que es casi perfecto.
El hándicap más grande para ver una película hoy en día en 3D es que es bastante caro todavía. Para los más cafeteros del 3D, diré que para mí, merece mucho la pena. No obstante, no hace falta ni te vas a perder la experiencia completa por verla sin 3D. En está ocasión, lo que prima es el buen CGI y la calidad técnica y visual de cada frame de Avatar 3: Fuego y ceniza y eso te aseguro que lo consigue con creces.
El fuego, el tercer elemento
En está tercera entrega, nos presentan el fuego como escenario principal de la película. Durante el transcurso de la cinta, nos llevan a explorar lo que significa el fuego para lo que es, una nueva tribu navi. O a priori, esa era la idea.
En Avatar: El sentido del agua sí que veo en muchas ocasiones las interconexiones de los personajes para con los elementos que nos muestran. En está ocasión, esa sensación no la tengo en demasía y por tanto, se desvirtúa ese vínculo que tan característico fue en la segunda entrega. Los personajes interactuaban con el agua, exploraban el nuevo entorno y establecían nuevas conexiones con su tierra y con su entorno.
Y es verdad, que claro, estamos hablando del fuego. No se puede hacer igual que con el agua. Pero si que hay en muchas ocasiones que he podido echar de menos que los personajes principales entiendan el significado de lo que es realmente el fuego en todas sus formas y significados. Porque si, el fuego destruye pero en otras ocasiones también sana y renueva. Esa idea hubiera estado bien que la desarrollarán y explorarán mucho más de lo que finalmente se ha representado en el film.
Monstruosa, Gigantesca
Lo que sí que hay que recalcar de está película es lo grande que es. Es impresionante la cantidad de efectos visuales, pantallas verdes, trucos y efectos especiales que tiene en todo lo que es el metraje de Avatar 3: Fuego y ceniza. Es inmensa, poderosa y técnicamente gigantesca. A eso no le gana nadie.
Todo lo bueno que tiene en ese sentido, lo tiene de malo en su construcción narrativa. Si es monstruosa en los VFX, no lo es en la fórmula que emplea y utiliza para contarnos una nueva aventura de estos pintorescos personajes. Y es una lástima porque podría haber sido impresionantemente enriquecedor mezclar acción con una historia profunda y bien construida.
Otra vez, y cómo viene siendo costumbre en el cine de los blockbusters, nos quedamos con algo aceptable pero no brillante. De lo que podría haber sido, a lo que realmente ha sido, hay un trecho y se nota. Y no es por haber llevado unas expectativas desorbitadas, sino porque se repite la misma historia, la misma fórmula. Y si no recuerdo mal, James Cameron nos prometió una diferenciación clara con respecto a las dos anteriores pero finalmente, no ha sido así.
Ya es suficiente
Con está última entrega de Avatar 3: Fuego y ceniza, sorprendentemente, ya me he quedado satisfecho. Creo que incluso puede ser un gran cierre con el que bajar las persianas y pasar a otra cosa. Y no lo digo en absoluto como una crítica; al contrario, es casi un halago.
En está película hay muchas cosas buenas y otras tantas malas, pero cuando todo se coloca en la balanza, lo positivo pesa muchísimo más. Y quizá ahí está lo interesante: no hace falta que algo sea perfecto para sentirse definitivo. A veces, una obra te da justo lo que necesitabas para dejar de buscar más. Y con Avatar 3: Fuego y ceniza lo siento así, de corazón.
No es cuestión de seguir añadiendo más, sino de reconocer cuándo una historia ya ha dicho todo lo que tenía que decir. Así que para mí, diría adiós a una de las sagas más fructíferas del mundo del cine. Gracias por todo.
Conclusión de 'Avatar: Fuego y Ceniza'
Avatar 3: Fuego y ceniza es una película para disfrutar. Relajarse en la silla y ver acción, drama, explosiones, adrenalina, aventura y deleitarse en un entretenimiento del más alto nivel. Es simple y llanamente puro espectáculo. Y eso es lo que busca todo el mundo en está película. Ni más ni menos. James Cameron lo consigue a la perfección.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM
