Bagger Drama, película dirigida por Piet Baumgartner, trata de una relación sobre la incomunicación, con excavadoras que bailan y personajes que buscan su lugar en el mundo. Mejor película de la sección Nuevos Directores del Festival de San Sebastián se estrenará el 20 de junio de 2025 en salas de cine españolas. El dolor lleva a quedarse sin palabras. Las acciones sustituyen a las conversaciones. La perplejidad conduce a malentendidos. Los malentendidos llevan a la ira. Y la ira conduce al odio. ¿Por qué se hacen tanto daño, aunque se quieran tanto?
Crítica de 'Bagger Drama'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Bagger Drama
Título original: Bagger Drama
Reparto:
Bettina Stucky (Conny)
Phil Hayes (Paul)
Vincent Furrer (Daniel)
Karin Pfammatter (Claudia)
Maximilian Reichert (Philipp)
Año: 2024
Duración: 94 min.
País: Suiza
Director: Piet Baumgartner
Guion: Piet Baumgartner
Fotografía: Pascal Reinmann
Música: Rio Wolta
Género: Drama. Familia
Distribuidor: Noucinemart
Tráiler de 'Bagger Drama'
Sinopsis
Una familia tiene dificultades para hablar de sentimientos, amor o intimidad. El negocio familiar de alquiler, venta y reparación de excavadoras exige toda su atención. Todos tienen que arrimar el hombro. Pero cuando la hija sufre un accidente mortal, su realidad se desmorona por completo. El hijo no se siente comprendido, ni en sus ideas de futuro ni en su homosexualidad, y prefiere irse a Estados Unidos antes de hacerse cargo de la empresa. El padre quiere olvidar y se enamora de la nueva directora del coro en el que participa. Y la madre se encuentra de repente sola con el perro en la casa familiar. (Noucinemart)
Dónde se puede ver la película en streaming
El peso del silencio
Bagger Drama tiene el acierto de mostrar cómo una tragedia no solo produce dolor, sino que desordena estructuras que ya estaban fracturadas. Sin embargo, la progresión dramática es irregular, la narración avanza con una parsimonia excesiva, y muchas escenas repiten dinámicas ya establecidas, sin que haya una transformación real.
Las decisiones clave, como la huida del hijo o el inicio del nuevo romance, suceden casi fuera de plano, o con una ligereza que no se corresponde con su peso narrativo, Bagger Drama plantea conflictos potentes, pero no siempre sabe cómo desarrollarlos.
Una contención que bordea la frialdad
Piet Baumgartner opta por una dirección sobria, casi minimalista. Hay una voluntad clara de no dramatizar en exceso. Los silencios, los gestos secos, los planos estáticos dominan una puesta en escena que busca transmitir la aridez emocional de sus personajes. Esta decisión estilística puede ser efectiva, y por momentos lo es, pero también puede volverse en contra cuando no hay un contrapeso emocional. En Bagger Drama, el tono sostenido de contención acaba resultando monótono, se echa en falta un mayor contraste, algún estallido, alguna grieta visible por la que se cuele la emoción que se supone que habita bajo la superficie.
Baumgartner dirige con mano firme, pero su fidelidad al tono apagado termina restándole fuerza a una historia que pide a gritos un poco más de temperatura emocional. Hay talento detrás de la cámara, sin duda, pero también una cierta distancia que impide la verdadera inmersión.
Atrapados en la rigidez
El reparto responde bien a las exigencias de sus personajes, aunque el enfoque general les impone unos márgenes muy estrechos. El padre es quizá el personaje más interesante, alguien que ha vivido para el trabajo, y que, frente al colapso familiar, busca una nueva forma de afecto que no sabe muy bien cómo manejar.
La madre, por su parte, queda demasiado difuminada, su soledad es palpable, pero la falta de aristas en su personaje la convierte en una figura más simbólica que real. El hijo, que en otro enfoque podría haber sido el punto de identificación emocional con el espectador, aparece sin una construcción sólida que nos permita comprender del todo su decisión de huir.
En general, las actuaciones son funcionales, pero rara vez conmueven, no por falta de talento, sino por un guion y una dirección que limitan sus posibilidades expresivas.
Frialdad estética
Bagger Drama tiene una identidad clara, colores apagados, encuadres simétricos, escenarios industriales que refuerzan el peso de lo no dicho. La fotografía es cuidada y coherente con el tono del filme, pero también peca de ser demasiado uniforme. Hay una estética de la soledad y el silencio que se plasma bien en la imagen, pero que rara vez se transforma en algo más dinámico o emocionalmente sugerente.
Conclusión de 'Bagger Drama'
Bagger Drama es una película que sabe lo que quiere contar, y lo hace con coherencia formal, sin embargo, su apuesta por la contención, el minimalismo y la distancia emocional termina por ser un arma de doble filo. Hay temas poderosos, el duelo, la desconexión afectiva, la herencia emocional, que nunca terminan de desarrollarse con la profundidad que merecen. Se respeta al espectador, sí, pero también se le mantiene a una distancia prudente, que impide la verdadera conexión.
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