Battle Royale es una película japonesa dirigida por Kinji Fukasaku y estrenada en el año 2000. Una historia que tiene de protagonistas a 21 adolescentes que deben enfrentarse entre ellos hasta la muerte donde solo pueda quedar 1. Fue la penúltima película que pudo llevar a cabo el realizador y que ha pasado a la historia como una película de culto.
Crítica de 'Battle Royale'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Battle Royale
Título original: Batoru Rowaiaru (Battle Royale)
Reparto:
Aki Maeda (Noriko Nakagawa - Girl #15)
Tatsuya Fujiwara (Shuya Nanahara - Boy #15)
Chiaki Kuriyama (Takako Chigusa - Girl #13)
Taro Yamamoto (Shôgo Kawada - Boy #5)
Takeshi Kitano (Kitano)
Sosuke Takaoka (Hiroki Sugimura - Boy #11)
Takashi Tsukamoto (Shinji Mimura - Boy #19)
Yukihiro Kotani (Yôshitoki Kuninobu - Boy #7)
Eri Ishikawa (Yukie Utsumi - Girl #2)
Sayaka Kamiya (Satomi Noda - Girl #17)
Aki Inoue (Fumiyo Fujiyôshi - Girl #18)
Minami (Keiko, la novia de Kawada)
Takayo Mimura (Kayoko Kotôhiki - Girl #8)
Año: 2000
Duración: 114 min.
País: Japón
Director: Kinji Fukasaku
Guion: Kenta Fukasaku. Novela: Koushun Takami
Fotografía: Katsumi Yanagishima
Música: Masamichi Amano
Género: Thriller. Acción
Distribuidor: Manga Films S.L.
Tráiler de 'Battle Royale'
Dónde se puede comprar la novela
Sinopsis de 'Battle Royale'
En el amanecer de un nuevo milenio, el país está al borde del colapso. Millones de personas vagan sin empleo. La violencia en la escuela está descontrolada y adolescentes rebeldes protagonizan boicots masivos. El gobierno contrataca con “Battle Royale”. Cada año, una clase es escogida al azar para que se enfrente, en una isla abandonada, a un cruel juego de supervivencia.
Dónde se puede ver la película
¿Reflejo de nuestra realidad?
La violencia en el cine es una característica que muchos de nosotros tenemos muy asumida. Incluso, este tipo de realización es usado como atractivo para los espectadores. El abuso de esta técnica nunca ha traído una conclusión sólida, puede deberse a un método de escape de nuestras vidas, una vía más de entretenimiento o simplemente un reflejo de nuestra realidad.
Se ha moldeado y aprovechado tanto la violencia en el cine que ha llegado hasta tal punto de que llegue a caracterizar a muchos directores. O incluso consigamos reconocer la violencia más gore y cruda hacia un cine no occidental como, por ejemplo, la oscarizada Parásitos.
Si el guion funciona, no lo cambies
La premisa de Battle Royale es muy atractiva: 21 adolescentes se ven obligados a pelear hasta la muerte hasta que solo quede uno. Pero películas donde la vida no vale nada y la sociedad está totalmente rota no han dejado de producirse en los últimos años. La famosa saga Los juegos del hambre comparte prácticamente el mismo guion, o el reciente éxito mundial El juego del Calamar. Pero a pesar de ello, el guion sigue funcionando. Son historias que no necesitan mucho para llenar salas o mantener al mundo hablando durante semanas.
Por eso Battle Royale funciona. Tiene un guion atrapante que engancha desde la primera escena, la cual ciertamente define de una manera bastante concreta toda la película: una violencia desmedida que la sociedad aplaude, una escena escalofriante. Aun así, el ritmo de la película es desenfrenado durante la primera hora. Se quiere llegar demasiado rápido al primer giro de guion, sin tomarse las pausas necesarias de una introducción de calidad. Sin embargo, la segunda mitad de la película acierta con su manera de ser contada y frena en esa locura caótica, que antes podía perder al espectador.
Demasiado a donde mirar
Este ritmo desmedido iría ligado con la cantidad de personajes que quiere abarcar Battle Royale. Hay demasiados protagonistas para todo lo que se quiere contar, lo que provoca que se pierda el camino de cada uno y no se logre esa conexión emocional que evidentemente busca el director. Una conexión emocional demasiado forzada a través de unos flashbacks, que no funcionan e interrumpen el ritmo de la película. Pero este problema se arregla a medida que pasan los minutos por motivos obvios, pues el protagonismo se va cerrando en unos cuantos, provocando que, ahora sí, se empatice con los personajes.
Otro punto muy a favor es a la interpretación de los actores jóvenes. Tampoco es una interpretación al que el espectador pueda estar acostumbrado debido a su exageración y exuberancia. Pero que ciertamente, junto con esa violencia muy poco contenida, funciona perfectamente.
La crueldad y el horror
Bien sabemos que Battle Royale tiene una violencia muy distinta a la que se le atribuye a un cine más clásico, pero que podríamos ver en una película de Tarantino. Mucha sangre, mucha brutalidad, cierto punto de horror y mucha acción. Unas escenas muy bien construidas con planos muy cortos de ritmo frenético, pero logran su cometido, enganchar al espectador, desconcertarlo y horrorizarlo. Momentos clave que fijan un sello propio y que dotan de calidad a la trama.
Resulta evidente que Fukasaku quiere profundizar en el aspecto más emotivo de la trama, pero se sigue quedando en la superficie. El aspecto más psicológico de los adolescentes resulta en una evolución personal demasiado brusca y poco justificada. Desarrollar el lado más negativo y psicópata de cada protagonista hubiese necesitado de más metraje que la película no tenía.
Conclusión de 'Battle Royale'
Battle Royale funciona muy bien cuando pone el foco en la violencia, punto más que relevante pues debe relucir en ello. Mientras que decae en el aspecto más emocional. A pesar de ello, el guion aguanta por si solo y consigue no dejar indiferente a ningún espectador.
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