Black as night es película juvenil de terror, con un notorio trasfondo social, que tiene su base en la imaginería vampírica. Está dirigida por Maritte Lee Go (Phobias), e interpretada entre otros, por Asjha Cooper (Todos queremos algo, Hay alguien en tu casa), Fabrizio Guido (Guerra Mundial Z, Family) y Mason Beauchamp. La película forma parte del pequeño ciclo de películas de terror Welcome to the Blumhouse, ideado por la productora de Jason Blum para estrenar, al igual que el año pasado, cuatro cintas originales como antesala del ya cercano Halloween. Black as night se estrena el 1 de Octubre en Amazon Prime Video.
Crítica de 'Black as night'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Black as Night
Título original: Black as Night
Reparto:
Keith David
Asjha Cooper
Fabrizio Guido
Abbie Gayle
Craig Tate
Kenneisha Thompson
Theodus Crane (Chico calvo)
Derek Roberts (Steven)
Al Mitchell (Marvin)
Frankie Smith
Tim J. Smith (Vampiro sin hogar)
Joseph Singletary (Vampiro)
Mason Beauchamp (Chris)
Andrew Penrow (Vampiro)
Año: 2021
Duración: 87 min.
País: Estados Unidos
Director: Maritte Lee Go
Guion: Sherman Payne
Fotografía: Cybel Martin
Música: Jacques Brautbar
Género: Terror. Vampiros
Distribuidor: Amazon Prime Video
Tráiler de 'Black as Night'
Sinopsis
Una adolescente con problemas de autoestima encuentra confianza de la manera más improbable, pasando su verano luchando contra los vampiros que se aprovechan de los marginados de Nueva Orleans con la ayuda de su mejor amigo, el chico por el que siempre ha añorado, y una peculiar chica rica.
Dónde se puede ver la película
Érase una vez en Nueva Orleans
Black as night, resumida en unas pocas líneas, es una película juvenil con alguna incrustación de terror en la que unos adolescentes se enfrentan a unas fuerzas maléficas en forma de terribles vampiros. Ante esta premisa, lo más optimista es esperar encontrarse con algún tipo de diversión desprejuiciada como Una pandilla alucinante (1987) o Noche de miedo (1985). Jóvenes contra monstruos en el marco de un sentido homenaje a la serie b y a los clásicos de terror. Sin embargo, lo que encontramos es más parecido a Vampiros contra el Bronx (2020) y al últimamente llamado horror noire.
La acción se sitúa en Nueva Orleans. Shawna (Asjha Cooper) una tímida adolescente que tras una decepción amorosa en el transcurso de una fiesta vuelve sola a casa, es atacada por un vampiro. Aunque logra sobrevivir al ataque y consigue llegar a su hogar, teme su posible conversión en un vampiro. Extrañamente nada parece ocurrir, pero con ayuda de su amigo Pedro (Fabrizio Guido) llega a la conclusión de que en la marginal zona de Ombreux, refugio de mendigos y drogodependientes, alguien está tratando de convertir en vampiros a los más desfavorecidos.
La madre de Sahwna, Denise (Kenneisha Thompson), sufre adicción a las drogas y ha dejado el hogar familiar para instalarse en un miserable apartamento de Ombreux. Lastimosamente es atacada también por un vampiro, y en una visita Shawna acaba matándola accidentalmente. Dentro de la joven, se instala un sentimiento de venganza que la lanza a investigar que está pasando en Nueva Orleans y a acabar con ello.
Falta de sangre en las venas
Black as night acaba siendo una película fallida en prácticamente todo lo que se propone. Como terror no asusta, su humor no hace reír y su sustrato social es demasiado leve, esquemático y obvio como para calar. Lo primero que hay que tener en cuenta es que el terror, o su sucedáneo, es instrumental, un medio para mostrar la consciencia social del guion. La sombra de Jordan Peele, huésped precisamente de Blumhouse, es alargada. La nobleza moral del argumento no vacuna contra los vicios de un cine sin mucho que ofrecer a cambio.
Vemos en Nueva Orleans la situación de extrema exclusión social de ciertos barrios de la ciudad, los todavía perceptibles efectos del Katrina, y la presencia del racismo por doquier. Empezando por las sombras del pasado de la ciudad, en forma de residencia de antiguos esclavista. Sin embargo como película de terror, o como película en general, Black as night tiene uno de los peores defectos que podría tener. Es absolutamente inofensiva. Los vampiros aparte de gruñir, tener ojos reflectantes y colmillos muy largos ni asustan, ni imponen respecto. Sus ataques se ven venir a kilómetros y es más barullo que miedo lo que producen.
Mención aparte es el tema de los protagonistas. Componen un friso en el que se ecualizan la asistencia a fiestas juveniles, los amores de instituto y la cacería de vampiros. Shawna lidera un grupo que incluye a su amigo Pedro, a su amor platónico Steven (Derek Roberts) y a una experta en vampiros que se une a la fiesta después de que la pandilla googlease (lo que oyen) "cómo acabar con los vampiros". El resultado final acabará en una serie de travesuras, que como mucho llegan a ser leves escarceos cuya acción se resuelve pronto.
Algunos elementos de Black as night
Black as night tiene ciertas contradicciones que tampoco parecen querer ser corregidas con demasiado esfuerzo. Hay un par de eventos dramáticos en un breve lapso de tiempo que no parece minorar la moral de los protagonistas. Especialmente de Shawna. Por otro lado el enfoque racial es claro, la única protagonista blanca es la chica friki de los vampiros, y las menciones a la marginalidad son constantes. Unamos que Pedro es un chico mexicano homosexual, y la diversidad queda completamente a salvo. Por supuesto, nada en contra de ello, pero esta servido de una manera simple, naif, y carente de sutileza. En realidad, la levedad de la película es tal que nada parece importar realmente.
Sería estupendo valorar Black as night de forma más positiva, pero sus alturas morales está muy por debajo de las cinematográficas. Hay, como nota curiosa. un mensaje pacífico de voluntad de cambio sin revancha ni violencia. No obstante, las actuaciones basculan entre el esperpento, el humorismo cutre, y la nimiedad. Asjha Cooper parece la única en querer tomarse en serio la película, cosa que estaría muy bien si a cambio nos ofreciera algo de locura, de imaginación insólita, o de sorpresas disparatadas típicas de la buena serie b.
Aunque, si somos sinceros, algún disparate sí hay; no se pierdan la forma que idea la pandilla para entrar en la residencia de uno de los vampiros jefe. En lo visual tampoco hay nada ni imaginativo, ni destacable. La apariencia de los vampiros es muy estándar y no particularmente aterradora. Lo mejor es el acta testimonial de las zonas suburbiales de Nueva Orleans, que a la larga es lo que acaba dando más miedo.
Conclusiones de 'Black as night'
Blumhouse no ha atinado con esta muestra de su ciclo de películas de terror. Empezando porque en Black as night, lo que se dice terror no hay mucho. La película es un metódico desaprovechamiento de las posibilidades que tenía la historia, y al final ni aterroriza, ni divierte, ni apenas entretiene. Las alturas sociales o morales de la obran, no están sustentadas nada más que por una negligente ingenuidad, que más allá de una vaga simpatía no produce ninguna otra reacción.
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