"Balle Voyage": Hitchcock a la gallega

Balle Voyage nos presenta all Agente D, que descubre el cadáver de su última víctima perfectamente colocado en el interior de una gran bola de cristal. Sin tiempo para pensar, acaba atrapado en el interior de la bola con un grupo de niños, payasos, magos, conejos… y una atractiva mujer que parece tener todas las respuestas del rompecabezas. (SELECTED FILMS).

Entre espías y misterios

Iria Ares y Xoán Carlos Mejuto realiza un homenaje bien avenido a Hitchcock en Balle Voyage. La historia combina el misterio con el romanticismo lleno de tensión que tanto se han podido disfrutar en los films del realizador británico. Por ello, se ve claramente las referencias a las que desea hacer mención, siendo esta su mayor baza. Además, se dibujan algunos personajes de una manera que suscita interés en el espectador, como el arquetipo de heroína rubia o los personajes secundarios que terminan por ser determinantes. Sin embargo, da la sensación de ser la presentación ante un relato más largo, dado que no da tiempo a realizar un conflicto más completo. En consecuencia, se formula un guion algo disperso y enmarañado en su ejecución.

Por otro lado, a nivel actoral, Xóan Carlos Mejuto da vida al Agente D en el cortometraje. Para comenzar, el actor logra una expresividad que encaja a la perfección con la personalidad de su personaje, lo que hace que sea más verosímil su labor ante la cámara. No obstante, se podrían dar más matices, para darle la posibilidad de exponer diferentes perfiles, algo que se ha podido ver en otros trabajos como "1888. Señorita Julia". Después, Iria Ares realiza una labor estupenda en la pieza, con un lenguaje visual muy potente, logrando cautivar a la cámara y robarse varias escenas. Únicamente, podría todavía cuidar más la dicción y la claridad en sus palabras, dado que se entiende el porqué de el estilo del parlamento, pero le falta una pizca de naturalidad. El resto de intérpretes del elenco cumplen con su cometido, con una mención especial al grupo de payasos, que logra destacar.

El efecto 'Hitchcock'

Uno de los motivos por los que merece la pena montarse en Balle Voyage es su excelente banda sonora. Como se vaticina por la propia publicidad del cortometraje, es un homenaje al cine de Hitchcock, pero además ha sabido donde colocar cada tema. Gracias a ello, el film eleva su calidad, al verse en un envoltorio cuidado en ese aspecto sonoro. Por tanto, el público se lanza de lleno ante ese estímulo artístico, siendo uno de sus principales aciertos. Luego, el escenario principal, el elevador del Monte de San Pedro, se convierte en protagonista, plasmándose ante la cámara de una forma efectiva. También se valora el plano final, que muestra una vista aérea muy atractiva. En torno al maquillaje y peluquería, logran un excelente trabajo en el personaje femenino, luego, detalles como las gafas, aportan a la cinta.

Sin embargo, hay partes de las localizaciones que no se explotan todo lo que se pudiera. Al lanzar una estética más cuidada en los elementos artísticos ya mencionados, a veces ver ciertas partes excesivamente urbanas, restan a la atmósfera que busca crear este proyecto. Por ende, para futuras producciones, se podrían vigilar este tipo de detalles en el plano. Después, la selección de vestuario y de peluquería del Agente D podrían haberse decantado por una estrategia más clásica, más en cohesión con el sello de identidad del film. A pesar de ello, el ritmo del cortometraje es dinámico, dando mayor visibilidad a los aspectos positivos que aquellos que se podrían mejorar. Por lo que, se convierte en un visionado agradable, sobre todo para aquellos que desean ver algo relacionado con Hitchcock.

Conclusión

Balle Voyage es un homenaje a Hitchcock que logra impregnar de su sello la historia, también presente en elementos artísticos como la música. Además, cuenta con un escenario atractivo, en sintonía con la exquisita banda sonora. La fotografía obtiene planos muy interesantes, lo que indica su potencial. Por otro lado, Iria Ares y Xoán Carlos Mejuto lideran un reparto que cumple. No obstante, en su conjunto, da la sensación de estar ante un adelanto de una historia más larga, viéndose un relato algo más desordenado. A pesar de ello, se hace fácil de ver y se disfruta. Una carta de amor a Hitchcock, que consigue su intención y obtiene un resultado notable.

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