Después de llamar la atención en el Festival de Cannes hace ya dieciséis años con la película Canino y de saltar al ojo internacional con Langosta, estaba claro que Yorgos Lanthimos venía a dejar huella en la industria con un cine atípico, extraño por decir poco y, sobre todo, caracterizado por explorar apasionadamente el lado más inhumano de los sujetos que examina. Ahora en el presente año, Lánthimos presenta Bugonia, un remake tan fiel como transversalmente alocado de la película coreana Salvar el planeta Tierra, dirigida por uno de los grandes directores de cine fantástico de su país, Jang Joon-Hwan.
Crítica de 'Bugonia'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Bugonia
Título original: Bugonia
Reparto:
Emma Stone (Michelle)
Jesse Plemons (Teddy)
Aidan Delbis (Don)
Stavros Halkias (Casey)
Alicia Silverstone (Sandy)
Marc T. Lewis (Tony)
Parvinder Shergill (Doctora)
Vanessa Eng (Corey)
Yaisa (EMT)
Cedric Dumornay (Chris)
Momma Cherri (Tina)
J. Carmen Galindez Barrera (Ricky/Guardia de seguridad)
Roger Carvalho (Joven detective)
Teneise Mitchell Ellis (Detective)
Año: 2025
Duración: 120 min.
País: Irlanda
Director: Yorgos Lanthimos
Guion: Will Tracy, Jang Joon-hwan
Fotografía: Robbie Ryan
Música: Jerskin Fendrix
Género: Comedia. Ciencia ficción
Distribuidor: Universal Pictures International Spain
Tráiler de 'Bugonia'
Sinopsis
Dos jóvenes conspiranoicos secuestran a la poderosa presidenta de una gran compañía, convencidos de que se trata en realidad de una extraterrestre decidida a destruir el planeta Tierra. (Universal Pictures International Spain)
Dónde se puede ver la película en streaming
Las tendencias del director
Podemos decir que Yorgos Lánthimos ha establecido su estilo de manera exitosa entre el largo público. Sus películas puede que nunca sean del gusto general, pero sin duda generan un punto de conversación seducido por su rara y fascinante naturaleza fuera de los propios límites. Todo ello ya sea por la medida puesta en escena, por los diálogos tan alienados o por el hecho de que casi siempre logra impactar de alguna forma con historias que rondan entre lo inquietante y lo absurdo con un toque de fantástico. En Bugonia repite la misma fórmula más allegada al tono reflejado en sus primeras andanzas, y que ya había recuperado en la reciente Kinds of Kindness del año pasado, para hacer una vez más una declaración hacia la repulsión natural que coexiste en la humanidad.
Fórmula saturada
En Bugonia, tenemos todos los ingredientes que le podemos pedir a su director: el humor desquiciado, una cadencia en los diálogos atropellada, personajes despreciables y todo amarrado a un absurdismo que en esta cinta en especial se dispara a niveles incontrolables. Por ello resulta contraproducente decir que, aunque todos los elementos están ahí, Bugonia ha tocado techo en sus valores y, por momentos, se me ha atragantado por la extrema visión pesimista y destructiva que expresa.
Admiro el ingenio con el que Yorgos Lánthimos aborda el material original de la película del 2003 (Salvar el planeta Tierra). Es indudable desde el primer minuto que no estamos ante una reedición vaga de dicha cinta, sino que se trata de un producto de autor total que sigue una filosofía propia, pero sin dejar de seguir a grandes rasgos el foco narrativo base. Pero es eso mismo lo que da pie a que Bugonia no me haya cautivado particularmente.
La desvirtud de su locura
Yorgos Lánthimos rechaza la compasión que tiene por la vida en general y puede incluso malinterpretarse como un acto de superioridad por todo aquel que lo rodea. A pesar de que Bugonia sea catalogada de comedia negra, es agotador el tratamiento y mensaje que su realizador plasma con alguna gota de rencor.
Nuevamente, estoy a favor de aquellos artistas que nadan a contracorriente y luchan por lo que encuentran incoherente o injusto, pero aquí el tiro no me parece que haya salido tan efectivo en su forma ni tan arrollador en lo que critica.
Reparto infalible, tratamiento incierto
Como es costumbre, Emma Stone, ahora proclamada oficialmente como la musa por excelencia del cineasta griego, está fantástica. Sin embargo, no hay duda de que el verdadero motor del relato se lo ganan tanto un brutal Jesse Plemons como el gran trabajo del debutante Aidan Delbis. Prácticamente no existen fallos cuando se trata de recurrir a los actores adecuados en el cine de Yorgos Lanthimos. La dinámica entre ellos funciona a la manera exacta en que el director lo requiere. Esto y el preciso uso de localizaciones hace una combinación interesante al momento de estructurar el inquietante desarrollo del filme, que en ese aspecto al menos sí que mantiene la curiosidad hasta el final.
Conclusión de 'Bugonia'
Bugonia no es en lo absoluto una mala película ni un estruendoso tropiezo en la carrera de Yorgos Lánthimos, pero sí que llega en un punto donde el potente mensaje que carga resuena con mayor amplitud. Sin embargo, el reiterado estilo y formas dan la impresión de haberse ido un paso extra de excesivas, sin dejar un respiro para aquel que anteriormente tuvo sus dudas internas con el cine del griego.
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