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jueves, noviembre 21, 2024
Inicio Críticas Obras de teatro “Calígula murió. Yo no”: ¿Cuál es el sentido de la vida?
Calígula murió. Yo no

“Calígula murió. Yo no”: ¿Cuál es el sentido de la vida?

Calígula murió, yo no es una obra de teatro dirigida por Marco Paiva. Se trata de una versión realizada por la dramaturga Cláudia Cedó, basada en la célebre Calígula del escritor Albert Camus.

Esta versión del clásico que se estrenó el 19 de mayo de 2021, en el distinguido Teatro madrileño María Guerrero, nos presenta un contexto de lo más existencialista y filosófico y nos muestra a una compañía de teatro que tras retirarse hace un tiempo, retorna a los escenarios para representar la adaptación de Calígula del veterano escritor Albert Camus. Tras soñar que se suicidaba, el director de esta ficción, Jesús, se replantea el sentido de la vida y por ende el de su propia existencia.

La realización de la obra se convierte en el principal objetivo de su vida, olvidándose casi por completo de todo lo que le rodea, incluidos su mujer y su futuro hijo. Su ambición, su propósito y su voluntad férrea por que el espectáculo sea todo un éxito comienza a chocar con los valores que parecía tener sobre el mundo, con su racionalidad e incluso con el trato que tiene con el elenco de actores tan singular que forman su compañía de teatro.



Calígula murió. Yo no

Crítica de 'Calígula murió. Yo no'

Ficha Técnica

Título: Calígula murió. Yo no
Título original: Calígula murió. Yo no

Reparto:
Paulo Azevedo (Paulo, Mucio, Helicón y Patricio)
Maite Brik (Maite y Mujer de Mucio)
André Ferreira (André, Calígula y Escipión)
Rui Fonseca (Rui y Patricio)
Luis Garcia Luis (Calígula)
Ángela Ibáñez (Ángela)
Fernando Lapeña (Fernando, Viejo Patricio y Casio)
Jesús Vidal (Jesús)

Duración: 75 min. apróx.
Dirección: Marco Peiva
Versión y traducción: Clàudia Cedó
Escenografía: José Luis Raymond
Iluminación:
Nuno Samora
Diseño de vestuario:
Ikerne Giménez
Espacio sonoro:
José Alberto Gomes
Vídeo:
Claudia Oliveira
Ayudante de dirección:
Magda Labarga
Ayudante de escenografía:
Laura Ordás
Ayte. de iluminación:
Enrique Chueca
Ayudante de vestuario:
Tania Tajadura
Ayudante de videoescena:
Rubén Gómez
Intérprete de lengua de signos española:
David Blanco
Intérprete de lengua de signos portuguesa:
Barbara Pollastri
Coaching de interpretación y apoyo en inclusión:
Kube Escudero y Ainhoa Pérez
Asesora de inclusión:
Inés Enciso
Fotografía:
Luz Soria
Tráiler:
Bárbara Sánchez Palomero
Diseñó de cartel:
Equipo SOPA
Colabora:
AMÁS Escena, Instituto Camões da Cooperaçao e da Língua
Producción: Centro Dramático Nacional, Teatro Nacional D. Maria II y Terra Amarela

Tráiler de 'Calígula murió. Yo no'

Sinopsis de 'Calígula murió. Yo no'

Calígula murió. Yo no nos muestra cómo una compañía de teatro retirada vuelve a los escenarios para representar una adaptación de Calígula de Camus. El director de la obra, Jesús (Jesús Vidal), ha soñado que se suicidaba y se ha replanteado el sentido de su existencia. El estreno del espectáculo se convertirá de repente en su objetivo vital, el absoluto, la luna. Pero su apetito de unidad y orden no encaja con la irreductibilidad de este mundo a un principio racional, ni con la diversidad que existe en su propia compañía de teatro… (CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL).



Calígula murió. Yo no
Foto de Luz Soria

Un espectáculo de lo más novedoso

Lo que empieza en Calígula murió, yo no siendo como una especie de familia teatral, se convierte en una especie de tiranía por parte del director de la obra donde a los actores originales se les empezará a sustituir, despedir y ningunear en una especie de homenaje al comportamiento déspota de los que tienen el poder y de la manera injusta con la que se trata siempre a los que son distintos o se salen de lo que se entiende como “lo establecido”. Será la rebelión y la unión de todos los integrantes de la obra la que haga que el director entre en razón y caiga con él su dictadura artística y social.

La inclusión: máximo pilar de la obra

Sin duda, la mayor protagonista de Calígula murió, yo no; es la inclusión. La función esta protagonizada por el galardonado de un Goya, Jesús Vidal por la magnifica Campeones (2018) al que acompañan actores de la talla de Maite Brik, Ángela Ibáñez y Fernando Lapeña, entre otros (todos y cada uno de ellos maravillosos actores). La mayoría de todo este fabuloso reparto está compuesto por actores y actrices que tienen algún tipo de discapacidad ya sea auditiva, psicomotriz o visual.

Centro Dramático Nacional
Foto de Luz Soria

Esta coproducción hispano-lusa se desarrolla en un total de cuatro idiomas (castellano, portugués, lengua de signos española y lengua de signos portuguesa) y la mayor originalidad que tiene es su montaje inclusivo. Paneles donde aparecen todos los diálogos de los personajes acompañan al decorado de la propia ficción y ayudan al espectador a no perderse ni un solo detalle de la misma y a su vez logran que la obra teatral pueda ser disfrutada por todo tipo de personas, tengan la condición que tenga.

Si bien es cierto que al principio de la obra se hace un poco dificultoso seguir el ritmo de los diálogos porque es necesario mirar a las pantallas y no perderse la interpretación actoral, cuando ya avanza la trama el espectador se acostumbra perfectamente a esta estupenda medida.

Calígula murió. Yo no
Foto de Luz Soria

El teatro dentro del teatro

Además, se trata de una obra que versa sobre lo que ocurre dentro de una ficción teatral (con todas las idas y venidas de personajes tan plurales y humanos), donde una de sus mayores peculiaridades es que los personajes tienen los mismos nombres que los actores en la vida real. Es una especie de homenaje al mundo del teatro y a los clásicos al representar la obra del célebre Albert Camus y en ella se puede ver como se ensalza el trabajo y la preparación de los actores, la labor de los escenógrafos y por supuesto el diseño y cuidado del vestuario.

Sin embargo, no solo en Calígula murió, yo no; podemos observar todo el mérito que tiene elaborar una obra de teatro, también en ella se exponen una serie de cuestiones morales y éticas, que nos alertan y llaman la atención, dándonos que pensar, haciendo que nos planteemos muchas cosas y también  que nos hagamos unas cuantas preguntas. La libertad de pensamiento y de expresión, la pertenencia a un lugar, la dignidad de las personas, la vida y la muerte son algunas de estas cuestiones que se mezclan irremediablemente con las situaciones que les ocurren a los propios personajes de la trama.

Centro Dramático Nacional
Foto de Luz Soria

Interpretación y escenografía, brillantes

Los puntos fuertes de esta creación teatral sin duda son la interpretación magistral de los actores, el trabajo y el esfuerzo realizado, la accesibilidad e inclusión de su montaje y la escenografía ostentosa que inunda el escenario, apoyándose en todos los elementos de luces y sonido que acompasan y nutren la historia. El hecho de que en una obra de teatro se vea un elenco tan variado y plural con voz propia y además se propicie la formación teatral para actores con discapacidad, es sin duda un regalo, un sorbo de aire renovado y sobre todo de esperanza y positividad, muestra de que un mundo mejor es siempre posible.

Además de esta cuestión, en Calígula murió, yo no; se reflejan las injusticias, los despotismos, los abusos del poder y de la autoridad pero también la unión que hace la fuerza, el compañerismo, la complicidad y sobre todo la hermandad y el respeto por todas y cada una de las personas con las que conviven los personajes.

Calígula murió. Yo no
Foto de Luz Soria

Conclusión

En definitiva, Calígula murió, yo no es una historia sobre el abuso del poder y la tiranía que hace reflexionar al espectador y le mantiene absorto durante toda la función no solo por el magnifico trabajo de interpretación que conlleva sino por la manera en la que está cuidada al detalle tanto la escenografía como el montaje y accesibilidad en el propio escenario.

Sin duda, es una obra interesante y de tinte filosófico que no deja indiferente a nadie, que muestra que la profesión teatral puede abrir las puertas a colectivos y personas en desigualdad  de oportunidades y excluida socialmente que inevitablemente hace que al salir del teatro valoremos más aún la vida.

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