Como si la cámara fuera un pincel bosquejando precisos trazos en un lienzo, Enrique Buleo dirige Bodegón con fantasmas. Estrenada en la 57 edición del Festival de Sitges, explora el costumbrismo rural desde un prisma tan surrealista como innegable. Se podrá disfrutar en cines a partir del 24 de enero de 2025.
Crítica de 'Bodegón con fantasmas'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Bodegón con fantasmas
Título original: Bodegón con fantasmas
Reparto:
Jordi Aguilar (Sebastián)
Eduardo Antuña
Enric Benavent
Patty Bonet
José Carabias (José Antonio)
Ferran Gadea
Cristina García
Bianca Kovacs
Carmen Gloria Martínez
Pilar Matas
Nuria Mencía
Fernando Sansegundo
Consuelo Trujillo
Año: 2024
Duración: 88 min.
País: España
Director: Enrique Buleo
Guion: Enrique Buleo
Fotografía: Gina Ferrer
Música: Sergio Bertrán
Género: Comedia negra
Distribuidor: Sideral Cinema
Tráiler de 'Bodegón con fantasmas'
Sinopsis
Rodeados por viñedos y tierras de cereales, los habitantes de un pueblo de La Mancha pasan sus días con normalidad. Unos, los vivos, luchando contra los aprietos de la vida. Otros, los fantasmas, lidiando con los sinsabores de la muerte. (Sideral Cinema)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una mirada natural y cómica de los pueblos manchegos
El fidedigno realismo que desprenden las imágenes e historias en Bodegón con fantasmas son el producto de la creatividad de alguien —me aventuro a decir sin ninguna prueba ni evidencia más allá de esta película— que ama a su pueblo. La España vaciada es un término en auge en los últimos tiempos, tanto al reivindicar como al criticar. Enrique Buleo deja claro que estos pueblos están llenos de vida, y de muerte. Y de muertos en vida, también, como de muertos vivientes.
Buleo radiografía el rural español desde un prisma cariñoso y entrañable. El humor y la ironía se entrelazan para conformar identidades que saben a verdad. Incluso las secuencias más alocadas rebosan franqueza. La gracia recae precisamente en lo común, en la tradición, aunque también en la fácil asimilación de lo paranormal. Los diálogos están escritos con una audaz agudeza que siempre incita a la carcajada, jugando con el folclore y la cotidianidad. Asimismo, el acercamiento para con lo sobrenatural es directo y cercano, descomponiendo lo aterrador dentro del terror y preservando su mitología. Buleo mira a la vida y a la muerte con los mismos ojos, y sus personajes también.
Hablemos de terror
El análisis del miedo es un campo muy amplio en el que convergen componentes muy distintos. Freud acuñó el término unheimlich, la palabra en alemán para referenciar a lo siniestro cuya traducción literal estaría más cerca de "lo que no proviene de casa". A su vez, también analizó el heimlich, que vendría a ser todo lo contrario. Es decir, lo familiar. Es razonable afirmar que todo lo que desconocemos y/o no entendemos es un potencial generador de terror: los espíritus, los extraterrestres, los demonios, la brujería... Pero también existe la posibilidad de asustarnos de aquello conocido, de las muñecas, por ejemplo, o de las casas, o los payasos, entre muchas otras cosas.
A lo que voy es a que surge una sensación denominada inquietante extrañeza que hace alusión al terror a lo que estamos familiarizados desde hace mucho tiempo. Así, para él el unheimlich es "todo lo que estando destinado a permanecer en secreto, oculto, sale a la luz". Bodegón con fantasmas se recrea en esto, no sé si consciente o inconscientemente.
Parece que el terror es una envoltura con la que vestir las ideas que cada historia pone sobre la mesa (las presencias fantasmales, el humo verde, la idea de la vida tras la muerte...). Pero, en realidad, todo lo representado es inherentemente terrorífico. Hablo de la soledad que sufren las personas de la tercera edad, de las mujeres atrapadas en matrimonios infelices, de la violencia hacia el colectivo LGTB y la hostilidad que imposibilita la pertenencia de forma abierta al mismo, la crisis económica, la falta de fe y la necesidad de creer en algo para poder seguir adelante, entre otros. Temas que, cuanto más los miras, más aterradores resultan. Reflexiones que, cuanto más normalizadas, más miedo dan. Porque a saber cuánto tiempo nadie las había mirado de cerca.
Conclusión de 'Bodegón con fantasmas'
Bodegón con fantasmas bebe de otras obras como Espíritu Sagrado (Chema García Ibarra, 2021) y Gente en sitios (2013) de Juan Cavestany, quien además produce la película. Sin embargo, presenta un ADN de cosecha propia. La naturalidad de las actuaciones casa a la perfección con el realismo surrealista del guion, a su vez acentuado por la rica dirección de arte. Enrique Buleo dirige un filme a caballo entre el terror y el humor, entre la autenticidad y lo sobrenatural, entre lo nuevo y lo antiguo, entre lo conocido y lo que nos queda por conocer. Una película sobre la vida y sobre la muerte. Y sobre todo aquello que hay enmedio.
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